Promise me the moon.

Viva el Betis maquepierda.

No te importará levantarte temprano mañana ¿no?-Le pregunté mientras lo dejaba pasar, soltando el bolso en el aparador. 

Bea, voy a la misma universidad que tú. Sólo tengo que ir un poco antes a casa, cambiarme y coger la mochila.-Me dijo con un tono displicente- Puedo llevarte.

-¿Y a las chicas también?- Le dije poniendole ojitos- Es nuestro primer día, no quiero que se vayan solas.- Y le di un beso en la mejilla. 

Que sí, que las llevo. Quedas muy forzá con tanto beso.-Me dijo riendose.- no eres nada convincente, peeero, soy una buena persona. 

Has dicho que sí ¿No? Pues es lo que quería. -Y le regalé la sonrisa más grande que pude. 

Víbora. Haces conmigo lo que quieres.- y me dio un beso. 

Les mando un Whatsapp antes de que te arrepientas. 

* Chicas, mañana tenemos chófer particular para ir a la facultad. Luego os aviso con la hora*

-Cuqui: *Quieeeeen nos lleva? :) * 

-Sorayii: *Eso digo yo, que  yo no me voy en coches con desconocidos ;) *

-* Si aparecierais por casa lo sabríais, pedazo de putas. Y no os quejéis, que nos sale gratis encima de todo. Jajajaja * 

Y deje de contestarles, que se murieran de incertidumbre. 

-¿Te vas a llevar toda la noche hablando por Whatsapp?- Me dijo Marcos, que ya estaba espatarrado en el sofá. 

-Ummm... si no me propones un plan mejor, es posible.- Le guiñé el ojo. 

-Con que quieres un plan... a ver, déjame que piense...-Me dijo, levantándose lentamente del sofá y acercándose a mí- Se me ocurre una muy buena idea. 

Entonces salió corriendo hacia mí, yo intenté correr también, pero ya era demasiado tarde, porque me había cogido por la cintura, me había subido sobre su hombro y ya iba camino de mi habitación. 

Abrió la puerta con la mano que tenía libre, y literalmente me tiró sobre la cama, cayendo él sobre mí. 

-Eres un jodido bruto- Le dije riéndome a carcajadas. 

-¿Que sí? ¿No he tratado a la señorita con toda la delicadeza que se merece?-Me dijo poniendo voz seductora. 

-Ni por asomo. 

-Pues a ver si ahora lo hago mejor.- Y comenzó a hacerme cosquillas. 

-Mmmaa, Maaar, Marcos, que me ahogo.- Le dije como pude mientras me reía.

-Si solo estoy acariciando- Me dijo sin parar de hacerme cosquillas 

-Para, por Dios- Le rogué, casi me faltaba el oxígeno de tanto reirme.

-Haz que pare.- Me susurró al oído. 

Casi me desmayo al sentir su aliento tan cerca de mí. En ese momento de deshice de él como pude, y agarrándolo por el cuello tiré de él hacia mí y lo besé. Él sonrío complacido sobre mi boca y me devolvió el beso. De ahí paso a besarme la comisura de los labios, muy lentamente recorrió la línea de mi mentón dándome besos para continuar por mi cuello. Mi cabeza daba vueltas cuando paró y se separó un poco de mí, abrí los ojos y lo tenía a unos escasos cinco centímetros de mí. 

-¿Estás segura?- Me dijo muy serio, mirándome a los ojos. 

¿Lo estaba? Al carajo todo, claro que sí. Lo único que quería en este momento era que estuviera tan cerca de mí como lo había estado antes.