-Leo!.-grito el pelinegro corriendo detrás del mas bajo.-Leo! Espera!
Cuando al fin llego a su lado, se puso frente a el impidiendo que siguiera caminando y tomo aire, había sido una carrera muy agitada.
-Vaya... caminas muy rapido.-se inclino muy poco y puso sus manos sobre sus rodillas.-diablos...
-yo... lo siento.-dijo apenado por no haberlo escuchado.-pero, para ser nadador... tienes muy mala condición física.-se burlo en forma de broma.
-pues perdón... pero te estoy persiguiendo desde que saliste del salón.-rodo los ojos divertido.
-ya ya, lo acepto, es mi culpa.-se rió un poco y levanto sus manos a la altura de sis hombros.-¿para que me necesitas?
-bueno, me gustaría saber si... si tu.-en estos momentos, su lengua parecía estar jugándole una broma, ya que se estaba trabando de una manera totalmente estupida.-bueno... si te gustaría... no se... ¿salir? El viernes, quizá...
-¡claro!
Cuando Jeisen lo escucho exclamar aquello, su corazón dio un vuelco de felicidad.
-¿¡enserió!?.-casi grito de la felicidad.
-si... le dire a Mati, supongo que tu le dirás a los demás.
-si! Yo... espera, ¿que?
-si... por que supongo que es una salida de amigos, ¿no?
¿Una salida de amigos? Vamos, el chico babea cada vez que lo ve, ¿y preguntaba que si era una salida de amigos? ¿Enserio? Por la mente de Jeisen solo pasaba "¿eres o te haces?"
-yo... digo, si... de amigos.-murmuro.
-bueno... ¡nos vemos!.-hizo un ademan con la mano y siguió su camino, antes de escuchar la voz de Jeisen gritarle.
-¡¡oye!!
-¿si?
-no no... nada.-bajo la cabeza mirando sus pies.
-bien, adiós.-y esta vez, si se fue.
[...]
- Mati, Por Dios, jeisen me invitó a salir, y quiero que tú vayas con nosotros, obviamente él quería una salida en plan romántico, pero me hice cómo el que no entendí y le dije que te invitaría y que suponía que el le diría a los demás.
-¿estas loco? ¿Por que lo hiciste?
-¡por que yo no quiero salir con el! Le gusto, bien, pero el a mi no...
-eso es cruel...-dijo haciendo una mueca.
-tal vez, pero, no puedo hacer nada si no me gusta.-dijo cerrando su mochila y colgándosela en el hombro.
-pues si, pero... el pobre chico, ¿imaginas como se sentirá en este momento? A ese chico le brillan los ojos cuando te ve.-hablo a la vez que caminaba de lado para mirar a su amigo de cabello blanco.
-dios, ¿puedes no decir eso? Me haces sentir culpable.
-¡deberías! Enserio ¡LE BRILLAN LOS OJOS! ¡SE LE SALE LA BABA! ¡SONRIE COMO BOBO! Le encantas y a ti ni te importa.
-no puedes obligarme a querer a alguien...
El rizado se detuvo de golpe y se posicionó frente al peliblanco
-¡no! ¡Tu no puedes obligarte a no querer que nadie entre en tu vida! ¿Crees que no me doy cuenta? Se que te da miedo... pero, Jeisen no se ve como el tipo de chico que te haría daño, se ve que es lindo y dulce.-le sonrió con confianza.