Inmarcesible. | Harry Styles. TERMINADA -corrigiendo-

Capítulo 16

—¡¿QUÉ DEMONIOS ESTÁ PASANDO AQUÍ?! —La furia de Alonzo se notaba hasta en la forma en la que me miraba.

—Yo… yo puedo explicártelo. —Estaba más nerviosa que nunca. De pronto, sentí como mi mejilla comenzó a arder. Alonzo me había abofeteado.

—¡Bella! —Dijo Harry.— ¡Bella! —Escuché de nuevo, yo sólo no podía reaccionar.— ¡Bella! —Cada vez se escuchaba más lejano. —Bella…

8:30 a.m.

—Hey, Bella. —Sentí como alguien comenzaba a moverme lentamente. Y poco a poco comencé a despertar.—, Bella… —Su tono de voz era suave.

Abrí los ojos lento y el conocido lugar se hizo visible.

Estaba en mi habitación en la casa de Alonzo.

Había tenido el mejor de los sueños y me había costado bastante trabajo despertar. Mierda…, de pronto sentía unas ganas inmensas de llorar. Todo había sido un sueño. Harry, el beso, todo.

Alonzo, estaba arrodillado a un lado de mi cama. Tenía una gran sonrisa en su rostro.

—Tengo que irme —Habló bajo.—, sólo quería despertarte para eso y para decirte que te debo una disculpa por haberte hablado así ayer en la cena. No sé por que lo hice…

—Tal vez mi comentario estuvo fuera de lugar.

—Como sea, quiero compensarlo —Su sonrisa se agrandó.

—¿Cómo? —Apenas sonreí.

—Ya verás. —Se levantó y depositó un beso en mi frente para después salir.

Sé que se esforzaba por tener detalles lindos conmigo pero simplemente no podía sentir mucho por él. Le tenía un gran aprecio y estaba infinitamente agradecida con él por haberme ayudado cuándo los demás me pisoteaban pero nadie elije de quien enamorarse y yo no podía enamorarme de él. Tal vez era cuestión de tiempo.

Me levanté de la cama para tomar una ducha. Había decidido ir por mis cosas a mi antiguo departamento. Alonzo me había comprado mucha ropa, pero tenía asuntos pendientes ahí.

En menos de 15 minutos ya estaba lista. Tomé las llaves, salí del departamento y caminé por el extenso pasillo hasta llegar al elevador. Apenas me acostumbraba a bajar en él. El departamento de Alonzo estaba en el octavo piso, y eso haría que tardara más en acostumbrarme.

Observaba la pequeña pantalla que estaba arriba de la puerta del ascensor y éste se detuvo en el piso siete. Las puertas se abrieron.

Y entonces, Harry entró.

Parecía apresurado. Tanto así, que ni siquiera volteó a verme, sólo entró al elevador, eligió un número en él y dijo: —Buen día.

Respondí como cualquier persona normal lo haría, a pesar de que su sola presencia me ponía nerviosa.

—Buen día. —Era como si hubiese reconocido mi voz pues en el instante en el que la escuchó me vió.

—Oh… Bella, no… n-no te había visto. —Se escuchaba ansioso, sin embargo decidí ignorar ese detalle.

—Lo noté. —Reí nerviosa y suavemente.

—¿Vas con Alonzo? —Preguntó, como si fuese una pregunta casual. Y hubiera sonado como una pregunta casual, de no ser por su expresión y por lo tímido que sonaba al hacerlo.

—Ah… no, iré a mi antiguo departamento.

—Genial —Se detuvo por un momento como si estuviese dudando el decir algo. — ¿Quieres que lleve? —Soltó de pronto. Me tomó desprevenida.