Mi mirada los recorrió de pies a cabeza. Intenté esconder todo lo que estaba sintiendo y me hacía a la idea de que Amalia no sabía nada de Harry y que no tenía en cuenta que ese chico me estaba robando el corazón sin hacer absolutamente nada; quería hacerme creer que ella no hacía ésto por herirme, pues ella no sabía de mis —posibles— nuevos "sentimientos" por él. Pero al mismo tiempo, la incertidumbre me comenzó a inundar.
¿Qué hacía Harry aquí? ¿Por qué estaba con Amalia? Él parecía un chico tan..., educado y distinguido como para estar en éste tipo de lugares o con cierto tipo de personas. Aún así de cierta forma no lo cuestionaba pues encontraba un poco de misterio en él, tenía algo... extraño.
No me pasó desapercibido el hecho de que algunos moretones aún estaban presentes en su rostro, no tan escandalosos como antes pero si eran algo notorios.
Bajé mi mirada hasta conectarla con sus manos entrelazadas. Sentí como mi estómago comenzó a dar punzadas de dolor, ¿es que a caso era yo tan estúpida como para comenzar a sentir algo por él?
"Sí." una voz interna. Y sí, tenía toda la razón. ¿Cómo si quiera pude pensar en la idea de él y yo juntos? Esas cosas son sólo fantasías, porque alguien como él jamás estaría con alguien como yo.
Quería pero no podía apartar mi vista de ellos y de sus manos. Y entonces noté que las manos grandes de Harry tenían unos extraños moretones, como si hubiese golpeado a algo... o a alguien. Entonces, imágenes borrosas de la noche anterior aparecieron en forma de flashback en mi mente. La silueta de un hombre golpeando al chico con el que estaba en aquel lugar, pasó como estrella fugaz en mi cabeza, al igual que un rostro distorsionado acercándose a mí mientras me levantaba del piso.
No podría ser él... ¿O sí?
Cuando pasaron justo frente a mí, Amalia me dedicó una mirada despectiva. Mientras que él, sólo me miró sin expresión alguna en su rostro.
Mi atención fue puesta en el coche negro y lujoso que se estacionaba justo frente al Motel. Ya lo había visto antes, sólo esperaba que fuese un auto exactamente igual al que yo conocía.
Un chico de traje negro bajó del lado del piloto. En el momento en el que vi su rostro me debatía entre las posibilidades de quedarme ahí, ir con él o simplemente salir corriendo; como era mi costumbre. Huir de todo.
Sus pasos cortos y decididos hicieron que me congelara en mi lugar, no estaba loca, él venía directo a mí con una gran sonrisa.
—Creo que usted señorita, me debe una explicación. —Dijo en tono alto pero amable una vez frente a mí. La atención de las personas al rededor estaba puesta en él y es que se entendía por completo. El chico deslumbraba con su presencia a cualquier lugar al que iba, era tan imponente y apuesto, y la combinación de estas dos cosas le favorecían bastante. Sin querer, noté como Harry y Amalia nos prestaban especial atnción. Estaba casi segura de que esperaban mi respuesta al igual que él, que todos; pero yo estaba tan nerviosa, asustada, impresionada, feliz, que todo ésto hacía que mi cerebro se desconcertara y no pudiera conectar mis ideas con mi boca. Las palabras simplemente no salían.— Estoy en todo mi derecho de pedirla, ¿Cierto? —Exclamó de pronto, y la sonrisa grande y hermosa no se borraba, era como si ésta estuviera impregnada en él para siempre.
—S-si. —Por fin hablé después de tanto. Me recriminé el hecho de tartamudear y hubiera preferido quedarme callada. Él rió divertido.
—¿Crees que puedas ahora? —Las miradas "disimuladas" clavadas en mí, me hacían ponerme aún más nerviosa, en especial la de una persona que estaba a escasos tres pasos de mí: Harry. Volteé a verlo y él ya nos veía con el ceño fruncido. De pronto, el chico al que todos le prestaban atención, miró hacía donde yo lo hacía sólo para decir: —¿Harry?
El ojiverde, se tensó cuando el castaño mencionó su nombre. Irguió su cuerpo.
—Alonzo Dineratti. —Intentó sonar natural pero falló terriblemente en el intento.
—¿Qué trae a Harry Styles por éstos rumbos? —Dijo, mientras se acercaba a él y estrechaba su mano.
—Exactamente lo mismo pregunto. —Hacía el esfuerzo por sonar neutro, pero en su tono de voz había algo de rabia.
—Lo que a mí me trae aquí, es ésta hermosa chica. —Me señaló y sentí como la sangre se agolpaba en mis mejillas. Miré a Alonzo dedicándole una sonrisa, tímida. Después a Harry y Amalia quienes estaban atónitos pero intentaban disimularlo. Finalmente miré mis zapatos sintiendo la sangre hervir en mis mejillas.
—Ya veo. —Me miró y casi puedo jurar que vi un atisbo de rabia en su rostro.— Bueno, yo tengo bastantes cosas que hacer. —Dijo, al mismo tiempo que mostraba una sonrisa pícara y miraba a Amalia. Intenté ignorar por completo eso pero para nada iba a negar que me dolía. Un poco. Creo.— Nos vemos en otra ocasión. Hasta luego, Bella. —Se despidió mientras me veía directamente a los ojos.
Esa mirada.
Maldita sea. Fue tan... diferente. No fue una simple mirada, fue como cuando alguien quiere decirte algo pero no sólo eso, también había algo de súplica y enojo en ella. Muy probablemente sólo era mi imaginación.
Observé como se iban juntos tomados de la mano.
—Entonces, ¿Vamos a otro lugar? —Habló Alonzo, sacándome del ensimismamiento en el que estaba metida.
—¿Eh? —Solté torpemente.
—¿Quieres ir a hablar a otro lugar?
—Oh... no puedo, si mi madre se entera que no estoy aquí, me mata.
—Tranquila, yo habló con ella. —Me guiñó un ojo.
Dude un poco, pero al final dije: —De acuerdo.
*
Alonzo jugaba con la taza de café que estaba en la mesa de centro, yo sólo lo observaba desde el lujoso y costoso sofá de su casa.
—¿En verdad no quieres una taza de café? —Preguntó rompiendo el hielo.
—Estoy bien, gracias. —Sonreí y él me sonrió de vuelta.
—Te escucho. —Se recargó en el sofá poniendo su pie izquierdo por encima del otro.
—¿Qué? —Sonrió.
—¿Por qué me dejaste plantado?—Soltó de pronto, tomándome por sorpresa.—. Bella, en verdad quería salir contigo —Continúo.— pero no entiendo porque lo hiciste y quiero dejar en claro que no te estoy reprochando nada, es sólo... no sé. Quería salir contigo, conocerte, charlar. Estaba tan emocionado y tú solamente no respondiste mis llamadas, toqué tu puerta y nadie salió; me preocupaste, creí que algo te había sucedido y ahora que te veo... dios, Bella estoy aún más preocupado. Sé que no tienes que darme explicaciones pues tú y yo no somos nada, pero creo que me interesas... mejor dicho: me interesas. —Quede perpleja. Mierda, ¿Realmente ésto estaba pasando?
—Diablos. Yo... no sé que decir. Todo esto me toma por sorpresa. Pero empezaré pidiéndote una disculpa, a veces pasan cosas y..., bueno se me salen de las manos. No puedo darte una explicación pues, solamente... lo siento. —De pronto, sentí que en cualquier momento iba a soltar en llanto; pero lo reprimí lo más que pude. Estaba tan confundida ¡Mierda!, no sabía que estaba pasando en ése momento ni porque Alonzo se estaba comportando así conmigo pero había algo en él que me hacía sentir en confianza, que me hacía sentir bien. Por primera vez en un rato, ya no existían ni Harry ni Amalia y mucho menos Robert en mi mente, ahora todo mi ser estaba concentrado en Alonzo.
Él se acercó. Se puso en cuclillas frente a mí.
—No sé que cosas haz tenido que pasar ni que clase de vida haz tenido pero lo que si sé y que puedo ver en esos hermosos ojos azules es que no eres feliz, tu tristeza se percibe a metros. —En ese momento, comencé a llorar un poco.— Bella, yo quiero hacer algo por ti. Quiero sacarte de ese mundo en el que éstas, quiero ayudarte; ¿Qué dices? —Lo miré extrañada, con mis ojos aún llorosos.
—Exactamente, ¿a que te refieres?
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Inmarcesible. | Harry Styles. TERMINADA -corrigiendo-
Fanfic"La destrozaron y ella no podía entender porque la encerraban en un sótano lleno de hombres." -Mami... no quiero. -Dijo la pequeña Bella, mientras su madre la jalaba del brazo a la pequeña habitación del motel. -Bella. -Se detuvo. Se puso a la altu...