CAPITULO 14

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Al día siguiente, fui directo a la enfermería a visitar a Harry, cuando llegue la profesora Pomfrey terminaba de checarlo.
—Todo parece en orden puedes irte pero debes tener cuidado Potter tardará un par de días en recuperar su fuerza—asintió, mientras me acercaba pude notar su brazo vendado, cuando se percató de mi presencia me miró con ojos abiertos de par en par.

—____—recobró la calma, sonreí de lado apenada, la verdad era que no estaba tan cómoda visitándolo pero tenía que hablar con él a cómo diera lugar y en cuanto antes mejor—. ¿Qué haces aquí? N-no me lo tomes a mal, no es que me desagrade tu visita, al contrario.

—Tengo algo que contarte—respondí titubeante aún repasando en mente mis palabras.

—Vamos a la sala ¿te parece?—accedí y juntos empezamos a caminar dejando la enfermería atrás.
—Cree que al estar con Potter ¿dejáremos de detestarla?
Harry miró a la chica que dijo aquello, quien se calló ante su mirada, después me volteo a ver.
—¿De qué hablan?—preguntó exigiendo una explicación, jugué con uno de mis cabellos.

—¿Cómo va tu brazo?—evadí la pregunta con otra pregunta intentando cambiar de tema, Harry negó con la cabeza.

—Está bien, Pomfrey dice que no fue tan grave pero desearía que el hueso no hubiera desaparecido—reí, en mi cabeza, agradecí mentalmente que Harry no insistiera del otro tema.

—Intente detenerlo, sin embargo, creo que solo está centrado en su ego tan alto.

—Eso es cierto, no puedo creer que haya hecho todo eso—lo mire confundida— lo de sus libros

—¿No creerás todo lo que escribe o si?, enserio hemos tenido suficiente tiempo con el como para afirmar que no es quien dice ser.

—Tienes razón—me sonrió.
—Detestable Yaxley, es simplemente, detestable.
—Me alegro saber que no eres un lloricón como Draco—mencione incómoda, Harry me observó de reojo.

—¿Vas a decirme a qué se refieren?

—Prefiero evitar el tema fingiendo que nadie dijo nada—frote mi cuello.

—Es claro que algo pasa—con determinación se colocó frente a mi impidiéndome continuar mi camino devolviéndome la mirada firme— dime a que se refieren—rodee los ojos.

—Sabes bien que así no llegas a nada—cruce mis brazos devolvido con la misma intensidad su mirada.

—Dime—exigió, sus ojos mostraban seriedad y tal vez si le decía, entendería, de una vez por todas el por qué no me gustaba estar cerca suyo.

—No te entiendo,—bufé— si vamos a hablar de tonterías puedo no decirte lo que vine a decirte o escoges ser más inteligente y no quedarte con la duda—le respondí de la forma más cortante que me nació, molesto asintió y continuo su camino junto a mi, un silencio tenso se formó entre los dos.

Cuando llegamos me senté en el piso en posicion de indio frente a la chimenea apagada y Harry imito mi acción, dejando un espacio entre ambos.
—Ahora si—habló Harry rompiendo el silencio— podemos hablar tranquilamente, ¿qué es lo que vas a decirme?
Suspire molesta pero también resignada, tenía que terminar lo que había empezado, no es momento de arrepentimiento.

—Ayer por la noche, escuché de nuevo la cosa que se arrastraba—Harry asintió invitándome a seguir— cuando llegue pude ver a Colín petrificado.

—Ayer lo trajeron a la enfermería— arrugue la frente— escuche la conversación que los profesores tuvieron, fingía estar durmiendo.

—Pues era lo que venía a decirte, por lo que parece y por lo que los profesores dijieron, la cámara ya había sido abierta una vez—Harry asintió a la par.

La Black que se enamoró de Potter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora