El grupo de amigos salían de clases después de la última campanada.
Leo seguía con la cabeza agachada, triste, sin poder olvidar la manera en que Jeisen se comportó con el esta mañana, tocó su pecho y cuello sintiendo la ausencia de aquel collar que ya tanto significaba para el.
—oigan. — Elian llamó su atención. —qué tal si salimos a algún lado? Para animarnos un poco. —pasó su brazo por los hombros de Leo haciendo que lo mirara.
—aaam, en realidad. —Mati miró a Dean con una sonrisa. —Dean y yo saldremos juntos, quiero hablar un poco con le y contarle todo bien.
—oh, okey.—miró a los otros dos chicos. —Leo, Andy, me acompañan?
Andy sonrió a medias un poco inseguro pero aún así sonrió.
—por mi está bien.
Elian miró a Leo esperando su respuesta.
—ve Leo. —lo animó Mati con una sonrisa. —te hará bien divertirte.
—yo... —miro de un chico a otro hasta llegar a Elian. —supongo que está bien. —quiso sonreir pero solo una mueca salió de sus labios.
—genial! Qué tal si vamos a una pizzeria?
—oh! Podemos ir a esa que tiene juegos!? —pregunto Andy muy emocionado.
—no veo por qué no, estás de acuerdo Leo?
—si, claro.
—bien! Vamos. —sonrió enormemente y dirigió a ambos chicos a su auto.
Andy sonrió yendo a la puerta del copiloto, pero Elian la abrió antes de que llegara.
—sube Leo.
Leo sonrió apenado pero agradeció, en cambio, la sonrisa de Andy se desvaneció a nada. Resignado, abrió la puerta de atrás y entró en el auto.
Ya los tres arriba, se dirigieron al lugar.
Rato después se encontraban sentados juntos e una mesa, comiendo pizza, mientras entre Andy y Elian trataban de hacer reír a Leo.
—si Jeisen no sabe ver mas allá de tu trabajo, entonces no vale la pena, es un imbécil. —dijo Andy dándole un una última mordida a su pizza.
—gracias Andy. —sonrió suavemente.
—bueno, por qué no dejamos el tema de ese idiota de lado y vamos a los juegos? —los animó el pelirrojo
—si! —Andy se levantó emocionado de su silla corriendo al área de juegos.
—dios, es un niño. —rió Elian.
—si... Aún le gustas. - le recordó a lo que el chico solo rodó los ojos.
—lo se, lo hace notar. —suspiró.
—deberías darle una oportunidad. —tomó su mano por encima de la mesa.
—Leo, sabes que quien me gusta eres t...
—no lo digas, Elian, sabes que no puedo estar contigo, todavía siento cosas por Jeisen, no voy a dejar de sentirlas de un día para otro.
—lo entiendo, pero...
—no Elian, ya no hablemos de esto, si?
De lejos, Andy veía como Leo tomaba la mano de Elian y la acariciaba, pasó saliva duramente sintiendo su interior temblar.
Sus sentimientos por Elian se volvían cada vez más fuertes e inevitables, todos los días se preguntaba qué hacer para que el pelirrojo lo mirara, para que fijara su azulada mirada en el. Sin embargo parecía que el solo tenía ojos para su amigo.