CAPITULO 28

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1972

—Si sabes que tenemos examen ¿verdad?

—¿Nunca te cansas de molestarme Yaxley?-

—Es que el solo verte me produce una fuerte tortícolis.

—En primera, deberías relajarte más, en segunda no te hago nada, exagerada—sonrío de forma ladina, bufé irritada, me daban ganas de meterle un puñetazo en ese rostro atractivo. Claramente lo estaba.

—Veo que todos los cabeza hueca está en tu casa, ahora veo el porque.

—¿Eso que significa?—interrogó con una ceja enarcada, molesto.

—Lo que tú quieras que signifique—sonreí irónica— ahora hazme el favor de irte a dormir a otra parte, necesito estudiar y tú tienes el cuaderno que yo necesito.

—¿Y si no pienso dártelo?—sonrío ahora el de la misma manera.

—Pues es de lo más infantil, entrégalo Black.

—Primero Yax, alcánzame—sin decir más, salió disparado hacia los estantes y no voy a negarlo conmigo detrás de él, era fastidioso tener que perseguir a un Gryffindor pero con tal de conseguir mi nota perfecta yo era capaz de todo.

Se coló entre los pasillos de la biblioteca conmigo detrás pero a veces lo perdía y tenía que buscarlo hasta que volvía a encontrarlo y de nuevo a correr tras él, estábamos tan concentrados cazándonos uno al otro que no nos habíamos dado cuenta que estábamos tirando varios libros a nuestro alrededor e incluso creo jurar haber tirado a Severus al abrirme paso.

Tire de la manga de la túnica de Black pero ni así conseguí detenerlo, tomo un carrito de la biblioteca para cubrirse y lo empujé levemente hacia mi, provocando que el aire se me fuera durante unos instantes.

—Eres un maldito—aspire tratando de que el aire volviera a mi.

—Eres muy grosera deberían enseñarte modales—fingió indignación. Trate de rodear el carrito pero solo logre que se pasara del otro lado-. ¿Qué pasa bonita no puedes alcanzarme?

Lo rodeé de nuevo pero se pasó del otro lado, lo mire furiosa.
—¡No me llamas así!—exclamé, me lancé sobre el literalmente, salte por encima del carrito y caí sobre Black quitándole por fin el libro, un gran estruendo sonó en toda la biblioteca y aunque no había personas alrededor que nos delataran, estoy segura de escuchar los pasos furiosos de alguien acercarse.

Mire a mis lados nerviosa buscando una salida.
—Mira preciosa me encanta que las chicas estén sobre mí pero no literalmente—voltee abajo y me topé con los ojos grandes y grises de Black, mi cara enrojeció, que situación tan mas bochornosa. Me quite de encima suyo y tomo mi mano jalando de ella.

—¡¿QUIEN OCASIONÓ ESTE DESASTRE?!—se escuchó la voz de la bibliotecaria en toda la estancia.

—¡Oh por Merlin! Mis padres van a matarme-1exclamé susurrando.

—Tranquila bonita, yo me encargo—continuo jalando de mi brazo y cruzamos unas cadenas, este lugar no me era para nada conocido.

Nos escondimos detrás de un estante, se escucharon los pasos de esa vieja refunfuñona venir hasta donde estábamos pero no se acercó.
—No me pagan lo suficiente—refunfuñó y después los pasos se alejaron.

—Bueno me debes una—voltee a verlo y su sonrisa arrogante estaba plantada en su cara. Podría propiciarle varios golpes y borrar su maldita sonrisa.

Y lo hubiera hecho de no haberme dado cuenta de tres cosas.
1 Un sonido en los estantes nos hizo voltear a ambos.

2 El seguía sin soltar mi mano.

3 Y por último, estábamos en la sección prohibida...

La Black que se enamoró de Potter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora