The Simple Things {Jackson Wang} |1era Temporada|

30

El 24 de diciembre se suponía que era un día festivo para disfrutar de una deliciosa y grande cena con tus seres queridos. Sin embargo, por diversas razones, para algunas personas era imposible pasarlo de esa manera.

En el caso de Ashley, ya tenía planeado cómo sería su noche: Calentaría cena de la noche anterior, vería una película y luego se acostaría a dormir. Contraria a ella, Jade se encontraba bien vestida ya que cenaría con la familia de su novio. Había invitado a Ashley pero esta la rechazó.

─¿Segura que no quieres venir? ─le preguntó por tercera vez, ahora antes de irse.

─Dije que no. Estaré bien ─le dijo con una sonrisa. Jade suspiró y asintió.

─Ok. Volveré más tarde. Cualquier cosa me hablas ─le dijo mientras se dirigía a la entrada.

─Qué la pases bien ─le deseó y al poco rato quedó sola en la casa, en compañía de su perrita.

Como tenía hambre, se decidió por cenar mientras veía un programa en la televisión, y al terminar, buscó alguna película en Netflix, apagó las luces y se acostó en el sofá con Vienna Chanel sobre ella.

Veía una película navideña entretenidamente mientras acariciaba a la cachorra. No obstante, ya cuando tenía una hora viéndola, pensó en que había sido mala idea, pues se trataba de una familia que se reunía en esa noche tan especial; pasaban cosas un tanto ridículas pero divertidas, aunque también habían peleas y discusiones. Entonces ella pensó en su familia, en cómo pasaban la noche de navidad, lo bien que se la pasaba con sus padres, sus abuelos, sus tíos y primos. Pensó en que si estuviera en Canadá, esa noche hubiera sido más divertida y llena de amor que a como se encontraba en este momento. Pensó en los chismes que sus primos le contarían, en las discusiones anuales que su padre y su hermana menor solían tener, pero que al final después de un par de copas de vino estarían muy cariñosos el uno con el otro. Estaba acostumbrada a pequeñas cosas como esas, pequeñas cosas que pasaba entre familia y que amaba, porque adoraba estar con ellos y adoraba el amor que le brindaban. Tal vez por ser la única chica joven de la familia le daban más cariño, pues todos sus primos eran hombres. Y debido a que no tenía hermana ni primas, Jade era la única chica cercana que tenía, y por ende la consideraba su prima-hermana, y con quien tampoco pudo pasar la noche.

Abrazó a Vienna Chanel mientras sentía sus ojos llenarse de lágrimas por sentir ese vacío y soledad. Creyó que estaría bien esta noche y se divertiría sola como solía hacer, pero se equivocó.

Terminó de ver la película con unas enormes ganas de llorar, pero contuvo sus lágrimas. También tuvo ganas de llamar a sus padres, pero ya había hablado con ellos unas horas antes y estaban muy ocupados conociendo Cuba.

Oh cuánto desearía estar en Cuba en estos momentos, disfrutando del sol, la playa y las vistas que ese antiguo país podía brindarle. . . .

Suspiró y se levantó del sofá. Ahora se iría a acostar y usar su teléfono hasta caer dormida. Apagó todo y se fue a su santuario con la cachorra detrás de ella. Arregló su cama para acostarse y se metió a ella con la perrita, quien se acurrucó junto a su almohada y rápidamente cerró los ojos. Revisó sus redes sociales por un rato, hasta que no tuvo más nada que hacer. Releyó los últimos mensajes que le habían enviado sus amigos, todos deseándole feliz navidad, e incluso habían enviado fotos de su cena a través del grupo que tenían. Luego vio la conversación con Jackson, y no pudo evitar pensar en él. Hablaron por última vez la noche anterior, antes de él dormirse, pero al otro día no le había enviado ni un "hola". Supuso que estaba ocupado, pues le dijo que lo estaría, pero aún así se preguntaba si había pensado en ella en todo el día. Después de aquella noche en que se besaron por primera vez no habían dado otro paso en su relación, pero lo que ella sentía por él definitivamente había crecido en los últimos días. No podia dejar de pensar en él por más que intentara, y recuerdos de momentos juntos no abandonaban su mente. Nunca creyó que así sería el amor; por cosas tan simples como esas su corazón se aceleraba. . . .