Capítulo 29

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-¡ENFERMERA! -grito asustado.

La enfermera junto con el médico entran en la habitación. La chica se sujeta el pecho con la mano, en la zona del corazón, cuando ve a Zoe despierta. Normal, hace treinta segundos estaba muerta.

-¡Todo el mundo fuera de la habitación! -grita el médico, echándonos a mí y a el puñado de auxiliares que han entrado tras el médico.

Tras cerrar la puerta, aún con el corazón en un puño, corro a la sala de espera. Busco a la madre de Zoe, Elisabeth, quien está dormida, con la cabeza de Noah sobre su regazo. La dejaré dormir, serían demasiadas emociones en menos de doce horas.

(...)

Aún no soy capaz de asimilarlo. El corazón de Zoe no latía. No mostrabas signos de vida. ¿Qué coño ha pasado?

-Harry -dice Elisabeth, con lágrimas de felicidad en sus mejillas y una gran sonrisa en su rostro-. Está lista para verte.

Me levanto del suelo, otra vez. Van a tener que hacerme un asiento VIP en ese pasillo. Los nervios recorren mi cuerpo y mis piernas empiezan a temblar. Cruzo el umbral de la puerta y lo primero que encuentra mi mirada son sus ojos. Aquellos ojos que creí que nunca más volvería a ver brillar. Ahora me estaban mirando. Corro hacia ella y mis labios se unen desesperadamente con los suyos. La sensación es maravillosa. Ni siquiera mi primer beso fue tan especial.

-¿Dónde están esos hoyuelos, Hazza? Quiero verlos -dice de brazos cruzados. No le puedo negar su petición, y le dedico mi mayor sonrisa-. Eso es. Ahí están.

-Aún no puedo creerlo, pequeña. Creí que te había perdido.

-Pues no, aquí estoy, y con más ganas de salir de este lugar que nunca.

-Oye, que acabas de volver de la muerte, no te embales -digo entre risas, a lo que ella también ríe-. ¿Qué es lo primero que vas a hacer cuando lleguemos a casa?

-Dormir la siesta más larga de mi vida, tengo muchísimo sueño.

-A ver, a ver, espera...¿me estás diciendo que después de tres semanas sin abrir los ojos tienes sueño?

-Oye, lo creas o no, estar muerta cansa -dice haciendo pucheritos-. Además, estoy deseando estar en mi camita contigo haciéndome cosquillas en la espalda.

-Apoyo tu idea, pequeña.

(...)

Hoy por fin le dan el alta a Zoe. Los chicos y yo llevamos una semana preparando la bienvenida, con ayuda de Elisabeth. Abro la puerta de mi coche y ayudo a Zoe a sentarse en el asiento del copiloto. Conduzco hasta su casa, la ayudo a bajar del coche y se queda mirando la fachada de la casa.

Zoe's POV

-¿Qué te ocurre, pequeña? -pregunta Harry con el ceño fruncido.

-Nada, es que...echaba de menos mi hogar -no puedo evitar pensar en mi encuentro con papá, y una sonrisa aparece en mi rostro.

Harry mete la llave en la cerradura y abre la puerta. El olor a azahar inconfundible de mi casa invade mis fosas nasales. Bienvenida a casa, Zoe.

-¡¡¡SORPRESA!!! -gritan todos al unísono. Harry, Liam, Louis, Niall, Zayn, Anna, Gemma, la madre de Harry y su marido, mamá e incluso Noah.

-Pero seréis cerdos, no hacía falta una fiesta -digo pegando a todos fingiendo estar enfadada.

-Claro que hace falta, Zoe. Te la mereces por tu lucha -dice Gemma, abrazada a Liam. Vale, ahí hay algo. Lo que una se pierde estando muerta...

-Pequeña, voy a tener que cebarte a pasteles, te has quedado en los huesos -dice Harry llevándome a la mesa de la comida.

-Oye, pero tampoco me pongas foca, que hay que mantener la línea -paso mis manos por el contorno de mis curvas.

-Más vale que no hagas eso, pequeña, o no seré consciente de mis actos -me susurra al oído.

(...)

La fiesta termina, y descubro que, tal y como sospechaba, Gemma y Liam están juntos. Niall acaba sobado en el sofá, y Noah le pinta la cara con rotulador, creo que permanente. Noah no existirá mañana cuando Niall se vea en el espejo. El resto se han ido ya, excepto mi madre, obviamente, y Harry. Subimos a mi habitación, y me pongo mi pijama. Oh, qué dulce placer de los dioses llevar el culo tapado. Me meto en mi cama y dejo que cada uno de mis músculos se relaje sobre el blando colchón. Harry se desviste y queda en bóxers. Lo dicho, me quiere matar otra vez. Se mete en la cama conmigo y quedamos frente a frente, mirándonos en silencio durante un par de minutos.

-No te haces una idea de lo feliz que soy de tenerte de nuevo entre mis brazos -susurra Harry en mi oído.

-Y tú no te haces una idea de lo que me han gustado tus canciones -le digo, a lo que abre los ojos como platos.

-E-espera...¿me oíste cantar? -asiento-. Pero...¿cómo?

-No lo sé. Cada palabra que me has dicho, cada nota que me has cantado, todo lo he escuchado. ¿Sabes lo que sufría al no poder contestarte? Todas aquellas tardes, todas aquellas palabras que me has dedicado, cada lágrima que he derramado en mi interior por la impotencia que sentía. Aunque no me pudieses sentir yo estaba ahí, Harry. Siempre estuve ahí -me acerca más aún a él, y besa mis labios suavemente. Anhelaba sus besos, como nunca antes había anhelado algo.

-Sabía que estabas ahí. De alguna forma u otra lo sentía. Tu y yo estaremos juntos siempre, ¿verdad?

-Siempre. Harry...

-Dime.

-Me dijiste te amo.

-¿Qué?

-Antes de volver a despertar, me dijiste te amo.

-Ah, eh...sí, te lo dije.

-¿De verdad sientes eso por mí?

-Amar es poco, Zoe, comparado con lo que yo siento por tí. Jamás lo comprenderías.

-Lo comprendo perfectamente. Porque eso mismo siento yo por ti. Te amo, Harry Styles.

Sólo amigos, dijeron. || Harry Styles || Completada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora