Genial. Tal y como esperaba. Aunque esta vez no me lleva a ninguna cafetería, sino que seguimos hablando en la fuente.
-Harry
-Dime -dice clavando sus ojos en mí.
-Me...¿me podrías acercar a casa? -le pido tras ver que él no me lo propone.
-Oh, claro, vamos.
Vamos al coche, me abre la puerta del copiloto con caballerosidad y me cede su mano para que suba al vehículo, cerrando la puerta detrás de mi una vez he entrado. Conduce hasta mi casa, y no mencionamos nada en todo el camino. Yo sólo pienso en qué voy a hacer para caer encima suya y besarlo. Volver a besarlo...
(...)
-Bueno, ya hemos llegado -dice, sin moverse de su asiento. Mierda, Harry, que entres conmigo.
-Eh...¿te apetece pasar? -insisto, por favor que diga que sí.
-Oh, no, no hace falta -pero qué difícil me lo vas a poner, pequeño.
-Venga, vamos, sólo un momento -acabo sacándolo yo misma del coche.
Entramos en mi casa y suelto un gran suspiro. Ha costado, eh, ha costado. Dejo el bolso en el sofá y enciendo la tele.
-Oh, Castle, mi serie favorita -dice Harry sentándose en el sofá.
-Claro, Harry, puedes sentarte a verlo -digo en un susurro, sarcásticamente.
Me siento a su lado y esperamos a que el capítulo, que por cierto es repetido, acabe. Harry mira el reloj y fija su vista en mí, dándome a entender que se tiene que marchar. Asiento a modo de respuesta y nos levantamos del sofá. Harry se dirige a la puerta, y yo tras él. Venga, Zoe, es hora de caerse. Hago como que tropiezo, y caigo encima suya. Nuestros rostros se rozan. Pero no como esperaba. ¿En serio le acabo de besar un ojo? Oh venga ya, ¡le he besado el ojo!
-Eh, l-lo siento, soy muy torpe con los tacones -miento, notablemente sonrojada. Qué vergüenza...
-No te preocupes -dice entre risas-. Bueno, ha sido un placer compartir la noche contigo. Nos vemos pronto.
-Igualmente -sonrío forzosamente y cierro la puerta-. Si...nos veremos pronto.
Dios mío qué vergüenza. Sólo quiero que pase este día y que esa imagen salga de mi cabeza ya. Ésto va a ser más difícil de lo que creía.
(...)
-¡¿Que le besaste un ojo?! -dice Anna con los ojos como platos. Creo que casi se le caen.
-Si...-Anna empieza a reír a carcajadas descontroladamente-. Oye, no ayudas mucho, ¿sabes?
-Lo siento, es que aún no me lo creo -sigue riendo unos segundos más y se relaja-. Vale, ya estoy. A ver, ¿qué es lo siguiente que tienes pensado hacer?
-Mmmm...A ver pues...mi cumpleaños no puede ser, faltan cuatro meses. El suyo mucho menos, queda más que para el mío. El hospital, obviamente no, no pienso drogarme sólo para eso. ¿El campo?
-Lo siento, hasta dentro de unos meses no puedo llevar a nadie -dice Anna disculpándose-. ¿No tienes fotos?
-Tenía, pero la cámara se la ha llevado mi madre a Londres.
-Ugh, es verdad...-rodamos los ojos las dos.
-Pues vamos batante jodidos...Sólo queda una opción.
-¿Cual? -dice con curiosidad. Suelto un gran y profundo suspiro y cierro los ojos.
-El teatro.
