Inmarcesible. | Harry Styles. TERMINADA -corrigiendo-

Capítulo 42.

¡Últimos capítulos!
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Sólo necesitaba una explicación, saber a que se refería Cale y porque Harry lucía tan pálido, a punto de llorar y hasta un poco culpable. Verlo así me daba esa sensación de querer llorar también.

—¿Qué no le dijiste? —Reclamó Cale casi gritando.— Eres una mierda Styles, no te bastó con hacerle daño a Amalia si no que también quieres hacérselo a Bella. —Lo escuchaba hablar pero mi atención, mi mirada estaba fija en Harry. Su rostro se disculpaba conmigo, con cada uno de sus gestos me pedía perdón; llegó un momento en el que las lágrimas ya no cabían en sus ojos y sólo comenzaron salir, ¿QUÉ ESTABA PASANDO?

—No estoy entendiendo nada... —Hablé con un nudo en la garganta.— ¿quieres explicarme, Harry? —Reclamé y al mismo tiempo supliqué.

—¿Por qué no le cuentas, he? ¡¿Por qué no le dices que gracias a ti ahora está en peligro?! —“¿Qué?”— ¡¿Por qué no le cuentas que por tu culpa y tu imprudencia Amalia está muerta?!

—¡CÁLLATE! —Gritó Harry. Casi me desplomo mientras Cale hablaba, juro que en ese momento quería morirme. Quería gritar y salir corriendo, ¡maldita sea! La respiración se atascó en la garganta, me costaba respirar y de pronto todo me daba vueltas. El ruido, las voces comenzaron a hacerse muy lejanas; me sentía aturdida.— Bella, Bella ¿qué pasa? —Era la voz de Harry, se escuchaba bastante lejana a pesar de que estaba a escasos centímetros de mí.— ¡¿Ves lo que hiciste, imbécil?! —Le decía a Cale y después tomó mi cintura.— Amor, por favor mirame. —Sus manos fueron a mi rostro y mis ojos a los suyos los cuales estaban rojos, con miles de lágrimas al igual que los míos, seguramente. Y es que no podía evitar dejar de sentirme así, estaba tan mal y no podía hacer que el sentimiento de culpabilidad me abandonara sólo pensaba que Amalia estaba muerta y la alta probabilidad de que fuera en parte culpa mía y de Harry por escaparnos,  por ser irresponsables... no podía más. Entonces sentí que alguien me tomó de la mano e intentó jalarme, no fue brusco si no sutil. Era Cale.

—Vamonos, Bella. —Sólo hasta entonces Harry dejó de mirarme para verlo a él.

—Sueltala, no voy a dejar que te la lleves. —Estaban a punto de comenzar una pelea, lo supe por la forma en la que Harry se paró, lucía más alto e imponía. En cualquier momento soltaría el primer golpe y antes de que eso sucediera me posé en medio de los dos pero volteando hacia dónde estaba Harry.

—Basta. —No quería gritar, sólo quería que alguien me explicara que era toda esa mierda de la que estaban hablando.— Sólo quiero que alguno me diga que está pasando, ¿qué le pasó a Amalia? Ella no... no puede estar muerta ¿cierto? —Me dirigía a los dos, los veía a ambos y ellos sólo se quedaban callados.— ¿Harry?

—Ven. —Comenzó a caminar su departamento, quería que lo siguiera pero no estaba segura. Miré a Cale como pidiéndole permiso, ni siquiera sabía porque lo estaba haciendo, sólo asintió.

—Estaré aquí, esperándote. —Dijo en voz alta solo para asegurarse de que Harry escuchara. Comencé a caminar dentro del departamento y justo cuando entré Harry cerró la puerta evitando que Cale entrara. Me crucé de brazos y miraba al suelo, mi vista no era del todo buena en ése momento a causa de las lágrimas. Los zapatos del chico se hicieron visibles justo frente a mí pero no me atrevía a mirarlo; no podía dejar de pensar en lo que Cale había dicho, en ése “Amalia está muerta.”

—Me vas a escuchar, ¿verdad?, dime que aún confías en mí Bella. —Su voz se quebraba, no sabía como era que podía hablar sin que la voz se le fuera. Me negaba a mirarlo porque no sabía que creer, si lo veía llorando tan vulnerable sólo lo abrazaría y ni siquiera pediría explicación alguna. Sólo no podía dejarme llevar por el sentimentalismo, no era el momento. Su mano fue hasta mi mentón y con delicadeza lo levantó haciendo así, que volteara a verlo. Tenía tanta razón, sólo quería abrazarlo y consolarlo. La única vez que lo había visto de esa forma fue ahí precisamente, cuando todo lo que había entre Alonzo y yo había sido descubierto, sólo en ésa ocasión lo vi tan vulnerable como en ahora, sólo que debía controlarme porque necesitaba saber que mierda estaba sucediendo.— Dime que si lo haces Bella, dime que me escucharás, que confiarás en mí y que pase lo que pase no dudarás de lo mucho que te amo y de que jamás te haría daño, por favor dímelo. —Suplicó.