Placer invisible +18 - Showki

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El peli rosa se concentró en leer todo una vez más. Claramente a la tercera vez empezó a sentir demasiada presión por todo lo que iba a tener que hacer. Pero Yoo Kihyun es demasiado orgulloso para echarse atrás y... todo eso le gusta más de lo que esperaba. Si su mama le viera estaría decepcionada.

En el final del pasillo Hyunwoo estaba acomodando cuidadosamente la cama y los almohadones. Había preparado cosas sencillas y placenteras para hacer notar más el deseo de ser dominado que tenía el menor. Hyunwoo lo supo el primer día que vio su actitud cuando miraba al suelo y temblaba a su tacto. Se había encandilado por sus ojos de miedo y deseo. El peli rosa era innatamente un sumiso perfecto, sin contar que era hermoso, pero tenía que hacérselo saber sin asustarlo y que no se le fuera como arena de las manos.

Volvió un momento después, le vio reprochar en la mesa mientras comía galletas y le pareció terriblemente adorable para existir.

— Ven. Vamos a probar una vez. — los ojos negros y profundos se clavaron en el moreno y el demonio en frasco pequeño se alzó para seguirle, sus mejillas estaban rojas y cuando le faltaba un paso para salir de la cocina se quedó duro.

Si paso la textura del suelo estoy acabado. ¿Piedra, papel o tijera? Bueh, ya no importa.

Y dio un paso al frente, Hyunwoo le estaba esperando entrecerrando los ojos que quedaban como líneas y le acarició la mejilla, como si pudiese leerle los pensamientos.

— Lo tomaremos con calma. Solo placer. — le comentó mientras deslizaba la mano hasta su cintura, levantándole la remera para sacársela.

— Recuerda lo que ya leíste y no habrá nada de qué preocuparse. Ahora levanta las manos, solo hazme caso. — Le hablaba relajado y el menor respondió acatando la orden, la voz del castaño era una canción de cuna.

Para el final del pasillo estaba solo con los bóxers puestos y sus piernas volvían a temblar. Kihyun se esperaba una habitación roja con pedazos de cuerina por doquier, pero solo había un bonito lugar clásico con una cama tamaño king en un costado y una pila de almohadones.

— Ponte arriba, deja las caderas sobre los almohadones y estira bien los brazos. — el peli rosa quería mirarlo recriminatoriamente pero por el contrario solo fue a acomodarse, su trasero quedaba levantado y apuntando al mayor y su cuerpo estaba reclinado contra el colchón, estiraba los brazos como le había pedido. Se sentía demasiado expuesto. Como una obra de arte recién hecha.

La mano de Hyunwoo se acercó a sus caderas y le fue bajando la última tela. Ahi estaba su trasero al descubierto, pequeño, redondo y pálido, dejó salir un suspiro por la sola expectativa. Enseguida un liquido caliente se deslizó por sus nalgas y paso por entre ellas, caían gotas hasta sus genitales y se removió algo incómodo. Kihyun abrió los ojos asustado por la sola imaginación de lo que venía y se giró para verle, pateando como gato asustado, ganándose un golpe suave en una pierna. Sus temblores hablaban más que su voz.

— ¿Ahora se te ocurrió hablar al respecto? Hazlo, habla. — el moreno suponía que todos esos movimientos tan bruscos se debían a que el peli rosa no estaba preparado para portar algo en su interior.

— Dos años. Ve despacio. — susurró y casi no se escuchaba pero Hyunwoo alzó las cejas y se quedó con más sorpresa de la que había esperado. Tragó saliva y apretó una de sus nalgas con fuerzas, tratando de controlar su excitación, el deseo de penetrarle le carcomía las entrañas.

— No me digas qué hacer Kihyun. — dijo en principio y luego pasó la yema de los dedos por su espalda, derecho hasta su entrada. El menor se retorcía de una forma hermosa, a todas partes, dejando ver las costillas de uno y otro lado. Sus brazos estaban estirados y los dedos hundidos en las sábanas.

Café y Lágrima [Wonkyun|Showki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora