Jeisen y Leo se encontraban bailando juntos entre la gente, riendo entre ellos y dándose cortos besos.
-acaso traes... brillo en los labios?.- me preguntó Jeisen, automáticamente me sentí nervioso.
-yo... s-si, lo siento.-agaché la cabeza.
-hey no! no lo hagas, solo me sorprendí... Pero te queda muy bien, además, sabe delicioso, es... durazno?
-s-si... enserio te gusta?.-lo miré y sonreí.
-me encanta.-se acercó y me beso una vez más.-sigue usándolo, es genial.-sonrió y me sonrojé.- y no te avergüences, tu puedes usar todo lo que te guste.
cuando nos cansamos fuimos un rato a sentarnos, a lo lejos vi a Mati con Dean, hablando muy animados y demasiado cerca.
-estás cansado? puedo traerte algo para tomar.-tomó mi mano y acarició el dorso de ella.
-no, tranquilo, estoy bien, pero gracias.-le sonreí.
-bueno, quieres...quieres... ir arriba?.-me miró directo a los ojos y sentí todo mi cuerpo temblar.
-y-yo...
mis manos habían empezado a sudar en frío, mis ojos miraban a todos lados para no mirarlo a él, mis piernas temblaban y mis palabras estaban atoradas en mi garganta... salí corriendo.
de lejos vi a Mati así que me acerqué a él, lo tomé del brazo y lo jalé hacia mi alejandolo de Dean.
-¿qué pasa?.-levantó una ceja confundido.
-¿puedo hablar contigo un segundo?
-solo porque te ves aterrado.
nos alejamos de Dean para poder hablar y decirle lo que Jeisen acababa de proponerme.
-qué pasa? por qué parece que viste un fantasma?
-Jeisen quiere que vayamos al segundo piso...
-qué?! y qué le dijiste?!
-salí corriendo!! entré en pánico!
-que costumbre tuya la de salir corriendo.-rodó los ojos.-a ver, tu qué quieres?
-yo... quiero estár con el, pero me da miedo.
-Leo, no es como que seas virgen.
-lo se! pero ese es el problema, nunca he tenido sexo de verdad... nunca he hecho el amor Mati...
-olvidaba lo sensible que eres, Leo, Jeisen no es otro mas, es el chico que te gusta, y tu le gustas!! Qué más quieres?
-estoy acostumbrado a tener sexo y que ellos se vayan, no quiero que el me deje.
-es diferente, esos hombres te pagan por ello, Jeisen te quiere y el no te dejaría solo.
-crees que deba hacerlo?
-solo si tu quieres, nadie debe obligarte a nada, recuerdalo.
-bien.-suspiré.-gracias Mati.-le sonreí.
-para qué estamos los amigos si no es para aconsejarnos acerca del sexo.-rió.
-dios, eres horrible.-reí.
-así me amas, volveré con mi hombre que todavía no es mi hombre pero que es mi hombre.
solté una carcajada ante aquel comentario.
-claro, luego me dices como te fue.
-tu también.-me guiño el ojo, pero su rostro cambió cuando vio algo detrás de mi.