Capítulo 35

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Tiempo después.

Había perdido la noción del tiempo. Sinceramente no sabía en que momento había llegado a ésto... lo que sea que fuera lo que me estaba pasando. Vivía perdida en mi mente tratando de sobrevivir o de morir tal vez. Algo era seguro: no quería vivir más en mi triste y miserable realidad. Francamente era mejor estar en algún lugar creado por mi mente que tomar en cuenta todas las estupideces que estaba haciendo.

Aquí iba otra vez. La historia se repetía. La única diferencia era que ésta vez estaba haciendo las cosas conscientemente, sabía lo que hacía y nadie me había impulsado -directamente-, a ésta basura.
Salí del sucio y pequeño cuarto. Perdida. Sentía mi cuerpo relajado, mi mente divagaba en algún lugar lejos del planeta Tierra. Sentía que iba caminando en línea recta. No era así, me balanceaba de un lugar a otro. Se sentía bien, pero no era correcto y aún así no me importaba.

Me apoyaba en la pared para caminar de otra manera podría caer al piso. Aunque no importaba mucho, las medias que tenía estaban ya bastante rotas. Me paré en un parte del callejón dónde había más chicas esperando por algún cliente.

Sentía como mi pelo tapaba parte de mi rostro, mis ojos estaban un poco cerrados y apenas y me daba cuenta de lo que pasaba a mi alrededor. Habían pasado dos carros y ninguno de ellos se detenía por mí más bien lo hacían por las otras chicas. Uno más comenzó a acercarse. Era lujoso, color negro. Lucía bastante elegante. El conductor al cual no identifiqué parecía tener prisa pues cuando un carro delante de él se detuvo, él hizo sonar el claxon. Aún seguía sin saber que era lo que exactamente pasaba, las sustancias en mi cuerpo me impedían prestar total atención.

El chofer del carro lujoso se acercó a la ventana del auto que le impedía pasar. Estaba a punto de tocar el cristal de la puerta del piloto pero algo lo hizo detenerse...

Me miró. Lucía incrédulo de lo que veía. Giré mi cuerpo para evitar que continuara observándome. Recargué el costado derecho del cuerpo en la pared y entonces sentí como una mano tocaba mi hombro. Ignoré eso. Entonces, se posó delante mío. Dijo algo y no pude entenderle.
Me paré recta. Torpemente, puse una mano en mi cintura y con la otra acariciaba el torso del hombre parado frente a mí.

—Puedo hacer lo que tú quieras que haga a cambio de que me des algo para... divertirnos, ¿si me entiendes? —Intenté decirlo con voz seductora que obviamente no funcionó.

—¿Bella?



*


No me subió a su auto a la fuerza, no me amenazó para subir, no me manipuló, no tuvo que hacer mucho para que estuviera sentada en el asiento trasero del vehículo. Él estaba justo a mi lado, su chofer conducía fingiendo no saber lo que pasaba, finalmente trabajo era sólo conducir. En el fondo deseaba no estar ahí, deseaba que alguien detuviera el coche y poder escapar, pero dos cosas eran seguras: 1.-Si alguien detuviera el coche y yo lograra escapar, él me encontraría, lo haría sin siquiera mover un sólo dedo. 2.-Eso jamás pasaría. Nadie detendría el coche.

—¿Sabes? A veces creía que eras mucho más lista.—Robert comenzó a hablar captando mi atención.—  Por un momento pensé que no funcionaría eso de hacer que alguien te mantuviera aquí para que no cometieras ninguna estupidez, a veces sólo esperaba el momento en el que escaparas, en el que te fueras a otro estado o quizá a otro país, pero debo reconocer que Alonzo lo hizo perfectamente bien. Pobre, mira en lo que acabó, como lo que era, un miserable. Era un maldito miserable. —Rió.— Yo le di toda la droga, le ordenaba que te la diera, le decía que era lo que tenía que hacer y decir. —Rió aún más fuerte. Lo miraba incrédula. Siempre me tuvo, siempre estuve en sus manos y ni siquiera lo sabía. Era tan estúpida.— Lo más increíble era cuanto quería protegerte. —Entonces volteé a verlo y él a mí.— El estúpido me imploraba que dejara de hacerte daño, aunque no sé que daño te podría causar yo. No sé que mierda le das a lo hombres mi querida Bella. Lástima tal vez. —Alejó su mirada de mí.

Inmarcesible. | Harry Styles. TERMINADA -corrigiendo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora