•|Será nuestro secreto|• (Dramione)

Hogwarts

Cuando el expreso bajo, un hombre alto y grande estaba esperando a los alumnos de primer año.

-¡¡¡Los de primer año conmigo porfavor!!!¡Los de primer año!- gritaba el hombre.

-¡Hagrid!- dijo Harry contento.

Siguieron a Hagrid hasta unos botes. Ron,Harry y Hermione fueron juntos en uno. Los tres quedaron asombrados cuando vieron el hermoso y gran castillo que se alzó delante de ellos.

-Hogwarts...- dijo la castaña soñadora.
Al llegar, una señora un poco mayor los recibió a las puertas del gran comedor. Llevaba una túnica verde oscura acompañada con un sombrero del mismo color.

-Soy la profesora McGonnagal. Esperen aquí hasta que se les llamen para la ceremonia.

La profesora entro al Gran Comedor, dejando solos a los alumnos.

-Vaya, vaya ,vaya. Parece que los rumores son ciertos. Harry Potter ha venido a Hogwarts.

Harry, Ron y Hermione se dieron la vuelta a la vez.

-Harry Potter....Es Harry Potter...- murmuraban los demás alumnos.

Draco se acercó a los tres amigos.

-Malfoy, Draco Malfoy.

Ron soltó una pequeña carcajada.

-¿Te hace gracia mi nombre? Pelirrojo, capa de segunda mano...debes de ser un Weasly. Otro pobreton más.

-Callate Malfoy- dijo la castaña.

-Vaya, la sangre sucia se atreve a hablarme-
Draco se acerca a Harry extendiéndole la mano.-Creo que puedo ayudarte a juntarte con gente de tu altura. Pronto te darás cuenta de que hay familia mejores que otras.

-Gracias pero creo que se con quién me junto Malfoy- dijo Harry.

El rubio casi lo asesina con la mirada, estaba a punto de decirle algo, pero la profesora los interrumpió.

-Silencio porfavor. Cuando sean nombrados, subirán a donde esté yo y se les pondrá en sombrero seleccionador, que les asignará una casa pudiendo ser  Gryffindor, Slytherin, Hufflepuff o Ravenclaw. Vengan conmigo porfavor.

Los alumnos siguieron a la profesora. El techo parecía el cielo.

-Es un hechizo, no es el cielo de verdad. Lo leí...En la historia de Hogwarts-Hermione le contaba a una chica que caminaba junto a ella.

-Bien, comencemos. Hermione Granger.

Hermione subió tranquilizandose. Draco, en la distancia, estaba muy pendiente de ella.

-Mucha sabiduría y ganas de aprender...Mmmm...¡Gryffindor!

Toda la mesa de los leones se levantó y, aplaudiendo eufóricos la llegada de una nueva integrante. Draco la miró. Le daba pena no poder ser amigo de la castaña, las represalias de su padre serían terribles si se llegará a enterar.

-Draco Malfoy.

Draco subió seguro y sin aparentar estar nervioso. Apenas el sombrero toco su cabeza.

-¡¡Slytherin!!

Draco esbozó una sonrisa de superioridad y seguridad; no tenía dudas de que iba a entrar a Slytherin.

Todos de la mesa de Slytherin aplaudieron.

–Todos los magos que han ido a Slytherin se han echado a perder- Ron se acercó disimuladamente a Harry y se lo dijo en voz baja, dejando al castaño pensativo.

-¡Ronald Weasly!

Ron subió un poco asustado.Le coloco el sombrero encima de la cabeza y se sobresaltó por la reacción del sombrero.

-¡Otro Weasley! Bien tengo muy claro dónde mandarte. ¡¡Gryffindor!!

Todos los de la mesa de Gryffindor aplaudieron y vitorearon.

-Harry Potter

Todo el mundo se quedó en silencio, murmurando quien era y observándolo con atención, incluido el director.

Harry subió un poco intimidado por toda los alumnos que tenían la mirada clavada en él.

La profesora le puso el sombrero.

-Dificil, muy difícil. Tiene valor como los de Gryffindor aunque también encajaría en Slytherin.

-Slytherin no, slytherin no- suplicaba el chico.

-¡Con que slytherin no eeh! Allí podrás aprender a ser un gran mago.

-Por favor- dijo el chico.

-Bien, entonces es mejor que estés en....¡¡Gryffindor!!

Todos los de la mesa de Gryffindor se pusieron en pie para aplaudir. El director aplaudía. Se sentó al lado de su amigo.

-¡Tenemos a Potter! ¡Tenemos a Potter!- gritaban los gemelos Weasley.

Los alumnos se fueron a sus clases guiados por sus prefectos. Draco no paraba de mirar a la castaña.

Hermione al llegar a su cuarto no podía dormir. Decidió ir a dar una vuelta por el castillo, aunque estaba totalmente prohibido.

Iba con cuidado. De pronto, apareció el gato de filch, el conserje. Hermione corrió pero, como no,  choco con algo.Estaba oscuro y no sabía con que o quien había chocado.

-Ouch...- dijo una voz familiar.

-¿¡Draco!?¿Que haces a estas horas aquí? Está prohibido.- dijo la chica levantándose.

-Lo mismo podría preguntarte Granger - dijo el chico un poco dolido por el golpe.

-¡Corre! ¡El gato de filch!

Hermione cogió del brazo a Draco, haciendo que este le siguiera. No sabía porque lo hacía, si por los minutos que estuvieron juntos en el vagón o por que.

Entraron a un cuarto donde guardaban las cosas de limpieza.

-Gracias por arrastrarme aquí contigo Granger- dijo Draco enfadado.

-De nada por salvarte de un castigo - dijo indignada la castaña.

Pasaron unos segundos un poco incómodos.

-Genial, mi primera noche en un armario con una sangre sucia...- dijo Draco.

- ¿Pero a ti que te pasa conmigo? Antes en el tren te caía bien, antes de que supieras que era hija de muggles.

- Es difícil de explicar pero...

Se paró al ver una lágrima cayendo por el rostro de la castaña.

-Ey no llores¿va? Está bien.Mira Granger, tú me caes bien pero mi padre es muy exigente. En toda mi familia nunca ha habido un muggle, y los magos hijos de muggles le parecen una traición. No me deja juntarme con ellos, dijo que si se enteraba me castigaría. ¿Lo entiendes ya?

La castaña asintió secándose las lágrimas.

-Sí quieres...Podemos ser amigos.¡ Pero nadie puede saberlo!

-Esta bien- contesto la castaña.- No diré nada.

Pasado un rato decidieron salir. Draco acompaño a Hermione a su torre.

-Buenas noches Malfoy- dijo la castaña extendiendo la mano.

-Buenas noches Greanger- dijo el platinado, mirando fijamente esos ojos miel que le resultaban altamente hermosos.