Seis años
Aquel pequeño niño de grandes ojos verdes abrazaba a su padre con la mayor fuerza que tenia, el hombre tosía, recostado en aquella incomoda camilla de hospital.
"Se fuerte pequeño ojitos"
"Nunca me olvides, campeón"
"Serás grande algún día"
"Siempre estaré aquí"
"Nunca bajes la cabeza, pequeño"
"Procura ser feliz y hacer felices a otros"
"Cuida de tu madre"
Aquellas y otras más eran las frases que su padre le decía cada que sentía a su corazón latir con menos fuerza.
Escuchaba los sollozos de su madre detrás de el, con su mano en su pequeño hombro.
–Te amo hijo, no confíes en cualquiera.
Aquella fue la ultima frase que escucho de los labios de su padre, y después, el chillante sonido de aquella maquina, avisándole que su padre, se había ido para siempre.
[...]
Su madre limpiaba sus lagrimas a la vez que acomodaba en cuello de su camisa negra.
–mami, ¿cuando despertara papá?
–no lo se amor...-la mujer buscaba las palabras correctas para su hijo de seis años.-pero el siempre te va a cuidar, ¿bien?
–bien...-respondió resignado ante las palabras de su Madre
–Emm, Leo.-escucho el llamado de su tío.-es hora de irnos, las maletas están en el auto.
Jorge, su tío y hermano de su padre, aquel hombre que por sus rasgos, lo hacia recordarlo, pero sus ojos, sus ojos no reflejaban el amor ni la calidez de su padre hacia el, aquellos ojos azules, reflejaban frialdad, odio, envidia.
Y ahora viviría con aquel hombre.
Nueve años
–Leo!! Te dije que dejaras esa porqueria y te pusieras a limpiar la casa, niño estupido!.-le grito su tío, ahora padrastro mientras le arrebataba el juego de video de sus manos.
–lo siento tío Jorge, pero ya termine mi tarea y...
–me vale que ya hayas terminado tu maldita tarea, y a mi me dices papá!! Ponte a limpiar ahora mismo!!
–pero...
–nada!.-el hombre levanto su mano y la estampo contra la mejilla del pequeño niño.-ponte a limpiar! Ya!!
–si tí... pa...pá.-respondió apenas pudiendo hablar
Pero lo peor no llegaba aun.
Doce años
–no puedo creer que el profesor nos pusiera examen sorpresa, es tan odioso.-replico su amigo pelirrojo ya totalmente fastidiado
–lo se, creo que ni siquiera debe de tener esposa.-se burlo el ojiverde
–seguro que no, pero si miles de gatos y decenas de estatuillas de búhos