Kihyun estaba sobre un sillón largo y negro, tenía un brazo en el suelo y la patita arriba de un almohadón. Los apuntes estaban todos tirados y de su boca caía un recorrido de saliva hasta la cuerina. Eran las nueve de la noche y de repente sintió un golpe en la puerta del baño y rodó hasta el suelo, gimiendo de dolor.
— C-chang... IM, ¿qué te pasa? — gritó completamente mal humorado, levantándose para ir al baño de la casa y encontrarse con que el espejo estaba roto y por todos lados había vidrios en el suelo. Un poquito de sangre en la mano del menor. Kihyun resopló y le miró a través de las astillas que seguían en la pared.
— Muy bien. Dos pasos hacia atrás y uno a mi lado. Ven. — formuló el más bajo y el chico le hizo caso como una máquina y enseguida estaba abrazándose como si se quisiera hundir para dentro.
—Odio que me toquen. ¿Por qué lo hacen? No puedo quitarme la suciedad. — susurraba el más chico, frotando la cabeza con pena.
Ambos vivían juntos desde hacía cinco años. Kihyun se había mudado al departamento del menor por petición de los padres del chico. Changkyun tenía problemas sociales, especialmente con el tacto y aunque se trataba todas las semanas con un psiquiatra no lograban calmarlo. Como si hubiese algo que le faltara, algo que podía controlarlo. Kihyun era el único y Chang había descubierto en su mayor una suerte de protección total, su burbuja de limpieza y perfección. Ambos eran estudiantes y los padres del menor eran científicos y nunca estaban en el país. Los de Kihyun vivían a media hora de distancia. Habían puesto un restaurante y ambos chicos se hacían cargo de eso. Podían vivir bastante cómodos con las ganancias que sacaban y lo que los padres de ambos les hacían llegar. Sin contar que el departamento estaba exactamente al lado del lugar, por lo que cualquier cosa que sucedía estaban a segundos. Incluyendo el bajo costo que les llevaba alimentarse. Básicamente se cuidaban entre ellos como si fuesen hermanos. Y casi que lo eran.
— Es mi culpa, perdón, tendría que haber mandado a Tae en vez de pedirte que vayas. Ya esta. Ven, vamos a dormir. —
Como una rutina Kihyun cubría sus heridas y las besaba, luego le daba caricias en la cabeza hasta que el menor caía dormido y él podía seguir estudiando. A diferencia de Changkyun él no era un genio dotado y la historia de la música del renacimiento estaba molestándole. Generalmente en la práctica le iba casi perfecto, la teoría era su único impedimento en el mundo. Y mañana tenía un parcial. Miró el sillón y lo odió.
— Uno mas... y vacaciones. — se auto convenció.
Para el final de la semana el receso de mitad de año había empezado. El bar estaba hasta las narices de gente todo el tiempo. Tenían cuatro empleados más que se dividían los turnos, si contar los cocineros, pero esa vez a Kihyun le tocó trabajar en la mañana y luego la noche, el lugar explotaba. Changkyun no iba los fines de semana, la cantidad de gente le aterraba y solía quedarse solo en la casa, esperando por su amigo.
El peli rosa estaba tan atareado que repartió el menú a una mesa y cuando sintió los dedos agarrados por una mano lo suficientemente gruesa para quebrarlo se asustó y saltó como un rayo.
— Oye amigo estoy trabaj-... — su rostro tomó unas tonalidades desconocidas y tironeó la manito sin lograr éxito en sacarla. Apretó los labios en línea recta y sus mejillas se inflaron instintivamente, miró al suelo.
— Ya tengo mi pedido. — Hyunwoo estaba sentado en la mesa, con la cabeza recargada en una palma y la otra mano sujetando los pequeños y frágiles dedos. Se quedó observando como Kihyun tenía la vista baja, le encantaba que no le mirara a los ojos sin que él lo pidiera. Parecía que había nacido para ser un bonito sumiso.
—Alza la vista. Buen chico. Tráeme la carne a punto con huevo a la plancha y ensalada. Y un malbec. Tráelo tú. — el morocho indicó pausadamente, el peli rosa había seguido la indicación de alzar la vista, pero sus cejas estaban apretadas y se mordía los labios. Es que se había sobresaltado cuando le habían dado el cumplido por hacer caso. ¿Acaso era un perro? Intuitivamente asintió y cuando lo hizo fue liberado.
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Café y Lágrima [Wonkyun|Showki]
FanfictionKihyun es un estudiante de música que trabaja en el restaurante de su mejor amigo, en la zona céntrica de Seúl. Hyunwoo es dueño de una discoteca gay que está a dos cuadras. Hoseok es dueño de otra que está a quince cuadras. Changkyun es estudiante...