Leo oficialmente tenía una familia, esa mañana habían ido los tres a firmar y Leo se había dejado de ser un Scott y había pasado a ser un Brinston.
Con una enorme sonrisa en su rostro, entró junto con sus ahora padres a la casa, encendieron las luces y gritos emocionados sorprendieron al menor.
Sus amigos y novio estaban ahí, con un gran cartel felicitandolo y un pastel que Mati sostenía.
—oh por dios! Y esto!?
Rose sonrió y lo abrazó por la espalda.
—les dijimos a tus amigos que por fin te adoptariamos y obviamente teníamos que festejarlo! Eres parte de la familia oficialmente!
Leo rió y se acercó a sus amigos para abrazarlos uno a uno, incluso Brent estaba ahí, quien también lo felicitó.
—estamos muy felices por ti, Leo! —exclamó Mati.
—gracias chicos, por estar aquí y apoyarme en este momento tan importante.
—siempre vamos a estar—sonrió Jeisen acercándose a su novio para rodearlo en un abrazo—estoy tan orgulloso de ti.
Leo sonrió y le devolvió el abrazo recargando su cabeza en su pecho.
—bueeno, y nos vas a presentar a tu novio? O cómo? —dijo Joseph en forma de broma mientras el y Rose los veían con una sonrisa.
Leo se sonrojó y separándose de su novio, tomó su mano y lo acercó ala pareja.
—Rose, Joseph, el es Jeisen, mi novio, Jeisen, ellos son...
—sus padres—completó Joseph, lo que hizo a Leo sonreir.
—un gusto en conocerlos, a ambos, les agradezco demasiado que le hallan dado esta gran oportunidad a Leo, creo que el merece tanto ser feliz, de verdad espero que sean para el la familia que perdió.
La pareja sonrió y asintió.
—a nosotros nos alegra saber que Leo está con un muchacho como tu, por favor te pido que lo cuides — le sonrió la mujer.
—lo prometo, nunca más haré algo que lastime a Leo, el solo merece felicidad.
Jeisen miró al peliblanco y al ver que el también lo miraba, besó su cabeza.
—bueno, partamos el pastel!!
La tarde pasó entre risas de todos, la felicidad se sentía en el aire.
Todos escucharon cuando alguien tocó la puerta, Joseph abrió y se encontró con un chico pelirrojo.
—h-hola, soy Elian, Leo se encuentra?
—ah si! Leo! Te buscan!
El peliblanco se apresuró y no pudo evitar sorprenderse ante el chico en la puerta.
—Elian?
—hola Leo, podemos hablar?
Leo miró a su novio, quien los mirabas a lo lejos, Jeisen se encogió de hombros así que regresó su mirada al pelirrojo.
—claro.
Cerró la puerta, se sentó en la banqueta y el pelirrojo a su lado.
—bueno, primero que nada, que estoy muy feliz de que por fin encontraras una familia que te quiera.
Leo sonrió con sinceridad y asintió.
—gracias, Elian.
—también... Bueno, pedirte una disculpa, por todo—dijo mirándolo con ojos tristes—se que tal vez no me merezco que me perdones, fui tan idiota, contigo, con Andy, en especial con Andy... Y, se que no quiero perder tu amistad por mis idioteces, me ha costado mucho entender que es a Jeisen a quien quieres, me duele, he estado enamorado de ti por muchos años, desde la primera vez que nos besamos... Y cuando te volví a ver, fue como si una ventana de posibilidades se abriera ante mis ojos, claro que no contaba con Jeisen y—suspiró —y que te enamoraría de el, no hice bien las cosas, usé a Andy por despecho cuando el no tenía la culpa de nada, te presioné—agachó la mirada y talló su rostro con frustración —perdoname, por favor—rogó volviendo a mirarlo.