Efimera felicidad

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-Te echo de menos...

-Y yo cielo, te prometo que voy a buscar un hueco para ti.

-Marcos, sabes que no deberías tener que buscar huecos para mí, se que estás ocupado, y lo entiendo, pero cada vez que dices algo así me siento como si fuera la cita del dentista a la que nadie quiere ir...

-No seas tonta Bea, sabes que me encantaría pasar contigo cada segundo de mi vida contigo, pero tienes que entender que esto es importante para mí, y que tenemos que prepararnos más que nunca...

-Si lo entiendo, pero es que me siento tan sola... y odio tener que contarte todas las cosas buenas que me pasan y que quiero compartir contigo por teléfono.

-No me digas eso Bea...Mira, hagamos una cosa, el viernes pasamos toda la noche juntos, ¿te parece? Te lo prometo, toda la noche para ti.

-¿Estas seguro? Mira que viernes es mañana.

-¿Es mañana?- Hizo una pausa- Bueno, pues mañana. Te lo he prometido.

-Esta bien, mañana hablamos. Me voy a dormir que estoy que me caigo. Te sigo queriendo mucho, que lo sepas.

-Y yo a ti, estúpida. Hasta manana.

Y colgué. Me quede pensando en la cama, dando vueltas sin poder dormir. Llevabamos asi dos semanas, hablando por Whatsapp, y si habia suerte por teléfono, como acababa de pasar. No sabía cuanto tiempo iba a durar esto, o si iba a ir a peor. Tal vez esto fuera el principio del fin, ni siquiera quería pensar en eso. Tendría que conformarme con estas oportunidades, con mendigarle amor. No me parecia muy ético, pero era lo que me quedaba hasta que la situación cambiara. Al fin y al cabo era su sueño,y el haría lo mismo por mí. Al menos eso quería pensar.

Todo va a ir bien, todo va a mejorar, todo sera mejor que antes... Y repitiendo ese mantra me quedé dormida.

***

¡Bienvenido viernes! Hoy no tenia clases, porque los viernes descansamos, así que tenía todo el tiempo del mundo para arreglarme y desayunar tranquila antes de ir a trabajar. Entraria a las 12 para adelantar trabajo y así tener más tiempo entre semana para estudiar. Si, así es mi vida ahora, estudiar y trabajar, trabajar y estudiar.

Me planché el pelo, a Marcos le gustaba más así. Quería que hoy fuera el día perfecto, quería aprovechar el tiempo con él, quería matarme con él, quería comérmelo a besos, quería hacer todo lo que hace dos semanas que no hacemos. Me puse un vestidito suelto, unos tacones y la chaqueta vaquera. Ya empezaba a hacer calor. ¿Podria hacer un día más bonito? ¿Podría hacer un día tan soleado? ¿Podría yo estar más feliz?

Me eché una foto en el espejo y se la mandé a Marcos:

*¿Que te parece para esta noche? ¿Demasiado tapada o viceversa?*

Tardo un poco en contestar, pero lo hizo:

*Estas perfecta. No te preocupes, tampoco vas a estar mucho tiempo con ese vestidito ;)*

*Depravado*

*Esta noche es de travesura (8)*

Me contestó. Un último Whatsapp y me voy a trabajar:

*No seas imbecilito. Me voy a levantar el país. Te odio, mi amor ;) :3*

Y media hora después ya estaba llegando a las puertas de la editorial, me había dado el lujo de ir en taxi, porque soy feliz y porque puedo.

Llegué a mi mesa, la cual compartía con Fede desde hacía una semana, ya que era una pesadilla tener que ir y venir de su mesa a la mía veinte veces al día, y además, ahora que habíamos firmado la tregua, era una ventaja tenerlo cerca. Se llevaba todo el día gastandome bromas, o contandome chistes o simplemente haciendome reír, y dado mi estado de ánimo en estas últimas dos semanas, me alegraba las tardes y hacía que no fueran tan largas.

Promise me the moon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora