Draco llegó furioso al castillo. No había nadie en el. Se fue a su sala común, apretando los puños y pateando todo lo que se le cruzaba por su camino. Llegó a su cuarto y tiro con rabia todo lo que había en su escritorio. Se apoyó en el, con la cabeza agachada, haciendo que algunos mechones le cayeran por la cara. Le pegó un puñetazo a la mesilla y respiró profundamente para calmarse un poco.
—Necesito...calmarme—se sento en el borde de su cama con las manos tapándole la cara—¡¡Ese idiota de Krum!!—grito lo más fuerte que pudo.
Se levantó para dar vueltas de un lado a otro de su habitación.
Frustrado, salió para ir a una ventana del pasillo, donde se veía el lago negro.
Al llegar, se sentó en el estrecho borde que sobresalía, apoyó su cabeza en la piedra de la pared y observo detenidamente. Todos estaban en una piña de gente, gritando.
—Menuda gilipollez—apartó la mirada de la ventana y se sentó en el suelo, apoyando su espalda en la pared.
No podía quitarse la imagen de su Hermione, su novia, en los brazos de Víctor para darse calor.
Ya no sabía que hacer, solo podía esperar a que la gente llegara del lago, pero todavía tardarían un poco.
Las horas pasaron y todos los estudiantes estaban ya en el castillo para cenar. Hermione se ducho y se cambió de ropa. Bajó con Ginny a cenar. Harry tenía una sonrisa en la cara, sentado al lado de Ron hablando de la prueba.
—Ya tío como te digo. Llegamos al despacho de Dumbeldore y no me acuerdo de nada más. Flipante. Aquí te pueden hacer algo que ni te enteras oye—decia Ron mientras comía.
—Dumbeldore y sus locuras,ya lo conoces.
Hermione y Ginny llegaron a la mesa de los leones con una sonrisa. Se sentaron y se metieron en la conversación.
—Hermione ¿Tampoco te acuerdas de nada del despacho de Dumbeldore no?
—Para nada. Esque por la cara nos llama McGonnagall y llegamos al despacho y pum, seguro que nos aturdieron o algo, yo que se.
—Bueno Hermione, no tendrás queja de tu salvador—Harry empezó a parpadear rápido poniendo ojitos a Hermione.
—Tu Victor—Dijo Ron burlón.
Hermione se puso colorada.
—¡Callaos ya!—dijo con las manos en la cara y una sonrisa tonta.
—No sé yo si Krum es su príncipe azul—Ginny habló bajito, mirando para la mesa de las serpientes.
Hermione le pegó un codazo en el brazo, haciendo que está la mirara mal.
—Draco...—echo una mirada rápida a la mesa de Slythetin, buscando a su rubio.
Draco estaba apoyado sobre una mano, moviendo la comida de un lado a otro del plato. Se le notaba enfadado y mas frío de lo normal con todos.
La castaña se preocupó un poco. Espero a que saliera del comedor. Se dio prisa, no había terminado todavía y ya se estaba levantando.
—Draco amigo¿Dónde vas?
—Todavia no ha terminado la cena.
—Amigo...
Draco no contestó a ninguno. Salió del comedor sin ni si quiera mirar a Hermione. Está salió a los pocos segundos detrás de él.
—Hermione...
—Estoy cansada Harry, mañana nos vemos. —se despedía con una sonrisa.
Draco iba a paso ligero, sin pararse. A Hermione le costo un poco seguir su ritmo. Al llegar sigilosamente detrás de él, salto encima suya, pasándole las manos por los hombros.
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•|Será nuestro secreto|• (Dramione)
Hayran Kurgu•Draco Malfoy, sangre pura de la más antigua de las familias, el príncipe de Slytherin, se encariña con la sangre sucia, Hermione Granger, una verdadera Gryffindor, una leona que guarda...demasiadas sorpresas. No es solo que ella le cambia, ambos...