•|Será nuestro secreto|• (Dramione)

El troll

El sol entraba por la ventana de la habitación de Hermione. Se levantó, se dirigió al baño y se preparó para ir a clase. Le tocaba clase de encantamiento.

-Buenos días chicos Soy vuestro profesor de encantamientos Filius Flitwick. Bien. ¿Teneis todos vuestra pluma?

Los alumnos cogieron su pluma y la levantaron. Ron estaba apoyado sobre su brazo en la mesa, levantando sin ganas su pluma.

-Hoy aprenderemos el hechizo básico de levitación: Wingardium Leviosa. Repitan conmigo.

-Wingardium Leviosa- repitieron todos.

-El movimiento se varita es agitar y golpear. Vamos, todos juntos.

-Agitar y golpear.

-Bien. Vamos pruebenlo.

-Wingardium Leviosaaa.....- se oía en toda el aula.

-Wingardium... ¡LeviosÁ- dijo Ron agitando con fuerza la varita.

-Para para para. Acabaras sacándole un ojo a alguien. Es suave, agitar y golpear. Y además, es LeviOsa, no 'leviosÁ'- corrigió Hermione.

- A ver tu que eres tan lista. Inténtalo.

-Wingardium Leviosa- dijo Hermione mientras agitaba la varita suavemente.
La pluma de Hermione subió hasta casi tocar el techo.

-¡Muy bien señorita Granger! Chicos, aprendan de ella- dijo el profesor orgulloso.
Ron amontono sus libros y echo la cabeza en ellos enfurruñado.

La clase había terminado y Ron, Harry y Seamus caminaban por el patio de camino a la sala común.

-Es leviOsa no LeviosÁ- imitaba Ron a Hermione burlándose de ella- es una sabelotodo no me extraña que no tenga amigos.

En ese momento Hermione paso al lado de Ron chocando su hombro con el suyo. Se fue corriendo, con lágrimas en los ojos.

-Parece que te ha escuchado...- dijo Harry.

Era la hora de la comida y Hermione no aparecía. Draco la busco por la mesa de Griffindor pero no encontraba a esa castaña.

-¿Donde estará Hermione?- pregunto Harry.

-Esta en el baño de las chicas llorando.No ha salido de ahí en todo el día- respondía Lavender Brown metiéndose en la conversación.

De pronto las puertas del gran comedor se abrieron repentinamente.

-¡¡¡Hay un troll en las mazmorras!!! - gritaba el profesor de defensa contra las artes oscuras, Quirrell- Ale, ya lo he dicho- y se desmayó.

-Aaaaaaahhhhh!!!!! - gritaban todos los alumnos asustados, levantándose de sus asientos dispuestos para salir corriendo de allí.

-¡¡¡Silenciooooooooo!!!- gritó el director Dumbeldore- mantengan la calma. Los prefectos de cada casa os guiaran a vuestras salas correspondientes. Salgan el orden y mantengan la calma.

Los prefectos empezaron a llamar a sus casas. Todos los alumnos iban a paso ligero por los pasillos.

-¡Hermione!- gritó Harry- ¡Ella no sabe nada del troll, tenemos que avisarla cuanto antes! ¡Vamos!- le dijo a Ron.

Los dos se alejaron se sus compañeros para dirigirse al baño.

El troll se dirigía al baño de las chicas.
Hermione, al salir del baño secándose las lágrimas, se encontró al troll delante suya. Corrió a esconderse en el baño. El troll destrozo la mitad de ellos con su bate. Hermione salió de su escondite a gatas, poniéndose debajo del lavabo.
Harry y Ron llegaron.