La Black que se enamoró de Potter

CAPITULO 40

La puerta se abrí, por ella entró Lucius Malfoy y detrás Dobby, su elfo doméstico, con cuencas de vidrio como ojos.

—Así que al final si servías a la familia Malfoy—Harry miró a Dobby y este sacudió la capa de su amo.

—Luego ajustó cuentas contigo—quito su túnica de un movimiento y nos fulminó a ambos, con su bastón nos movió a mí y a Harry y miró directamente a Dumbledore—Así que es cierto, a vuelto—¿Qué?

—Cuando el consejo se enteró que Ginny Weasley había regresado sana y salva ellos me lo pidieron—lo dijo con calma y restó importancia.

—Que insensato.

—Sabes Lucius algunos temían que si no accedían a tu petición hechizarías a sus familias.

—Pero que insolencia—respondió enojado— mi preocupación solo a sido para con la escuela y sus estudiantes-amiro a Harry- o rebeldes-me miro y enarque una ceja—. El culpable ya apareció ¿cierto Albus?

—Así es.

—Entonces ¿quién es?
Las miradas de Harry y el profesor se conectaron, sonreí ladina.

—Voldemort ,pero esta vez decidió actuar siendo otra persona, por medio de esto—le enseñó el diario y Lucius se puso nervioso.

—Entiendo—Dobby llamó la atención de Harry y señaló con los ojos a Lucius, así que era de el....

—Por suerte el joven Potter y la señorita Yaxley lo descubrieron, esperemos ya no encontrar más cosas de Voldemort que caigan en manos erróneas las consecuencias podríamos ser severas.

—Me alegro, entonces que estos dos muchachos siempre estén listos para salvarnos.

—Así será—interrumpí. Sin decir más se despidió del profesor y empujó a Dobby a la salida cerrando la puerta detrás suyo.

—Siempre me a molestado la manera como trata a Dobby—gruñí y mire a Harry quien miraba al diario.

—¿Señor cree que podría quedármelo?—preguntó y lo tache de loco. Conserva el diario de la persona que casi te mata, por supuesto, no es algo que no pase diario. Pff.

Sin preguntar Harry tomó mi mano y me saco corriendo de la oficina de Dumbledore, dándome una última mirada que dejaríamos nuestra conversación para después.
—Toma—me dio su zapato.

—¿Qué se supone que haga con esto?—preguntó alzándolo.

—Espera—se quito el calcetín y lo guardo en el diario, después me arrebato su zapato y se lo coloco.

—Creo que es una grandiosa idea Harry—sonreí—. Ahora roguemos por que funcione—corrimos tras el señor Malfoy y lo llamó, este volteó a vernos irritado y molesto.

—Me parece que esto le pertenece—le entrego el diario.

—¿A mi? No se de que hablas.

—Claro que si señor creo que puse el libro en el caldero de Ginny Weasley en el callejón Diagon.

—¿Por qué no lo pruebas?

—Agradezca que él se lo devolvió y no le dijo al profesor por tacharlo como sospechoso—Lo fulmine y el a mi. Sacudió su cabello de princesa y le dio el diario a Dobby de una manera brusca comenzando a caminar nuevamente.

—Ábrelo—le sonreí a Dobby y mira a Harry quien asintió.

—¡Dobby!—llamo molesto Lucius.

—El amo le a dado a Dobby un calcetín—miro admirado la prensa y una sonrisa apareció en su rostro, una verdadera—.Dobby es libre.

Su sonrisa podía acaparar toda su cara e incluso casi opacaba esa grande nariz puntiaguda, pero dije casi.
—Yo no...—Harry levantó su pantalón.

-1¡Tú!, liberaste a mi sirviente—saco su varita furioso y la apunto a Harry, tome su mano. Dobby se coloco frente a Harry.

—No se atreva a dañar a Harry Potter—y lanzo al señor Malfoy por los aires, haciéndolo caer de espaldas. Reí y Harry me sonrió. Se levantó indignado.

—Tus padres también fueron unos mediocres, pon atención Potter por que pronto tendrás el mismo fin asqueroso y ruin—me miro— de ti me encargo después—sacudió su capa y se fue con pasos molestos.

—Harry Potter liberó a Dobby ¿como podría pagarle?

—Haciéndome un favor—Dobby asintió— nunca intentes salvarme de nuevo—sonrío, reí.

—Pero a ti siempre hay que salvarte el pellejo ¿no?—Por fin tanta negatividad desapareció de mi, se me dio la gana y lo abracé tan fuerte como pude.