Siete años después...
Leo y Jeisen caminaban felizmente tomados de la mano por los pasillos de la universidad.
Habían pasado siete años desde que Leo encontró una nueva familia, el grupo logró graduarse de la preparatoria e ingresar a la universidad, algunos se habían ido de la ciudad, tan como ellos dos, que ahora vivian en un pequeño pero hermoso departamento en Seattle.
Leo estaba estudiando artes plásticas, por otro lado, Jeisen estudiaba turismo, ambos en la misma universidad.
Su vida juntos había avanzado bastante bien, eran una joven pareja viviendo juntos, con antibajos como todas las, pero los momentos buenos eran aquellos que preferían disfrutar.
No era que no pelearan, pero cuando lo hacían, no podían estar mas de dos horas sin reconciliarse.
Estaban viviendo su mejor momento como pareja, pero estaba por mejorar todavía más.
-amor, estaba pensando en que esta semana terminan nuestros exámenes, y bueno, tal vez te gustaría... Ir a la playa conmigo?
Jeisen sonrió hasta con los ojos al decir aquello, Leo lo miró y no pudo contener una gran sonrisa al ver el rostro del mayor.
-claro! Me encantaría, hace mucho que no vamos.
Se había vuelto una tradición ir juntos cada verano, pero tenían dos años si poder ir, así que a Leo le emocionaba poder retomar esa linda tradición.
-perfecto, entonces tu y yo iremos a la playa este fin de semana.
-sii!!
Emocionado, Leo se colgó del cuello de su novio sin importar que algunos estudiantes los estuvieran mirando.
° ° °
Después de un viaje de tres horas y media, la pareja había llegado a la hermosa playa, Leo bajó rápidamente de carro, estaba demasiado emocionado.
-amor, espérame!
Jeisen abrió la puerta de la cajuela sacando dos mochilas, una de cada uno, las colgó en su espalda y fue tras su novio.
-apúrate!!
-precioso, tenemos que ir al hotel primero!
Leo se detuvo de golpe e hizo un puchero.
-ayy, entonces apúrate más! Ya quiero ir al mar!
Jeisen sonrió y fue detrás de el, juntos entraron al hotel, se anotaron y subieron al piso donde se encontraba su habitación.
Al llegar, Leo abrió la puerta con la tarjeta que les habían dado y entró emocionado.
-es hermoso!
El cuarto era hermoso, con una decoración muy veraniega y moderna a la vez, una enorme cama matrimonial estaba en el centro de esta, una cocina pequeña y un sillón frente a una televisión, también contaba con un gran ventanal con balcón con vista a la hermosa playa, había una puerta que daba hacia el baño y un pequeño armario.
-te gusta? -preguntó Jeisen dejando las mochilas en el sillón.
-me encanta!
Leo salió al balcón y se recargó en este observando el mar.
Jeisen lo miró y con una sonrisa, se acercó a el, abrazándolo por la espalda, besó su mejilla y recargó su barbilla en su hombro.