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No existen accidentes ni coincidencias en la vida -todo es sincronización- porque todo tiene una frecuencia. Es simplemente la física en la vida y el universo en acción.
-Rhonda Byrne.
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Samantha.
Me encamino al aula de Física y Química en la siguiente puerta.
No sabía lo que me esperaba dentro de ella...
Entro al laboratorio a la cola de los rezagados y me detengo nada más poner un pie dentro del aula cuando entre la veintena de alumnos al primero que enfoco es a él, como si se tratara de un imán para mis ojos.
<<No... Otra vez no, por favor...>> lamento para mis adentros.
Él es Evan. Está aquí. Las pulsaciones se me multiplican y no es precisamente de la emoción. La impresión que me causa volver a verlo por poco me derriba. Siento como si el suelo temblara bajo mis pies movido por un seísmo y me tengo que agarrar con una mano al marco de la puerta para sostenerme.
La parte optimista de mi creyó que no volveríamos a coincidir, pero en el fondo me lo temía. El shock de volver a estar juntos en otra asignatura no me deja reaccionar después de lo que me hizo en el pasillo y soy incapaz de apartar la vista de Evan.
Él está atrás del todo del laboratorio, sentado al fondo central en una pose descarada que pone de manifiesto su chulería. Está reclinado contra el respaldo de la silla con las manos entrelazadas tras la cabeza y los pies encima de la mesa amenazando con tirar el microscopio a escasos centímetros de las sucias suelas de sus deportivas.
Entre los dientes sujeta un bolígrafo de tal manera que parece que lo esté fumando mientras mira al techo ausente. En un descuido se le cae el boli deslizándose por su ropa hasta parar en su regazo. Es una pena que no se lo haya tragado y se hubiera ahogado.
Es cuando Evan baja la vista para recoger el bolígrafo que sus ojos me ven bajo el umbral de la puerta y me saluda alzando la mano. Su pecho vibra por una risa no muy bien contenida. Todavía se troncha de mí por culpa de la Lista ¿O es por mi exagerada expresión entre susto y sorpresa? Quizá sea por las dos cosas.
El sonrojo me sobrecalienta las mejillas y me saca del choque emocional que Evan me causó. Quiero irme como si no hubiera llegado, salir de esta clase en la que apenas entré, fuera de Woodrow y, por más dramático que suene, también de El Sereno. Todo lo lejos posible de Evan, mi nuevo enemigo.
Un enemigo al que cogería un cariño que nunca le debería de haber tenido.
Desvío la mirada hacia el escritorio sobre la tarima. La silla está vacía. El profesor aún no llegó, me puedo marchar sin que se entere, pero nunca hice novillos. Las pocas veces que falté al instituto fue cuando me puse mala, aunque ya tengo venido estando enferma.
El primer día de instituto el profesor no explicará la primera unidad y mucho menos pondrá deberes, eso solo lo hace Matusalén. Lo único que hará será un aburrido preámbulo al resto de sus clases, así que no me perderé nada importante.
<<¿Qué hago?>> sopeso la idea dubitativa.
<<Huye.>> me recomienda mi instinto superviviente.
<<Siéntate ya.>> ordena mi sensatez.
<<¡Que corras!>> grita mi parte alarmista.
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Always 1 - Destinos Cruzados #PGP2017 #BLAwards2017
Teen Fiction"CUANDO DOS DESTINOS SE CRUZAN ES IMPOSIBLE SEPARARLOS" Hace años que Samantha MacAuliffe vive en un suburbio de Los Ángeles, pero todavía no se adaptó a la gran ciudad. A pesar de vivir en la capital mundial de la fama, la moda y la diversión, su d...