Leo POV'S
-oigan ¿que les parece si vamos al boliche?.-pregunta Mati totalmente emocionado.
La verdad entiendo su emoción, la ultima vez que fuimos fue hace como un año y medio y la verdad no fue la experiencia mas bonita del mundo.
-seria genial, tengo mucho sin ir.-comenta Jeisen.
-no lo se, soy malísimo en eso.-dije encogiéndome de hombros.
-yo soy muy bueno.-asegura Jeisen.-podría enseñarte, no tengo ningún problema.-me miro con una gran sonrisa.
-yo... supongo que esta bien.-imite su gesto.
-inviten a Elis y Dallas.-propuso Mati.
-si, esta genial, se los dire en clase.-respondió el ojiazul asintiendo con la cabeza.
[...]
Cuando Leo llego a su departamento, lo primero que hizo fue tirarse en el sillón de la sala, estaba muy cansado y necesitaba descansar si quería ir a los bolos esa noche.
Se recostó cómodamente en aquel sillón de color negro y cerro sus ojos, al hacerlo, lo primero que vino a su mente, fueron un par de ojos hermosamente azules, ese chico... ¿que diablos podía decir? Lo hacia sentirse extraño, aquella noche el pequeño roce de sus pieles lo hizo sentir corrientes eléctricas por todo su cuerpo, simplemente el contacto visual entre ellos hacia que su estomago se revolviera, ¿seria que...? No, claro que no, no podía gustarle, no podía gustarle nadie, no podía involucrar a nadie en su horrible mundo.
Después de eso, su mente quedo en blanco y se quedo dormido.
[...]
El sonido de la puerta lo hizo despertar de golpe, tallando sus ojos por la luz que lo cegaba, reviso la hora en su celular y pego un salto al darse cuenta de que iba tarde.
Se levanto rápidamente del cómodo sillon y se dirigió a abrir la puerta, rápidamente, Mateo entro y comenzó a reclamarle.
-¿que rayos haces? ¡Ni siquiera te haz cambiado!.-tomo al peliblanco del brazo y lo jalo hacia su cuarto.-rápido, báñate yo sacare tu ropa.
Leo hizo caso y tomo una toalla para después meterse a bañar, al entrar, dejo que el agua tibia comenzara a salir, al entrar, sintió el agua correr por su cuerpo, sintiendo como su cuerpo se relajaba; cerro los ojos y justo a su mente llegaron de nuevo aquellos orbes azules.
-maldita sea... sal de mi cabeza Jeisen, por favor.-suplicó en voz baja.
Cuando termino de bañarse, salió de la ducha y enredo la toalla en su cintura para después salir del baño, encontrando a Mati metido en su celular, recostado en su cama, junto a el, se encontraba un pantalón entubado, color cafe claro y una playera de manga corta blanca con una franja gruesa en el pecho con estampado de flores y hojas muy veraniegas. Y en el suelo unos vans blancos.
-¿eso usare?.-señalo la ropa en la cama.
-así es, tienes que verte guapísimo para Jeisen esta noche.-sonrió ampliamente mientras extendía sus brazos hacia los lados.
Instantáneamente las mejillas del ojiverde se colorearon de rojo.
-no quiero verme bien ni para el ni para nadie.-tomo la ropa y comenzó a vestirse.
-estaba pensando en que quizá deberías ponerte unas lindas bragas.-sonrió perversamente mirando a su amigo
-¡¿que?!.-exclamo alarmado.-¿por que?
-pues por si enrollan, daah
-eso no va a pasar Mati.-aseguro mientras se ponía la playera.
-nadie lo asegura.-se encogió de hombros.