Capitulo 38-. La profecía.

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—Supongo que todo esto debe sonarte muy confuso.

—Así es, no entiendo nada.

—Bueno para empezar, ya era hora de que abrieras ese pergamino —Hace una mueca—. Lo tienes desde hace tanto que creí que nunca lo abrirías.

—Bueno yo... un momento —La señalo—, usted es la señora de esa tienda ¿Cierto?

—Si, la misma.

—Ahora que lo pienso me parece haberla visto antes, varias veces de hecho —La miro acusadora.

—Tal vez tengas razón, me la paso viajando de un lugar a otro, pero eso no es lo importante ahora.

—En ese caso, ¿qué significa este pergamino?

—Justo como ahí dice es el primero de tres. En él está una pequeña introducción junto con una de las canciones. Se menciona una pro...

—Sé que dice, no hace falta que lo repita —Me comienzo a molestar, quería respuestas—. Lo que no entiendo es ¿qué tengo que ver yo en todo esto?

—Mucho. Debido a que eres prácticamente la última descendiente de gente del mar. Eso si lo recuerdas ¿Verdad?

—Claro que lo recuerdo, solo que desconocía que soy la "última". Creí que había más por todo el mundo, además, la familia que conocí en mi viaje por Kanto son descendientes. No soy la última.

—Por eso dije "prácticamente". Veras, la familia que conociste ha desaparecido por completo, sin dejar rastro alguno.

—La noticia fue una gran sorpresa—. —¿Todos... desaparecieron? —Vuelvo a mirarla—. ¿Cuándo sucedió esto?

—Desde hace un año los estamos buscando. Al ver que no los encontrábamos, se tomó la decisión de buscar a los descendientes que quedan e instruirlos para que puedan llevar acabo la profecía.

—Entonces si hay más, me dijo que era la última.

—Lo dije porque solo la gente del mar puede identificarlos, así que como no hay ninguno que conozcamos, si, eres la única que queda —Ambas soltamos un largo suspiro—. Ahora que sabes el motivo de mi visita, debes de conocer la historia.

—¿Historia?

—Asiente mientras se acomoda en su silla—. —Veras mí niña. Desde hace mucho han existido manuscritos que nos relatan profecías o leyendas acerca del mar. Entre ellos se encuentran los guardianes del mar, pokémon que protegen y solo aparecen para prevenir una tragedia —Un sentimiento de nostalgia oprime mi pecho—. También existen personas que protegen tanto a los pokémon tipo agua como los diferentes manuscritos que contengan ese tipo de información.

—La gente del mar.

—Asiente en respuesta—. —Son quienes mejor conocen las maravillas y el poder del mar. Conocimientos que solo pueden saber los auténticos descendientes, tu sueño con el templo del mar lo demuestra.

—¿Como sabe sobre ese sueño?

—Ellos me lo contaron. Entre sus muchos viajes conocieron e hicieron amigos y a su vez aliados, entre ellos estoy yo —Sonríe, pero por pocos instantes—. Pero también enemigos, esos que roban solo para fines egoístas.

—Si, entiendo.

—Cuando estaban culminando sus presentaciones por la región Johto, se dieron cuenta de que los estaban siguiendo, así que decidieron ir a Altomare e ir a buscarme para dejarme a cargo de tres pergaminos, luego de eso desaparecieron. Ya lo demás lo conoces.

¿Quién dijo RIVALES?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora