¿Quién dijo RIVALES?

Capitulo 20-. Nuevos rumbos, una conversación y un objetivo.

Mientras platicábamos, también saboreábamos nuestros sabores favoritos de helado. El tiempo paso tan rápido que el atardecer había llegado.

—Se levanta—. —Creo que es hora de irnos, pronto anochecerá —Asentimos.

—Es una lástima que no podamos platicar por más tiempo, el escuchar tus historias nos ha hecho tomar una decisión ¿Cierto chaparrito? —Vemos como Piplup asiente decidido—. Voy a participar en la región Hoenn.

—Dawn esa es una gran noticia, te deseo mucha suerte.

—Gracias May.

—Que bueno que elijas la región donde nosotros también comenzamos —Con su mirada nos señala a Harley y a mí—. A mí también me habría encantado escuchar más de Sinnoh pero el barco sale mañana temprano, así que debo alistar todo esta noche.

—El pequeño Harley también debe alistar todas sus cosas —Señala a Brianna con su índice—. ¿Qué hay de ti chillona? ¿Vas a quedarte en Johto?

—Decidí ir con ustedes a Sinnoh —Todos dejamos salir un "¿Ah?"—. No sé si sea una buena idea, pero que remedio (Todos tenemos una gota al estilo anime en nuestra cabeza). Además, mi experiencia les puede ser muy útil.

—Ja... y yo que me quejaba de lo arrogante que es Drew.

—Cambia de tema—. —¿Qué hay de ti May? ¿Ya decidiste a dónde ir?

—Yo... no he podido decidir como tú Dawn —Sonrojada—, creo que todavía seguiré sin una respuesta.

—¿Todavía? ¿Cómo puedes ser tan indecisa boba?

—Le lanzo una mirada asesina—. —No empieces como Drew, ya tomare una decisión.

—No debes apresurarte —Coloca su mano en mi hombro—, toda buena decisión lleva su tiempo.

—Le sonrió al sentirme comprendida—. —Gracias Solidad, pronto decidiré que hacer.

Sentía presión pero las palabras de Solidad me calmaron, no estaba segura de que camino tomar pero sabia que muy pronto lo descubriría. Luego de terminar nuestros helados, recogimos nuestras cosas para acompañar a Dawn y Piplup hasta el Centro Pokémon, se despidió con nostalgia, en especial de Solidad (Ambas se había hecho muy buenas amigas).

Mientras caminábamos de regreso a la posada pude recordar la tienda y lo ocurrido en ella, el sentimiento de inquietud y confusión que había olvidado, estaba de regreso. Estando en la entrada, Solidad me detiene con su brazo.

—¿Por qué no entran ustedes primero? Deben de estar cansados.

—¿Qué no piensas entrar?

—No, May y yo queremos ver un poco más el atardecer.

—¿Yo? —Me señalo y Solidad asiente.

—Harley sonríe al ver un gesto disimulado que le hace Solidad—. —De acuerdo, solo no te demores o veras a cierta anciana enojada.

—No te preocupes, no tomara mucho tiempo —Le guiñe el ojo.

—Vamos chillona.

—Espera, a mí también me...

—Vamos, no tenemos nada que hacer aquí... —La empuja para que camine en dirección a la puerta—. No seas entrometida —Dice esto ultimo mientras entran.

—¿Sucede algo malo?

Sin decir nada, me lleva hasta una silla situada no muy lejos de la entrada; había varias a los alrededores. Ambas nos sentamos.