-¿Quién es Vincente?- pregunté sin realmente importarme una respuesta de su parte, la comida estaba caliente y la carne se deshacía en mis labios ¿Qué más puede pedir una loba? ¡Ah, sí! No ser interrumpida por Camille y sus chismes nocturnos. Hasta ahora sabía que Olivia y Clark estaban casi seguros de ser mates pero por alguna razón no habían conectado sus lobos y que Douglas era un excepcional caso de lobo que no tenía mate- ¿No deberías estar yendo camino a tu casa? - pregunté agarrando las costillitas.
Camille me miró con asco.
-¿No deberías comer una cosa a la vez?
La observé con una sonrisa plasmada- Esa me la dejaste fácil, no.
Camille revoleó los ojos y se concentró en pinchar un ensalada pero sostuvo el tenedor con lechuga en el aire y se acercó un poco a mí, cosa que se le estaba haciendo costumbre los días que por mis malas estrellas coincidíamos a la hora de la cena solas.
-Los guardianes me escoltan luego de la cena, después de despedirme de Coco, claro. Aun no estoy lista para quedarme aquí, si sabes a lo que me refiero- me guiñó un ojo.
-Tienes competencia ¿sabes?- le dije clavando mis colmillos en las costillitas con más rigor del necesario - Zanahoria parlante y Elodie también tienen ganas de no despedirse de Coco.
Contuve mi risa al decir imaginarme la cara de Cohen escuchandome decir Coco, quizás no sea un mal apodo para el futuro Alpha después de todo.
-Yo sé- asintió vigorosamente- pero la única que se queda a veces a dormir es Elodie porque trabaja hasta tarde en la cocina y Luna sabe que ella jamás haría un primer movimiento hacia Coco.
Asentí perdida en mis costillitas ¡Rogues! Lo que daría mi manada por un manjar como este. Mi loba aulló y como ya me era costumbre mi feroz apetito se transformaba rápidamente en repulsión producto de la culpa que sentía.
-Como sea, escuché a Douglas diciéndole a Vincente que se vaya a curar las heridas con el sanador Roger- volvió Camille con su incesante parloteo.
-¿Quién es Vincente?- repetí mi pregunta esta vez algo más interesada por el único objetivo de quitar la mente de mi hambrienta manada.
- El guardián de mediana edad. No creo que lo conozcas.
Me contuve de preguntarle qué ganaba diciéndole a la gente chismes de lobos que no conocían pero simplemente negué con la cabeza, reacia a hacerla molestar hasta el punto de irse, así como sucedió la última vez que coincidimos en la cena.
Quién lo diría, Riley Adams necesitada de compañía.
-¿Por qué fue que dijiste que le golpearon?- le pregunté removiendo las sobras de mi comida con el tenedor.
-No lo sé, pero puedo decirte que quedó completamente magullado.
Me encogí de hombros. Camille entonces me miró seriamente por unos segundos.
-Oye ¿Cómo se siente?- me preguntó una vez terminado su escrutinio.
La miré con aburrimiento esperando su explicación.
-Coco dijo que antes vivías en el bosque ¿Cómo se siente vivir ahora civilizadamente?
Rodé mis ojos por la actitud típica de supremacía lobuna, aquellas manadas que más riqueza guardaban se creían superiores por tener buenas construcciones o tesoros envidiables, creían que los que menos oro tenían equivalía a tener menos educación. Pero no podían estar más equivocados. Un lobo no es con lo que nace, sino lo que hace con ello.
Lástima que en la etiqueta "poco civilizada" si que la habían pegado conmigo.
-¿Cómo se siente, dices? Veamos- me di toques con el dedo índice en la barbilla- ya no tengo compartir la letrina, si me tocan la comida ya no tengo que degollar a nadie, no tengo que pensar el las mil maneras de morir por envenenamiento silvestre y, lo mejor de todo, puedo empezar a preocuparme por cosas superfluas como la cara del desconocido Vincent- me recosté en mi silla de madera y entrelacé mis brazos detrás de mi cabeza.
ESTÁS LEYENDO
El Alpha Enfermo
WerewolfCohen es hábil en todo lo que un alpha debe ser y en todo lo que un caballero no. Los días pasan y acciones que le salían naturalmente perfectas se vuelven rápidamente ineficientes, las investigaciones dicen que solo una persona puede curar este an...