Inmarcesible. | Harry Styles. TERMINADA -corrigiendo-

Capítulo 40

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Estaba recostada en la cama, tenía los ojos cerrados pero no estaba dormida. Sentía que alguien me estaba observando. Había despertado desde hace un buen rato pero no quería abrir los ojos. Tenía miedo de abrirlos para encontrarme con que todo había sido un sueño, con que Harry y yo no estábamos juntos.

Sentí un tacto suave, que iba desde mi pelo hasta mi mejilla. Era muy delicado y cuidadoso, como si no quisiese "despertarme" aunque yo lo había hecho desde hace un rato. Decidí abrir los ojos cuando sentí sus labios en los míos. Me besó para después mirarme y decir "buenos días.". Era un gran alivio saber que no había soñado.

Sonreí viéndolo los ojos, la luz que entraba por la ventana hacía notar más lo verde y hermosos que eran.

—Extrañaba ver esos ojitos azules y esa hermosa sonrisa con hoyuelos. —Me dijo. No pude evitar sonrojarme ante su comentario.

—Yo te extrañaba a ti. —Sonreí y lo besé. Ni siquiera quería pensar en el futuro, deseaba disfrutar el momento sin importarme nada ni nadie pero no podía. Me sentía tan feliz, pero no por completo. Había algo que me impedía estar en paz. Trataba de alejar ese pensamiento y sólo concentrarme en él, en Harry; las cosas estaban sucediendo tan rápido y la situación era casi irreal y, mierda, aún así no era perfecto, no era perfecto por ese pequeño problema... ése problema llamado Amalia. Probablemente ella en ése preciso momento estaría arreglándose para su boda, emocionada poniéndose ese hermoso vestido blanco que seguro tenía, mientras que yo me había acostado con su prometido la noche anterior y ahora mismo estaba besándolo. Qué clase se persona era...

Dejé de besarlo de pronto y se extrañó ante mi reacción. Frunció el ceño y me miró extraño.

—¿Qué sucede? —Acaricié su mejilla y quité el cabello que caía en su frente. Las palabras se atascaron en mi garganta pero no podía dejarlas ni un segundo más ahí.

—Tenemos que regresar. —Me dolía pero debíamos hacerlo. Lo haríamos tarde o temprano y tal vez después sería demasiado tarde. Su rostro entristeció un poco al escucharme decir eso.

—Lo sé... pero no quiero. Quiero quedarme contigo. —Me abrazó recargando su cabeza en ni pecho cuál niño pequeño. Me dio un poco de gracia y ternura su reacción, no pude evitar sonreír.

—No podemos quedarnos para siempre aquí, tenemos que dar la cara. —Se recostó apoyándose en los codos. Su cabello estaba despeinado y algunos rizos le cubrían el rostro. Lucía tan gracioso que solté una carcajada quitándole lo serio al momento.— Estás despeinado. —Dije aún riendo.

—¿Despeinado? ¿Cómo? ¿Así? —Se sentó en la cama y comenzó a remover mi cabello por toda mi cara.

—¡Oye, no! —Me hinque y comencé a hacer lo mismo que él. Su risa y la mía resonaban en toda la habitación. Alborotaba mi cabello y yo el suyo. Las carcajadas tal vez podían llegar a ser exageradas pero eran tan reales, estaba a punto de llorar de la risa. Y si en ése momento me preguntaban si prefería hacer lo “correcto” o quedarme ahí con Harry, sin dudarlo elegiría estar con Harry... para siempre. Amaba escucharlo reír, verlo feliz y ser feliz con él.

En algún momento hice un movimiento torpe y caí de la cama, lo tomé de la mano para no caer pero él fue al piso conmigo. Cayó arriba de mí, su pelo estaba tan alborotado y al mirarnos, de nuevo comenzamos a reír como locos. Amaba ver como sus ojos se hacían pequeños cuando reía y lo perfecta que era su sonrisa, también me encantaba el sonido de su risa, porque era de esas que contagiaban y querías escucharla una y otra vez como si fuera tu canción favorita... amaba verlo así, lo amaba a él.