-Hola, un taxi por favor..., sí... Malibú... Adiós, gracias- dije poniendo el teléfono en la cabina.
Había caminado cinco kilómetros buscando una cabina telefónica, pues mi teléfono estaba sin pila. Me senté en una banca a la orilla de la carretera y deje mis tacones a un lado, hundí mis pies en la arena húmeda y suspire.
Mire hacia arriba contemplando el hermosos cielo acompañado de miles de millones de estrellas, cerré los ojos concentrándome en el ruido de las olas cuando chocaban, era todo tan relajante. Abrí los ojos y mire hacia el frente, caían gotas de agua y volví a subir la mirada. ¡Perfecto! Estaba lloviendo.
Me metí a la cabina telefónica, algo que no sirvió de muchos pues estaba toda rasguñada y con hoyos y hacía que el agua se metiera.
Mire mis manos que temblaban por la pelea... Rompimiento de Zayn y yo. ¿De verdad así acabaría? ¿Así, sin más? ¡Oh, no, por favor no!- Pensé cuando las lágrimas amenazaban por salir- Me talle los ojos tratando de evitar que no me saliera ni una gota pero no funciono. Caí en la esquina de la cabina y deje que las lágrimas salieran a quemarme por dentro y por fuera.
Junte las piernas a mi cara y comencé a llorar como magdalena, lloraba y lloraba. Cuando alcé la vista la lluvia había cesado, me sentí tan patética llorando por Zayn, al recordar todo, el primer día que lo conocí, cuando lo vi masturbándose en mi baño, cuando nos besamos y tocamos, cuando me lo cogí, cuando "Rompimos" y regresamos, cuando se fue a su viaje, cuando me imagine a Zayn y yo con un bebé. Todas esas imágenes pasaron por mi mente.
-¡Noooooooo!- grité a punto de explotar- ¡Nooooooo!- golpee el vidrio haciendo un rasguño más en la cabina.- No- susurre.
-¡________!- escuché varias voces y pasos corriendo.
-¡Dios mío!- escuché cuando abrieron la cabina.
Me limpié los ojos y vi a Harry, Kenya y Byron juntos. Byron y Harry me tomaron de los hombros y me levantaron, Kenya abrió la puerta de su Volkswagen blanco y me metió allí.
-Hay que llevarla a su departamento- escuché decir a Kenya.
-De acuerdo- afirmaron.
Me desperté con un dolor de Jaqueca horrible. Me frote la frente y los ojos. Mire a mi alrededor y estaba Kenya, Harry, y Byron hablando.
-¿Qué paso?- pude decir al fin.
-¡Dios mío ______! ¿En qué pensabas? ¡Estas EM- BA- RA- ZA- DA! ¿No has entendido eso?- Oh, oh la jaqueca volvió.
-Sh- dije poniendo el dedo índice en mi boca.
-No puedo creerlo- dijo Kenya poniendo los ojos en blanco- Harry me acompañas a comprar una medicina para la jaqueca- Harry asintió y los dos salieron por la puerta.
Byron me miro algo incómodo y alzó la cabeza como saludo.
-Hola- susurre sentándome en mi cama.
-Hola, ¿Estas mejor?- dijo balanceándose de un lado al otro con las manos en los bolsillos.
-Sí, sí. Gracias, es sólo un... Dolor de jaqueca- asentí.
-Que bien, me sentí mal de verte ahí, tirada... en la cabina- dijo sentándose a un lado de mí.
Me quedé callada tratando de imaginarme, llena de maquillaje, con las manos ensangrentadas por el rasguño, el cabello hecho trizas.
-¿Tú y él... terminaron?- pregunto haciendo señas al aire.
Deje salir un suspiro que me llevo hasta un nudo en la garganta, lo más que pude hacer fue asentir con la cabeza.
-Lo siento- susurro.
-Está bien- dije aclarando mi voz.
-¿Y qué harás con el bebé?
-Bueno, no necesita a un padre para ser feliz, o tenerlo todo ¿Sabes? Con una madre que lo adore con eso es completamente suficiente- dije firme.
-Claro, pero hablaba del dinero- dijo serio.
Deje salir una sonora carcajada y negué con la cabeza.
-Trabajo, puedo hacerlo al mismo tiempo. No porque termine con Zayn mi vida o la de mi bebé se acabó- dije mirándolo.
-Tienes razón.
-Bueno, estás en tu casa- dije apuntando lo demás- me bañare, en serio has lo que quieras- dije levantándome de la cama.
Tome un baño, olvidándome de todo. Pase el jabón por todo mi cuerpo, tratando de poner los pies en la tierra, de saber lo que tengo que hacer, que ahora faltaba sólo un mes para terminar la escuela, ¿Empezaría a trabajar en el cine como papá?, ¿viviría en mi departamento con mi bebé?, ¿Tendré que pintar las paredes de Rosa, o Azul?, ¿Comprare una cuna, o dormirá conmigo?
-_____- escuché que tocaban la puerta del baño.
-¡Voy!- grite cerrando las llaves de la regadera y tomando una toalla. Abrí la puerta y vi ahí a Kenya con impaciencia- ¿Qué?
Abrió la puerta de golpe y me empujo hacía a un lado, levantó la tasa del baño se bajó los pantaloncillos y se sentó.
-¡Uf!- dijo después de un rato.
Asentí, un poco dudosa.
-Lo siento es que Byron y Harry tienen los baños ocupados y mi vejiga no es nada grande- dijo prendiendo un cigarro.
-¿Así que estamos en el baño escuchando como es que meas?- pregunte secándome el cabello.
-¡No!... También fumo- dijo guiñando mi ojo.
-Que tonta- dije sonriendo.
-¿Qué harás con mi sobrino?- pregunto haciéndome una seña para que me volteara, y así lo hice.
-Pues, criarlo yo sola obvio- dije poniéndome las bragas.
-Listo- dijo abrochándose el pantalón.
-Creo que hasta aquí llegue, tendré que sentar cabeza, tal vez hacer un cuarto más aquí. No lo sé- dije poniéndome los pantalones.
Kenya estaba recargada al lavabo fumando su cigarro.
-¿No tienes nada que decirme?- pregunte poniéndome la blusa.
-¿Qué? - pregunto aventando el cigarrillo por la coladera y sacando el humo.
-Sí. ¿Nada interesante? ¿Llamadas extrañas? ¿algo?- ¿En Verdad no me diría nada acerca de la llamada de Key?
-Umh... no, nada- asentí mordiéndome la lengua para no gritar.
Cuando se fueron pude aprovechar para estar sola, para pensar. Mire mis brazos y observe cada cicatriz de cuando me cortaba, tenía unas marcas horribles, moradas, con negro Desde que conocí a Zayn las deje, nunca le había dicho a nadie y me ponía maquillaje para que no se viera nada, pero siempre fui la chica rebelde, a la que no le importaba nada, a la que fumaba y se escapaba de clases, la contestona, pero por dentro, muy, muy dentro era una persona pequeña en el sentido, de no ser nadie, era la persona que se la pasaba sufriendo y llorando por las noches, la que envidiaba a sus amigas por tener una familia hermosa mientras que ella veía a un hombre en su casa diferente cada noche. Negué con la cabeza, al recordar todo eso, Eso era lo que era gracias a mi madre, la que nunca le importe, ¿Por qué quererme hacerme daño? ¡Soy su hija!
Recuerdo una vez que le pedí que me comprara un libro, y me grito y me dijo "No _____, no se hará lo que tú digas ¿Me entiendes?, no te quiero llevar punto, mi manicure es más importante que tú"
La odie, subí a mi habitación llorando, tome un sacapuntas, lo destrocé y manche mi cama de sangre, lloraba mucho y deseaba morirme.
No quería que mi hijo pasara por lo mismo, no quería que viviera sin padre y eso era lo que estaba logrando, pero yo podía cuidarlo, mantenerlo, educarlo. Ser todo lo que a mí me hubiera gustado ser, y lo que... Key no.
Me sentía tan mierda, me sentía mal, me quería morir, yo... ya no aguantaba, quería dejar atrás lo que había vivido, quería empezar de cero y olvidar a todos. Me limpie las lágrimas y me levante, tome una maleta, abrí mi closet y tome todo, mi ropa, mis zapatos, mis joyas, mis bolsos, mis abrigo, todo, no deje nada. Camine dejando el apartamento vacío, sólo con muebles, limpie una lágrima, y tome mis llaves, camine por el pasillo hasta tomar el elevador y subí mis 5 maletas a la cajuela de mi auto, la cerré fuerte y subí.
Abroche mi cinturón, le subí a la radio y salí del estacionamiento.