Andy caminaba felizmente por los pasillos de la escuela en busca del rubio, hasta que lo encontró frente a su casillero organizando su horario, con postura firme y una gran sonrisa, se acerco a el y lo abrazo por detrás parándose de puntitas para dejar un beso en la parte trasera de su cuello.
Ross se giro un poco exaltado y miro sorprendido al castaño.
-¿que haces?
-¿de que?.-se cuestiono el mas bajo sin borrar su sonrisa.-el viernes tu y yo...
-okey, ya entendí, escucha Andy, eres mi amigo ¿si?
-pero...
-lo de anoche no fue nada, solo nos acostamos y ya, no quiere decir que seamos pareja o algo...
-pero, me preguntaste que si me gustabas... tu... tu solo... ¿solo jugaste conmigo?.-pregunto dolido.
-bueno, pero no lo digas así, suena horrible...
-¿y como quieres que lo diga? ¡Eso hiciste! ¡Te aprovechaste de lo que siento para acostarte conmigo! ¡¡Eres un imbecil Ross!!
-Andy cálmate...
-¿¡que me calme!? ¿Que rayos pasa contigo?.-las primeras lagrimas comenzaron a salir.
-oye, de verdad lo siento pero...
-pero nada Ross, jugaste conmigo, te aprovechaste de mis sentimientos, sabias que me gustabas y que por ende no me negaría.
-perdoname Andy...
-¡no! ¿Quien eres? ¿Brent? Por que a el le encanta jugar con los demás...
-no, pero...
-si Brent es un imbecil, tu eres una basura.
-no me digas eso Andy.-pidió dolido.
-eso es lo que eres... no se como pude enamorarme de ti.-su voz se quebró y mas lagrimas salieron.
-¿enamorarte?
-si, siempre te admire y después me enamore... pero tu nunca lo notaste, quien diría que cuando lo supieras, lo usarías para acostarte conmigo.-le dirigió una ultima mirada y se fue de ahí.
[...]
-¿y que paso ayer?.-pregunto Mati, queriendo saber lo ocurrido con Jeisen y su amigo.
-nada, solo hablamos un poco, después tomamos algo juntos y fuimos con los demás.
-¿es todo?.-se sorprendió.
-bueno... me dio esto.-saco el collar con la pequeña esmeralda en el y se lo mostró.
-que... ¡es hermoso!, pero ¿por que te lo dio?.-pregunto intrigado.
-pues cuando llego me dijo "esmeralda" y le pregunte por que y me lo mostró, es una esmeralda, y es del color de mis ojos, al parecer noto que no dejaba de verla y me la regalo.-explico como si no fuera nada.
-¡ay que lindoooooooo!.-chillo emocionado.-¿seguro que no paso nada más?
-muy que seguro, no tendría que haber pasado algo más.-levanto los hombros.
-¿ni un beso?.-pregunto decepcionado.
-¡claro que no!.-exclamo mirando a su amigo con recelo.