CAPÍTULO 6

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Amanecí con los rayos del sol en mi cara, irritando mis ojos, quejándome entre dientes jale la cobija tapándome la cabeza dispuesta a seguir durmiendo, pero cuando volvía a caer en brazos de Morfeo, la cobija salió volando, dejándome destapada con frío, y con los rayos quemándome las retinas.
—¿Pero qué?

—Arriba ___, ya es hora del desayuno—dijo Hermione.

—¿Y si mejor no bajó?—bostece— la noche fue larga.

—No seas chillona y levanta tu trasero de esa cama—para cuando procese lo que ocurría y reaccionaba, yo ya estaba en el suelo, sobando mi trasero...nuevamente.

—Que molesta—me levante del piso frío— ya voy mamá—rodeé los ojos divertidos, me metí directo a la ducha, cuando salí me vestí rápidamente con el uniforme, Ginny y Hermiones estaban esperándome en la sala común bastante impacientes.

—Por fin—alzó los brazos Hermione agradeciéndole al cielo, reí y las seguí al comedor.

—Muero de hambre, si que tardas—mencionó Ginny sosteniendo si estómago que rugía como león.

—¿Cómo es que de repente ya tiene amigas? Deben ser iguales a ella, no cabe duda—rayos, mis amigas parecieron no percatarse del comentario y siguieron hablando felices delante de mi, en sus asuntos.

—Esa es....si, es Hermione Granger, seguro quiere atención, seguro cree que así llegará a Potter—. ¿Qué clase de comentario era ese? Nunca en mi primer año mostró algún interés mínimo por el, su comentario era absurdo y anti racional, ni si quiera me importaba, ¿porqué habría de hacerlo ahora?

—¿No creará que dejaremos de odiarla por eso, verdad?—habló otra voz—. Potter es mucho mejor que esa basura, se hace la mosquita muerta justo como su madre lo hacía antes de reverles su verdadero yo, estoy segura.

—No creo que sea tan cínica como para juntarse con Harry, no después de lo que hizo su familia a los Potter.
Me encogí, pero que ridiculez, ni papá ni mamá eran capaces de dañar a sus amigos, eran más amigos de papá, bueno yo me entiendo.
—____—me llamó Ginny, movía su mano frente mis ojos intentando que le hiciera caso—.Estábamos hablándote.

—Perdon, estaba distraída-me encogí de hombros, intentando disimular mi incomodidad notoria.

—Bueno, como sea, Hablábamos de él nuevo profesor de artes oscuras, Lockhart, ¿No crees que en persona es más guapo?—bromean verdad....los ojos de ambos y sus suspiros mutuos, me dijeron que no, lo único que tenía de atractivo es su ridículo peinado relamido.

—El no es guapo.

—Claro que lo es-lo defendió Hermione—. Además es muy inteligente, si leyeras algunos de sus libros quedarías encantada, la primera vez que yo...

—Mejor los usaría para dejar que la mesa se ladeara cuando comemos, ya hace falta que alguien la arregle, solo vayamos a comer, en vez de hablar de ese tarado—reí interrumpiendo a Hermione que parecía que si continuaba hablando saldrían corazones de sus ojos, abrí las puertas dejándolas pasar.

Hermione nos jalo de la túnica , bueno a mi, hasta donde estaban sus dos amigos, yo jale a Ginny, éramos las dos o nada, no quería hablar con ellos, es incómodo, esto solo empeora lo que la gente dice de mí.
Me obligo a sentarme a lado de ella, empecé a comer incomoda sin si quiera mirara al pelirrojo y al azabache.
—Creo que tiene que ver con algo escondido aquí-argumentó Hermione— se supone que es un secreto pero todos sabemos que Hogwarts esconde millones de ellos.

—¿Pero por qué querrían que Harry no viniera?—pregunto Ron, yo hablaba con Ginny pero alcance levemente a escuchar su conversación, okay, escuchaba todo, desde pequeña parece que tengo un gran sentido del oído como los perros lo tiene del olfato.

La Black que se enamoró de Potter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora