Cutie and pie - Wonkyun +17

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Changkyun se mantenía pegado a la puerta de su habitación, temblando bajo los besos que Hoseok le repartía en el rostro. Tenía las dos manos del mayor sobre sus mejillas y orejas, se las acariciaba con calma, apretándole un poquito contra la madera. Apretujándole con el cuerpo. Se sentía tan excitado y su sangre le daba descargas eléctricas directas en la entre pierna y a la vez su cerebro largaba miedo para todos lados. Sus ojos querían despedir lágrimas pero a su vez no se quería despegar de sus labios.

¡Era tan difícil y contradictorio!

Tenía las manos sobre las muñecas ajenas, tratando con eso de controlar la situación aunque sea un poco.

— Changkyunnie... déjame acariciarte sobre la ropa. No te tocaré nada de piel. No tendremos contacto. No tengas miedo. — Hoseok había aprendido a controlarse un poco, ese día cumplirían cuatro semanas desde que habían empezado a salir oficialmente y Kihyun les había dejado la casa para que cenaran juntos. Los ojos del castaño estaban llenos de lágrimas y le costó asentir a sus pedidos, no quería seguir haciéndolo sufrir, temía que lo terminara abandonando otra vez por toda la insatisfacción que le daba.

El más alto, que ahora tenía unos cabellos perfectamente negros, pasaba la mano derecha por la cintura ajena, solo por arriba de la tela, masajeándole como si fuese un tesoro. Comenzó a besarle el cuello hasta llegar al borde de la ropa, desde ahí era terreno peligroso y denegado. Hoseok le había dejado marcas en la zona de la nuca anteriormente, pero nada era tan prohibido como su torso. Aún así comenzó a bajar, buscó sus pezones por sobre la remera y los besó uno a uno, bajando con las manos por sus caderas, mordía la tela y le apretaba las nalgas, estrujándolas fuerte contra él. Miró hacía arriba tratando de asegurarse de que el chico estuviese disfrutando. Changkyun efectivamente estaba sintiéndose bien, no solo su entrepierna, su rostro era un mar de sonrojos, se mordía los labios mientras le miraba, sus ojos dilatados y las orejas completamente rojas. Hoseok sonrió ante la expresión y empezó a subir con la cabeza, pasando por sus pezones otra vez, ahora para masticarlos, apoyando la mano buena en su muslo, la fue desviando hacia dentro, rozando su miembro por arriba del pantalón. Le empezó a frotar y Changkyun dejó escapar un grito. Inmediatamente el peli negro se apartó y se subió entero para ver que el chico estuviese bien. Su rostro era total preocupación.

— No... no pares. — se quejó y dejó escapar un bufido. El mayor no pudo controlar su risa y le besó la mejilla, asintiendo a sus pedidos. Bajó la mano una vez más, ahora sin agacharse. Era tan caliente verlo así, se podía imaginar su excitación y lo duro que estaba. Empezó a franelearlo por sobre la tela del pantalón, apretando fuerte, moviendo de arriba hacia abajo. Las expresiones del castaño eran hermosas, abría los labios y los cerraba. Se mordía y estiraba el cuello a un lado, provocando que el peli negro bajara a lamerle y besarle toda la piel y oreja, jadeos más intensos salieron de parte del menor. Claramente era una tortura hacerlo así. Apenas podía sujetarle correctamente. Aún así no se detuvo, lo empezó a hacer con más violencia cuando sintió los gemidos un poco más fuertes y se acercó para besarlo en los labios, le aplastaba la lengua hasta el fondo y mordía cuando salía, de un lado al otro, sin dejarlo pensar en absoluto. Unos minutos más tarde un sonido en seco y un temblor le hizo saber que el chico se había corrido. Estaba agitado y sus mejillas tenían un hermoso color rojo. Hoseok se dedicó a besárselas hasta que se quedó fijo mirándolo y suspiró, apoyando la frente en su hombro, acurrucándose como un niño.

— ¿Puedes mirarme? Mírame mientras me masturbo. Déjame imaginarme que te lo hago. Solo préstame tu mirada. — Changkyun quedó completamente ido con el pedido y se excitó de solo imaginar el cuerpo desnudo del chico. Claro que ya se lo había imaginado, pero nunca lo había visto y la expectativa lo mataba, estaba seguro que no debía existir nada más perfecto en el mundo. Empezó a temblar, su esqueleto le escocía. Finalmente subió una mano para acariciarle la nuca, pasaba las yemas de los dedos por su piel. Le asintió, girándose un poco para poder besarle el cuello, la piel blanca del mas alto se ponía rosada al instante y Changkyun no se pudo controlar y dejó una pequeña marquita cerca de la nuez de Adán, Hoseok le miró con una ceja alzada y se mordió los labios.

Café y Lágrima [Wonkyun|Showki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora