Trick - Showki

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Los ojos de Kihyun estaban muy entretenidos mientras espiaba a Hyunwoo bañarse. Le habían dicho que esperara en la cocina, pero era su cocina y bueno, no importa, Kihyun es demasiado rebelde para siquiera hacer caso a algo así. Menos si sabe que le dejan mientras el otro se baña. Si no se entera no hay preocupación. Quién diría siquiera que lo iba a poder ver, la gente normal se baña con la mampara cerrada, pero sólo bastó abrir dos centímetros la puerta para poder tener la vista entera del moreno. Era jodidamente sexy. ¿Por qué sus anteriores parejas no lo excitaban así? Kihyun estaba teniendo una erección del puro morbo. Pensó en las posibilidades de masturbarse mientras lo miraba, pero no estaba seguro de que fuese una buena idea. Pasaron unos diez minutos en donde el peli rosa tenía el rostro rojo y los ojos dilatados. Estaba encandilado por toda esa belleza masculina, hasta los pelitos negros que seguían el camino hasta su entrepierna le encantaban. Cuando el moreno apagó el agua Kihyun se levantó del lugar. De verdad quería seguir mirando, seguro que cuando se secaba era más sexy.

Dio unos pasos atrás, sin querer desperdiciar ni un segundo de sus ojos. Su morbosidad le provocaría la desgracia. Sus pies no tuvieron mejor idea que enredarse y cayó redondo contra el suelo, se quiso agarrar de algo para no caer y terminó con un cajón arriba. Intentó no chillar y simplemente salir corriendo, pero ya era tarde. Hyunwoo salió del baño algo sorprendido y se le quedó mirando, pestañeando de a ratos.

— Y-yo... no te estaba espiando. — el mayor alzó las cejas y dejó escapar una risa a medias. Se acomodó la toalla en la cintura y se acercó a levantar el cajón, era de sus bóxers y ahora estaban todos desparramados en el cuerpo del más chico. Casi cliché.

— Pensé que tenías curiosidad por mi ropa interior, pero veo que era por otra cosa. Creo haberte dicho que me esperaras en la cocina. — Kihyun se entretuvo mirando los calzones y los estiró, moviendo la cabeza a los lados, bastante estupefacto por el tamaño, pero tenía sentido. Alzó la vista un segundo para ver qué tan preocupado debería estar por sus nalgas, por suerte le había sacado una sonrisa.

— Es mi cocina, yo podía hacer lo que quisiera... y yo quería mirarte. — sus mejillas enseguida se pusieron más y más rojas. La mirada del morocho se quedo algo pensativa mientras acomodaba el cajón y levantaba la ropa. Siguió por levantar al peli rosa por la cintura, no hubo forcejeo alguno, Kihyun le miraba atontado. Lo sentó en la cama y se giró enseguida para cambiarse.

— Quita tu pantalón y recuéstate boca abajo. — le habló con calma mientras se disponía a vestirse entero. El menor le miró por un rato y empezó a quitarse la ropa, ya estaba temblando. Cuando terminó abrazó la almohada y se quedó esperando.

Hyunwoo terminó de cambiarse y fue hasta la puerta.

— Quédate así hasta que vuelva. Iré a hacer unas compras. Asiente si me entendiste. — ¿Qué mierda? Se agitó en el lugar, iba a mirar hacía atrás por suerte decidió quedarse quieto. Sentía la mirada del moreno en su espalda. Escuchó unos pasos y le notó al lado. El castaño acercó la mano a la ropa interior, la bajo para dejar solo las nalgas afuera y las apretó de un jalón, lo suficientemente fuerte para hacerlo chillar.

— ¿Entonces? — Kihyun asintió rápido y hundió la cabeza en la almohada, apretando con los dedos las sábanas. Unos segundos después escuchó la puerta cerrarse. No se le ocurrió moverse, pero por alguna razón se había excitado demasiado. Trató de contar los minutos, quizá treinta habían pasado. Escuchó en las lejanías el sonido de la puerta y luego de un rato más la puerta de la habitación. Kihyun apretó las sabanas con fuerzas, expectante. Una caricia en sus pantorrillas le hizo retorcerse y unos castos besos en su cuello le llegaron hasta la punta de los pies cual relámpago. Un ligero espasmo le recorrió.

— Espero que me hagas caso la próxima vez. — Acarició sus muslos y luego aplastó el pequeño cuerpo contra su pecho, frotándole suave. Sintió algo duro entre las piernas del menor y le miró curioso.

— ¿Estás excitado? ¿Por qué? — consultó mientras le subía la ropa y deslizó los dedos para apretar el bulto entre sus piernas. Un gemido ahogado se escapó de los labios del menor y estiró el cuello a un lado, tampoco entendía porqué.

— Ponte el pantalón. Vamos a comer, traje carne con verduras. — los ojos del peli rosa temblaron y le buscó la mirada, no le había dicho que le contestara nada así que solo podía mirarlo y llorarle con expresiones. Hyunwoo le alzaba las cejas y tenía la sonrisa pegada al rostro, se levantó y le esperó en la puerta.

Si las miradas hablaran o pudieran golpear el moreno estaría en el hospital. Kihyun se puso todas las ropas y se acercó con mucho odio, vergüenza y un problema en sus pantalones. Suspiró cuando tenía que caminar, el roce ya le mataba. La mano del mayor le rodeó por la cintura y fueron hasta la cocina, Kihyun estaba desesperado por entrar ahí, pero su rostro se contrajo. La comida estaba puesta en la mesa ratona del living y le desviaron el camino antes de poder meterse, parecía premeditado. El peli rosa se mordió los labios y cuando Hyunwoo se sentó en el sillón se lo quedó mirando, le hubiese durado más el enojo si el más alto no hubiese palmeado sus piernas. La expresión del enano sufrió un colapso de emoción y se sentó como si el mundo dependiera de eso, abrazándose a su cuello. Las caricias no tardaron en llegarle, después de ser castigado -de cualquier forma- siempre recibía los mejores mimos.

— Abre la boca, traje papas fritas. Solo por hoy. — la sonrisa del más chico deslumbraba y aceptó la comida muy contento, mientras le masajeaban la nuca. Eso era vida. Comieron algunas papas mientras el canal de música se reproducía y luego Kihyun fue depositado como una joya valiosa a un lado, para poder comer la carne asada propiamente.

— Vamos a cenar. Wonho llamó ayer, tu bebé le cerró la puerta en la cara luego de largarse a llorar. Dice que no tiene idea de qué le hizo. Puedes hablarme. — aseguró al final mientras le cortaba los pedazos de carne y los llevaba a los labios contrarios, Kihyun miró alimento y lo engulló mientras le miraba, pensativo.

— Me dijo una de las empleadas del bar que estuvieron hablando un montón de tiempo. Pero él no me dijo nada así que estimo que debe haber sido culpa suya. Generalmente no reconoce cuando es alguien con buena o mala intención. ¿Trata de jugar a cupido, amo? — consultó curioso, sus ojos estaban oscuros porque a pesar de que amaba a su amigo y realmente quería verlo feliz con alguien, Kihyun seguía siendo un egoísta y estaba muy entretenido en desear al mayor. Hyunwoo le sonrió de lado y acarició sus mejillas, besándole el costado del labio.

— Termina de comer antes de pensar. Hoy necesito que estés muy fuerte porque quiero meterme en tu trasero. Ya no quiero seguir esperando. — el menor casi se atora y respingó apenado, se sonrojó y asintió, disponiéndose a comer una vez más.

— A Changkyunnie le gusta ir a la librería a comprar One Piece y lo lee mientras come ramen en la tienda de conveniencia de al lado. Sale los jueves. — comentó de una vez y Hyunwoo de quedó pensando y asintió.

— Se lo haré saber. — concluyeron ambos y el mayor repartió besos en su nuca, mordiéndola. Ya había perdido el apetito de comida.


:< perdimos. La vida es tan injusta. Pero no perdamos la fuerza. Nosotros somos la fuerza de Monsta X. Si nos dejamos vencer ellos caen. Los van a volver a nominar para Shine Forever.
MUCHOS ANIMOS A NOSOTRAS MONBEBES!

 MUCHOS ANIMOS A NOSOTRAS MONBEBES!

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Café y Lágrima [Wonkyun|Showki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora