—Piénsalo Bella. —Exclamó Alonzo.— Creeme que lo que quiero hacer es por que en realidad me interesas y sé que apenas nos hemos visto dos veces pero es suficiente para mí. Creo plenamente en el amor a primera vista o... a primera noche. —Apenas podía ver su rostro, pues era bastante tarde y el interior de su carro estaba oscuro, pero estoy casi segura que había una sonrisa en él.
—Te juro que lo pensaré, no puedo darte una respuesta ahora... es algo tan... drástico.
—Entiendo. —Hizo una pausa.—. Yo volveré a buscarte, ¿De acuerdo?
—De acuerdo. —Sonreí y bajé de su coche.
*
No había parado de pensar en la propuesta que me había hecho Alonzo, sonaba bastante tentadora, sin embargo no haría algo así sólo porque sí y hasta cierto punto me llegaba a parecer un tanto extraña; es decir, nadie llega de repente y te ofrece tal cosa, sonaba algo ilógico.
Además me causaba una horrible preocupación y miedo el pensar que haría mi madre si yo aceptara, probablemente ella no podría hacer nada por su propio pie pero casi puedo jurar que recurriría a Robert y ¡Mierda!, el simple hecho de pensar en lo que sería capaz de hacerme me provocaba tanto miedo, hacía que la sangre abandonara mi cuerpo; entonces al pensar en todo eso, por un momento refuté la propuesta de Alonzo.
—Has estado jugando con tu comida desde hace media hora. —Dijo el señor George, sacándome de mis pensamientos.
—Oh... yo, ni siquiera lo había notado. —Lo miré, él me observaba analíticamente.
—Algo te preocupa, lo noto en tu mirada ¿Cierto?
—Usted siempre tiene la razón señor George, me conoce bastante bien. —Sonreí falsamente mirando al viejecillo.
—Niña. A tu edad lo único que debería preocupar es que ropa ponerte, o esas cosas que atormentan a los adolescentes —Manoteó como restándole importancia.— Sea cual sea la situación que te preocupa, sé que la vas a solucionar; eres más fuerte de lo que muchas personas creen, Bella. —Dijo, mientras ponía su mano por encima de la mía.
—Gracias, señor George. —Sonreí, gesto que él devolvió para después levantarse e irse.
Todos lo repetían. "Eres fuerte Bella" "Tienes que cambiar. " Y sabía que me lo decían con las mejores intenciones, pero no era tan fácil hacerlo como lo era decirlo.
La comida no me entraba, sólo me levanté de la mesa y de un poco de dinero y me fui de Krispy Krunchy Chicken. Comencé a caminar hasta llegar a la calle de dónde se encontraba el pequeño edificio de cuatro pisos dónde vivía.
Me detuve unos instantes antes de abrir la rejilla de seguridad. No, está vez no iría a encerrarme a mi departamento y esperar hasta que dieran las diez de la noche para comenzar a trabajar, como siempre lo hacía.
Guardé la llaves y decidida caminé hasta llegar a un centro comercial. Estaba tan cerca de mi casa, ¿Cómo era posible que nunca había ido a ese lugar? Era tan grande.
Comencé a caminar por todo el lugar, pasando por lindas tiendas de ropa, zapatos, y demás cosas.
Mi vista se fijo casi por inercia en la de un chico en especial. Él entraba a una tienda de ropa deportiva, no tardó mucho ahí dentro.
Estúpidamente, entré a una de las tiendas intentando esconderme de él. Me escondí detrás de un maniquí, que estaba justo frente a un gran cristal.
"¿De qué te escondes, estúpida?" Una voz resonaba en mi cabeza.
Agudicé mi vista para poder ver cuando Harry saliera de la tienda y así salir de mi escondite. Esto era tan... tonto. Tardé cerca de diez minutos y nunca lo vi pasar.
"Probablemente ya se fue." Pensé.
Decidida, me giré para salir del lugar.
—Hola. —Dijo en un tono divertido. Él estaba justo frente a mí, impidiéndome el paso.
—H-hola. —Tartamudeé.
—¿Qué estabas haciendo? —Dijo tratando de reprimir una carcajada.
—Yo..., —Sonaba patética.— Sólo compraba. —Su rostro se transformó en confusión; entonces observé la tienda en la que estaba. "Muy bien Bella, muy bien." Pensé.
Era una tienda de ropa interior para hombres.
—¿Y qué haces comprando aquí? —Estaba a punto de echarse a reír. ¡Dios! Me veía tan ridícula. Quería morir.
—Ehhh... —¡MIERDA! Que vergüenza. Ni siquiera podía mirarlo a los ojos.
—¡No me digas! ¿Estabas comprando algo para Alonzo? —Estaba casi segura de que comenzaba a ponerse rojo por reprimir tanto tiempo la risa.
—¿Qué? ¡N-no! ¡Agh! —Trágame tierra. Estaba furiosa y avergonzada. No permitiría que se burlara de mí ni un segundo más, puede que sea jodidamente atractivo y que me estuviera volviéndo loca por él, pero aún tenía orgullo. Pasé a un lado suyo decidida a salir de la tienda.
—¡Bella! Espera, espera. —Me tomó del brazo haciéndome girar, quedando frente a él. En realidad, hizo que quedáramos bastante cerca. Nuestros cuerpos estaban a unos centímetros de hacer contacto.
Nuestras miradas se conectaron y un montón de sensaciones recorrieron mi cuerpo. Su mano, aún agarraba la mía y pude sentir lo nervioso que de pronto estaba.
Su rostro se estaba haciendo más cercano. No estaba loca.
Su respiración y la mía chocaban.
Entonces, mi mente comenzó a mostrarme imágenes de Harry y Amalia. Y la rabia se hizo presente.
No podía permitirle que jugara así con mis sentimientos. Ni con los de ella. Aunque no estaba haciendo nada... creo.
Me obligué a dejar de mirarlo. Giré mi rostro y me aparte de él. Harry, se aclaró la garganta y dijo: —Lo siento, no era mi intención burlarme. —En su rostro aún figuraba una sonrisa; pero el ambiente aún era algo tenso.
—Está bien. Creo que... quizá actué de sobremanera. —Sonreí.
—¿Quieres ir por un helado? —Dijo, así como si nada. Algo me decía que no debía ir.
—Claro. —Pero nunca le hago caso a mis instintos.
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Inmarcesible. | Harry Styles. TERMINADA -corrigiendo-
Fanfic"La destrozaron y ella no podía entender porque la encerraban en un sótano lleno de hombres." -Mami... no quiero. -Dijo la pequeña Bella, mientras su madre la jalaba del brazo a la pequeña habitación del motel. -Bella. -Se detuvo. Se puso a la altu...