VI. Acercamiento.

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El lunes me recibe con sus brazos abiertos y los rayos de sol iluminando todo.

Camino a la escuela a paso lento, porque el dolor aún está latente en mi pierna y costado. La mayoría cortes han sanado milagrosamente, dejando solo un tono violáceo en algunos lugares.

Al llegar, veo en la puerta a Mikey y Bob, ambos resplandecen mirándose.

Mikey es el primero que me nota venir y corre a mi encuentro.

- Frankie, Gerard me contó lo que ocurrió el viernes y quise llamar ayer, pero no tengo tú número y entonces me dio miedo ir hasta tú casa, porque podría traerte problemas y no quiero eso, el punto es que lo siento mucho, de haber sabido jamás te hubiera dejado marchar y ...- corto el discurso de Mikey con un abrazo que él me corresponde en nada. Al rato siento a Bob aclararse la garganta y cuando lo miro, notó que está desconcertado.

- Te agradecería eternamente si soltaras a mi novio- la palabra hace eco en mi mente, al tiempo que Mikey comienza a ponerse de todos los colores, para luego darse vuelta y golpear suavemente a Bob en el hombro.

- Dijimos que se lo diríamos juntos, y no así, iba a haber preparación...- y Bob lo besa. Lo calla con un beso en los labios que me parece tierno y a la vez descarado.

- Hey, ya! Que no coman pan frente a los pobres- Mikey nuevamente está de todos los colores. A este paso le va a dar algo.- me alegro que por fin, POR FIN, hayan decidido hablar y ahora sean novios. Solo tengo una condición- ambos me miran expectantes- necesito saber todos los detalles... los sucios sobre todo- Mikey nuevamente se pone de todos los colores. No hay caso con este niño.

***

- Gerard fue muy amable conmigo- estamos en el almuerzo y estamos hablando de lo que ocurrió el viernes en la noche.

La cosa está así: Gerard le confesó a Mikey, en privado y sin sus abuelos, que mi madre me dio tamaña golpiza. Así que, he tenido que decirle a los chicos que es una madre estricta que no soporta a los borrachos y que me golpeó por eso, pasándose la mano en el proceso. Una mentirilla blanca, pero mentira al fin y al cabo y se lo han creido , ¿Qué mejor?

- Pero debo decir que tú madre se pasó Frank – Bob dice con la boca llena.

- Igual el abuelo dice que te ofreció la casa, cada vez que algo así pase. No dudes en confiar en nosotros, somos amigos.

Asiento también, con la boca llena.

No es como que no pudiera decirles la verdad, pero no es lo mismo que con los chicos en california, años de confianza, supongo.

- Y bueno... ¿asi que novios?- necesito desviar el tema y a la vez me produce muchísima curiosidad- si mal no recuerdo, porque algo recuerdo de esa noche de borrachera extrema, es que – apuntó a Bob- llorabas como Magdalena porque este palillo no te pescaba ni si corrieras colina abajo en bolas y – apuntó a Mikey- me querías desmembrar porque lleve a tu príncipe azul hecho mierda a su casa.

Bob se atraganta con la comida y Mikey me mira feo mientras acaricia suavemente su espalda.

- Ese día- Bob al habla después de tomarse la mitad de la botella de agua- cuando me dejaste con Mikey y Gerard- ceja alzada, picarona, directa hacia mi. Puto Bob- te llevo a la tuya, Mikey me acompañó hasta mi habitación. Sinceramente ya no estaba tan ebrio, supongo que por la impresión, así que cuando Mikey me pregunto de qué iba toda esta mierda y de que porque estábamos tú y yo en el parque SOLOS- recalca la última palabra, haciendo sonrojar a Mikey- le confesé todo. Los años amando en silencio y todo eso. Su cara era un poema, deberías haberlo visto.

My personal hellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora