Emocional

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Narra Keko

Me despedi de Bea dándole un abrazo. Parecia no estar muy comoda, no se porque. Luego la llamaría. Cuando se monto en el coche tenia cara de preocupación, y ese beso que me dio había sido de todo menos cariñoso. Un poco forzado. Hacia poco que la conocía, pero en tan poco tiempo había llegado a conocerla mucho. Podia saber lo que la pasaba con tan solo mirarla. Era como mi hermana pequeña y la adoraba. En fin, solo esperaba que no fuera nada. En esos momentos tenia otras cosas en las que pensar.

Habia sido un acierto perdirle consejo, y tenia claro que iba a hacerla caso. No podía seguir estando separado de Maria, era como si alguna fuerza extraña me atrajese hacia ella. “¿Pero que dices Carlos? Se te esta yendo la olla” Pense. Pero de cierta forma, era verdad. Cuando la conoci vi en ella algo especial. Y apartir de ese dia mi mundo cambio. Creia que tenia todo lo que quería. Un sueño por el que luchar, una familia a la que querer, una chica a la que amaba. Pero no podía estar mas equivocado. Si que quería a esa chica, pero no la amaba. Al principio me lo negué a mi mismo, me obligue a pensar que hacia Maria solo tenia un sentimiento de amistad, pero me di cuenta de que pensaba en ella las 24 horas del dia y que la relación que tenia con Andri era cada vez mas fría. Tuve que aceptarlo. Estaba totalmente enamorado de Maria. Ahora solo faltaba que ella también lo estuviera. Lo había arriesgado todo y esperaba ganar.

Saque el móvil, no tenia tiempo que perder y llame a Maria

Dos tonos y descolgó:

-¿Keko?- Respondio Maria sorprendida.

-Si, soy yo.-Conteste demasiado rápido para mi gusto. “Tranquilizate” Me dije a mi mismo.

-Dime, ¿qué te pasa, cielo?- Dijo ella. Incluso por teléfono transmitia dulzura.

-Mmmm, me preguntaba si tenias algo que hacer esta tarde.-No sabia de donde me salian las palabras, pero salian, solo esperaba no parecer muy nervioso.

-La verdad es que estaba pasando apuntes, pero necesito despejarme un poco. Tanta literatura en tan poco tiempo no puede ser bueno para la salud.- Me contesto. “Menos mal” me dije a mi mismo.

-Entonces, ¿te parece bien si te recojo en una hora?- No podía esperar mas.

-Claro, creo que me dara tiempo. Te veo en una hora.

-Vale, hasta luego.

-Hasta luego.- Y colgó.

Vale, el primer paso estaba dado, ahora solo quedaba lo peor.

A la hora yo ya estaba en su portal. La mande un whatsapp para que bajara y a los dos minutos allí estaba ella, mucho mas que preciosa.

Se había planchado el pelo, y se había recogido uno de los lados hacia atrás. Llevaba poco maquillaje, pero el suficiente para que sus mejillas estuvieran sonrosadas y sus ojos parecieran mas claros a causa de la línea azul que llevaba sobre sus ojos, a juego con el vestido que llevaba, no demasiado provocador, pero que se le ceñia al cuerpo un poco.

-Hola.-Me dijo timida. Era aun mas adorable cuando le daba vergüenza algo.

-Hola guapísima- Vi como se ruborizaba. Lo había hecho aposta, me gustaba ver como se ponía colorada, haciéndola mas niña.

La ayude a subir al coche. Tenia que ser todo un caballero. Esa iba a ser la noche.

Conduje hasta el 40 café para invitarla a cenar, me iba a costar un riñon y parte del otro, pero sabia que iba a hacerla feliz. Desde que la conocía no hacia mas que hablar de ese sitio, que la verdad, no se que es lo que tiene, pero en fin, esa era su noche y si era lo que quería, lo tendría.

Promise me the moon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora