Promise me the moon.

I've promised you

[***]

Oí las llaves en la cerradura, como se abría la puerta y se cerraba.

-Bea, estoy en casa.-Oí gritar desde la entrada.

-Estoy en el salón.- Grité yo de vuelta.

No conocía el lugar, pero me sentía cómoda en él. Estaba apoltronada en un sofá, tapada con una manta hasta arriba, con una chimenea enorme en frente mía.

Marcos, que era el que había entrado en casa, se sentó a mi lado en el sofá y me dio un beso.

-Qué bien te veo.- Dijo.- ¿Cómo te ha ido el día?

-Bien.- Contesté.- Aunque el monstruito no ha parado en todo el día.

-¿Cual de los dos?-Dijo riéndose.

-El mayor. El otro esta tranquilito.

-Mocoso, ven con papá- Grito Marcos. ¿Papá?

-No le digas mocoso, que tiene su nombre imbécil.

Y de pronto lo vi. Un adorable bebé de unos tres añitos, de pelo moreno, unos ojos grandes marrones con un toque de verde, igual que los míos, y la nariz de Marcos. Era mi bebé. Tenía que serlo. Marcos lo cogió en brazos dándole un beso en la frente y sentándolo entre los dos.

-Marcos, ¿Has visto que mamá no me deja decirte mocoso y ella me llama imbécil?- Le dijo Marcos a mi bebé.

-Imbécil.- Contestó el niño riéndose a carcajadas. La risa de mi pequeño era lo más bonito que había escuchado nunca.

-Ese es mi niño.- Dije revolviéndole el pelo.

-¿Qué has hecho hoy?- Le preguntó su padre.

-Un dibujo de una guitarra. La del tito Lalo.

-No Marcos, la batería es mejor.-Dijo Marcos padre. No se quién de los dos es más infantil.

-No. Guitarra.-Le contestó nuestro hijo enfurruñado. Yo no podía hacer más que mirar a mi bebé. Era nuestro. Me tenía embobada.

-Bueno, lo que tu digas. ¿Has cuidado de mamá y del hermanito?- ¿Hermanito?¿Pero teníamos otro?

-Si. Le doy besitos- Contestó el niño, quitando, no sin dificultad la manta que me tapaba y poniendo sus manitas en mi vientre. Fue entonces cuando descubrí que estaba embarazada no, embarazadísima. Yo abracé fuerte a mi pequeño apretándolo contra mí.

-¿Cómo vamos a llamar al hermanito, cariño?- Le pregunté a mi Marcos Junior.

-Patricio.- Contestó mi pequeño, sonriendo.

-¿Patricio? ¿Como el de Bob Esponja?- Dijo su padre entre carcajadas.

-¿Y si es hermanita?- Le pregunté yo.

-Carmen. Como la niña de mi cole.

Marcos cogió a nuestro hijo en brazos y se lo llevo con un "Ala, a la ducha. Te vas a enterar. Por decir que es mejor la guitarra".

[***]

-Venga, dormilona, despierta.-Oí como un murmullo de fondo.

-Mi bebé...- Balbuceé.

-No me llames así, por Dios.- Escuché a Marcos decir.

Abrí un ojo y o vi mirándome, mientras me acariciaba la espalda desnuda con un dedo, siguiendo mi columna vertebral arriba y abajo.

-¿Qué?-Me desperté.- No, tu no eres mi bebé.- Le dije aún medio dormida.

-Ah, pues... bien... supongo.- DIjo confundido.