360 grados

56 8 8
                                    

-Oye, que pensándolo bien... -Dije mientras guardabamos las maletas en el maletero- Ya que está pagada la habitación... podría quedarme y aprovechar. Es una lástima que nos tengamos que ir...

-Eh... bueno... si es lo que quieres.-Dijo Marcos con cara de pena. - Te ayudo a subir la maleta de nuevo.

-¡Picaste!- Grité - Deberías haberte visto la cara. -Dije riéndome.

-¿Con que vamos a jugar a eso no?- Dijo recuperando la sonrisa. -Pues yo también puedo ser cruel. Y ya no te cuento nada.- Dijo guiñándome un ojo.

-No, no. Perdoname. Tu sabes que yo nunca te haría eso.-Dije enganchándome a su cuello y haciendo pucheros. -Por favor, por favor...

- Ah, no. -Dijo mirándome. Yo le pues ojitos de corderito.- Bueno, esta bien. Una pista: Nuestras vidas cambiarán mucho. Pero para bien.- Y sonrió- O eso espero.- Dijo dandome un beso para desengancharse de mí y entrar en el coche. Yo lo seguí y entre en el asiento del copiloto.

-¿Me vas a dejar así?-Asintió- No estas siendo nada justo.- Se encogió de hombros. No paraba de sonreir.- Bueno al menos me alegra verte feliz.

-Quédate con que vamos a ser muy felices, los dos.- Dijo y salió del aparcamiento.

'-----------------------------------------------------------------

-¡Ya está aquí!- Escuché decir tras la puerta cuando metí la llave en la cerradura.

Abrí la puerta y entré. Solté la maleta en el recibidor y cerré. Al entrar mis amigas salieron corriendo hacia donde estaba y se me engancharon al cuello.

-¡Por fin estás con nosotras!- Dijo María, dándome besos.

-Si, ya estoy aquí, por fin.- Le contesté yo devolviéndole uno

-Te hemos echado de menos, bueno, a tí y a tu comida.- Dijo Soraya riéndose y dandome una palmada en el culo a la vez que las tres entrábamos en la salita.

-Qué convenidas... después dicen que si a los hombres se les conquista por el estómago...- Dije riendome también.

Me senté en el sofá, con cada una de ellas a un lado y mirándome fijamente.

-¿Qué pasa? ¿Qué tengo?- Dije

-¡Que nos cuentes!- Gritaron las dos a la vez.

-Está bien, pero tampoco hay mucho que contar...- Y comencé a contarles, desde el pinchazo del coche, pasando por la tarde en la playa (la única tarde que fuimos) el encontronazo con Fran, y la misteriosa llamada.

-Chica, de verdad, deberías escribir un libro...- Dijo María.

-Tal vez lo haga, y serás mi fan número uno.- Dije riéndome.- Por cierto... ¿Vosotras no sabéis nada?

-¿Nada de que?- Dijo Soraya.

-No seas imbécil, pues de que va a ser... de los chicos, de la llamada. No se, si Marcos me ha dicho que todo iba a cambiar, supongo que sera por el grupo, ¿no? y que yo sepa tu novio-Dije señalando a María.- Y tu... lo que sea que tengas con Lalo.- Dije señalando a Soraya, ella se rió.- Estan en la misma banda.

-Sabemos lo mismo que tú.- Dijo Soraya.- Yo estaba con Lalo... esto... en su piso- Se puso colorada, podía haberme metido con ella , pero estaba demasiado ávida de información como para interrumpirla.- Y llamó el maldito de tu novio, no podía haber escogido mejor momento, el cabrón. Llamó varias veces,Lalo estaba demasiado ocupado como para cogerlo en ese momento, tu novio  es bastante... como decirlo...¿Obstinado? no, mejor hartible. Lalo se pilló un mosqueo enorme. Total que se llevó un rato hablando con él, y cuando volvió ya estaba vestido diciendo que tenía que irse, me vestí y me trajo a casa, pero no abrió la boca, y le pregunté, y bastante, pero el chico es parco en palabras...

Promise me the moon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora