-Only half a blue sky...-qué hermosa voz- ...kinda there but not quite...-¿esa voz es de...?-...I'm walking around with just one shoe...-¡Harry!-...I'm half a heart without you...
Abro los ojos, aún tumbada en la cama, de espaldas a Harry. No pienso interrumpirlo, esto es jodidamente perfecto.
-I'm half a men at best, with half an arrow in my chest, I miss everything we do...I'm half a heart without you.
-No sabía que cantabas -le digo aún de espaldas-. Y tienes una voz increíble -esta vez me dirijo a él de frente.
-Sí, bueno...no es para tanto -dice sonrojado, con su guitarra en la mano. Dios mío, pero mira que es mono.
-No, qué va, no es para tanto...-nótese la ironía-. Ahora en serio, Harry. Tienes una voz preciosa. Y la canción también, ¿qué cantabas?
-Es una tontería, lo hemos escrito los chicos y yo, solemos escribir cuando nos aburrimos.
-Pues hacéis canciones increíbles, un día quiero que me cantéis algo.
-Eso ni lo dudes, pequeña -esos malditos hoyuelos otra vez aparecen en sus mejillas.
Me pongo mi ropa interior, y Harry me da su camiseta. Aún no me creo lo que ocurrió anoche. He despertado desnuda y tengo marcas en el cuello, así que supongo que ha sido real... Bajamos al salón, y por la escalera ya se percibe el olor a alcohol. La música sigue encendida, pero no al mismo volumen. Liam está tumbado en el sofá, y la postura no tiene pinta de ser muy cómoda. Niall se quedó frito junto a la puerta principal, así que supongo que echó a todo el mundo de su casa. En la cocina está Zayn, roncando atado a una silla. En su tupé le han hecho trencitas, sus labios están pintados de rojo pasión, y una sombra de ojos azul da color a sus párpados. Esto es obra de los chicos, seguro. Me habría encantado verlo.
-Zayncita...-dice Harry con voz femenina mientras sacude suavemente a Zayn, bueno, "Zayncita"-. Cariño, ¿no sabes que para dormir hay que desmaquillarse? Eso es un pecado de la belleza.
-Mmhhm...-se queja Zayncita.
-¿Y cómo sabes tú eso, Harry? -le pregunto burlona. Catazo.
-Eh...p-por mi madre -parece una pregunta más que una respuesta- ¡Zayn, coño, que te despiertes!
-¡Ha sido Niall! -dice despertándose de un sobresalto-. Oh, Harry...creí que eras Louis.
-Me parece mentira que no reconozcas mi voz -dice fingiendo haberse ofendido. ¿Qué mosca les ha picado hoy a los chicos?- ¿Y qué es lo que supuestamente ha hecho Niall?
-Ah, larga historia -dice entre risas. Miedo me da.
Vamos a despertar a los demás chicos, excepto a Louis, que según dicen ha tenido noche movidita con Anna. A Liam le llenamos la boca con nata, aprovechando que la tenía abierta. Saborea la nata, abre los ojos y me arrebata el bote de las manos para seguir engullendo. Niall es muy diferente. A Niall no hay huevos de despertarlo. Harry, cansado, va a la cocina corriendo y vuelve con un pesado cubo con agua. Ése es mi chico.
Dejamos caer el agua helada sobre el rubio, quien parece ni inmutarse, simplemente abre los ojos y mira a Zayn, estallando en carcajadas. Zayn se dirige al espejo de la entrada.
-¿Pero qué...? -se toca las trencitas del tupé mientras su furia aumenta por segundos al observar el maquillaje- ¡Niall! ¡Quítame esto antes de que te encaje el cubo de agua en el culo!
-¡Ya voy! ¡Ya voy! -grita Niall con las manos en alto, en señal de paz, pero sin parar de reír aún.
Miro a las escaleras, y un Louis enfurecido tapándose su intimidad con una mano baja por ellas. Creo que esto tiene que ver con lo que dijo Zayn.
-Joder, ni una noche se puede estar tranquilo estando tú cerca, Niall. ¡Devuélveme mi ropa! -Zayn aguanta la risa, y me dedica una mirada cómplice, confirmando así mis sospechas.
Niall saca la ropa de Louis hecha un churro de entre los cojines del sofá y se la da. Louis se da la vuelta, menudo culazo tiene, y sube las escaleras.
Mientras Harry, Liam y Niall preparan el desayuno, ayudo a Zayn a quitarse el maquillaje y las trenzas.
-Oh, espera -noto mi móvil vibrar en el bolsillo de la camiseta que me ha dejado Harry-. Sigue tú, ahora vuelvo.
*Riiiiiiiing* *Riiiiiiiiing* *Riiiiiiiiiiing*
-¿Diga? -pregunto confundida, es número desconocido.
-Hola, preciosa, ¿no me recuerdas? -dice una voz masculina al otro lado de la línea, no contesto- ¿No? Es una pena, porque yo de ti sí.
-¿Q-quién eres? -pregunto, debo admitir que algo asustada.
-Soy Josh, sí, exacto, al que dejaste tirado en la fiesta de invierno meses atrás, preciosa -ese tono de voz me hiela la sangre-. Ese al que dejaste para irte con ese tío del cabello rizado. ¿Y sabes qué? Que eso no me gustó nada, preciosa.
-Déjame, Josh, no tienes derecho a hablarme así, yo no soy nada tuyo -la voz me temblaba notablemente.
-No, aún no, pero te prometo que pronto sí lo serás, preciosa -corta la llamada. ¿Por qué a mí? ¿Y por qué ahora?
Voy a la mesa con los chicos, lista para engullir las tostadas con chorizo y jamón de york. Sí, es raro, pero está jodidamente bueno. Aún así no me puedo sacar de la cabeza la llamada de Josh, y Harry lo nota.
-Eh, pequeña, ¿qué te ocurre? -dice casi en un susurro mientras frota mi espalda dulcemente.
-Nada, es sólo que...-piensa, piensa, piensa, piesa...-. Es sólo que tengo sueño, no he dormido mucho, supongo.
-Wow, Harry, no la has dejado dormir, qué fiera -dice Niall con una sonrisa pícara. Los colores del chorizo de mi tostada se me suben a las mejillas. Harry le da un empujón a Niall en el hombro, y todos ríen, menos yo.
Louis y Anna llegan bajando por las escaleras. Anna me dedica una sonrisa cómplice, y entiendo perfectamente a qué se debe esa sonrisa. Louis coge una tostada, sus llaves del coche y se despide con la mano, con la tostada en la boca.
Terminamos de desayunar, y Liam propone ir al centro, todos juntos. Harry me acerca a mi casa, y lo invito a pasar mientras me cambio de ropa, ya que ir al centro con la ropa de fiesta del día anterior me parece un poco guarro, no sé. Subo las escaleras lentamente, y siento los pasos de Harry destrás de mí. Abro la puerta de mi habitación y se la cierro en las narices rápidamente.
-¡Oye! ¡Déjame entrar! -dice, entre risas.
-¡De eso nada, que me violas! -dejo caer mi cuerpo contra la puerta, para hacer más peso sobre ella y que no la pueda abrir.
-¡Oh, venga ya, Zoe! ¡Que yo no hago eso! -sigue empujando la puerta.
-¡Faltaría más! -dejo de forcejear y me aparto, haciendo que la puerta se abra y Harry se caiga al suelo.
-Gracias -dice riendo en el suelo.
-No las des -intento ayudarlo, pero con la risa no puedo.
Saco unos pantalones cortos vaqueros y una camiseta de mangas cortas blanca básica. Me encanta vestir básica en primavera, no veo necesidad de ir con tanto adorno ni estampado encima. Me ato las converse rojas y Harry empieza a mirar en mis cajones. Maldito sea, en mi cajón de bragas no. Le arranco de las manos mis bragas de flores azules, pero contraataca y se abalanza sobre mí. Lleva sus manos a mi cintura y me mira fijamente. No, no, no, cosquillas no. Empieza a recorrer mi cuerpo con sus uñas mientras yo me retuerzo riendo a carcajadas. La pantalla de mi móvil se ilumina, tengo un mensaje.
Nº DESCONOCIDO: "Preciosa, como ese chico interfiera en mi plan voy a tener que quitarlo del medio. Así que tú decides, o te alejas tú de él, o lo alejo yo de ti. Piénsalo bien, preciosa."