Café y Lágrima [Wonkyun|Showki]

Noche tenebrosa 4 - Showki

Faltaba solo un rato para el espectáculo de las telas, Hyunwoo finalmente le había dicho que fuesen a la pista de baile y obviamente que él no se iba a negar. Tampoco podía, pero su imaginación volaba muy alto de imaginarse las caderas del moreno sacudiéndose en plena multitud contra él.

Oh, pensamientos indecentes. ¿Por qué soy así?

El peli rosa se había encontrado sorprendiéndose de sí mismo más de la cuenta las últimas semanas. Todo le parecía tan perfecto y caliente. Y Hyunwoo era especialmente dedicado en hacerle sentir bien y no ser un demente controlador como Kihyun se imaginaba a los dominantes del sadomasoquismo.
El moreno se tomó el trabajo de indicarles a los otros dos que se iban, sujetando al menor por la cintura.

Salieron directo a la pista que estaba llena de luces y algunas burbujas volaban por arriba, la música era buena, sonaba un fuerte pop movedizo. La sonrisa del peli rosa estaba en todo su rostro, pero cuando se giró a verle agachó la cabeza sonrojado y se mordió los labios. Acababa de sentir la mano ajena sobre su nuca y le levantaban para besarle. Se sentía jodidamente bien, era una película romántica barata y eso le encantaba. Alzó las manos enseguida, apoyandose en los anchos hombros para hacer más puntitas de pie. Se tendría que haber puesto centímetros en los zapatos ese día, pero sabía que a Hyunwoo le gustaba bajito aunque fuese incómodo. Jadeó apenas y los brazos le sujetaron la cintura.

— ¿Y si tenemos sexo en público? Me gustaría meterme en ti ahora mismo. No. Podría lastimarte, no estás preparado. Ah, tu cara de decepción. — las frases eran cortadas y espaciadas pero solo él podía hablar y su risa resonó en los labios ajenos por estar tan pegados. Es que a Kihyun le había dado un temblor al escucharle y se había excitado de repente y luego, como una oleada le bajaron de la ensoñacion. Para peor no podía decir palabra alguna y se mordisqueaba los labios furioso y con las mejillas tan infladas como un hámster, finalmente se acercó a besarlo él mismo, buscando de esa manera el permiso del mayor para charlarle de lo mucho que quería golpearlo. Hyunwoo se lo quedó mirando y estaba pensativo, como si dudara sobre dejarlo o no hacer, moviéndose hacia atrás sin dejarlo llegar. Finalmente se agachó para darle comodidad cerca de su rostro al pequeño chico.

— Abre la boca, saca tu lengua. Si aguantas sin tambalearte hasta que te suelte podrás decir lo que quieras pequeño. —

Maldita sea Hyunwoo, hay un mar de personas aquí alrededor. Oh. Oh, no te acerques así...

Sus ojos se dilataron y se sonrojó más de lo que creía aguantar. Bajó los parpados y sacó la lengua, no pasó demasiado tiempo hasta que le tuvo mordiendo, tironeando y bombeando su músculo. Fue casi gracioso, no duró ni medio minuto que sus piernas se aflojaron. Hyunwoo tuvo que hacer movimientos torpes y pasos hacia delante para agarrarlo sin volcar el vaso de vino. Le apretó fuerte contra el pecho para que no se le resbalara de las manos.

— Eso no está bien. Tendremos que arreglar tu resistencia. Ven, bailemos de verdad. ¿Te gusta bailar? Respóndeme. — pidió con calma, las manos del peli rosa estaban hundidas en la camisa ajena y escondió la cara absolutamente avergonzado, se le acurrucó un poco más y asintió. Recordó tarde que era 'respóndeme' y no 'asiente'. Para cuando estaba por modular las palabras ya era tarde y Hyunwoo le había agarrado los cabellos con fuerzas, haciéndole mover la cabeza hacía arriba. Sus tironeos nunca dolían, sino que eran secos y le movían brusco hacía dónde él quería. Se topó con sus pupilas negras y tragó saliva. Ni siquiera podía pedir perdón. Usó una de sus pocas alternativas y alzó los brazos, lo escaló con las piernas como una araña y se abrazó para besarle, hundiéndole la lengua todo lo que podía. El chiste era besarlo, no había tupías en los métodos que se usaran.

Hyunwoo no dudó en morderle con fuerzas, sujetándole con un brazo por las caderas, con el otro brazo seguía agarrando su copa, arañó sus delgados labios hasta dejarlos rojos y le miró esperando las palabras que quisiera decir.

— Umgh... si olvidas mi error, te haré olvidar el enojo. — le susurro bajito y lento y parece que fue suficiente para hacerlo sonreír porque le apretó la cintura con fuerzas y empezó a moverlo de lado a lado, haciéndolo girar, sus caderas se estampaban y en algún momento lo volteó para dejarlo con la espalda en su pecho. Los movimientos del mayor eran absolutamente perfectos, duros y fuertes. Parecía ir directo con la música como si esta pudiese verse y tocarse. Kihyun estaba completamente excitado y se lamentaba no poder seguirle tan bien el ritmo, pensó seriamente en empezar clases de baile solo para ello.

— Sigo esperando que me hagas olvidar el enojo. — susurró pasada una canción y Kihyun le miró de reojo y sonrió, mostrándole todos los dientes perfectamente blancos y gigantes que tenía. Apoyó un dedo sobre sus labios, dándole a entender que se callara y luego apuntó hacía arriba. La pista se estaba abriendo, iba a empezar el espectáculo de telas.

Hyunwoo miró curioso y Kihyun enseguida de acercó al moreno y le abrazó por el cuello olisqueando su piel, una mano en su cintura le hizo alzarse del suelo y se movieron a un lado, logrando tener mejor ángulo para ver el espectáculo. El principio ya fue explosivo, cayeron personas desde el cielo y quedaron solo a un metro de sus cabezas, el peli rosa lanzó un gritito y se quedó agarrado del otro con fuerzas. Pasaron al menos diez minutos de absoluta emoción y luego el menor se sintió llanamente observado. Miró a los lados, Hyunwoo tenía la vista fija en el espectáculo. Después de un rato logró ver al culpable, Minhyuk estaba a no más de seis metros con varias personas alrededor. Movió la mano apenas, esperando que Hyunwoo no se diera cuenta. Tuvieron una conversación casi telepática. Su amigo le apuntó y luego hizo unas señas obsenas con la mano como indicándole si se trataba o no del tipo de la otra vez. Kihyun asintió y se sonrojó. El rostro del chico parecía extraño. Hizo un 'ohhh' con la boca y movió la cabeza a un lado, luego se quedó mirando a un chico a su lado. Era de la misma estatura que su amigo o quizá un poco más bajo. Tenía la mirada triste y parecía hacer morros. Sus ojos eran muy pequeños pero era bonito, extraño.

Los pensamientos el peli rosa se vieron interrumpidos por las manos de Hyunwoo que le agarró las caderas y las apretó contra su entrepierna, haciéndole saltar en el lugar. Alzó la cabeza y se perdió en la sensación, olvidándose al instante de la gente que le miraba. En seguida subió los brazos intentando subirse a él para besarle pero fue en vano y Hyunwoo se reía de su tristeza.

El espectáculo llegó a su fin unos treinta minutos después y Hyunwoo se volteó, habían quedado apoyados en la pared por lo que acorraló al chico con un brazo, parecía enojado. Kihyun no entendía por qué si hasta hace un segundo estaba bien. — Se que estabas charlando con alguien en silencio. No me gusta que te quieras pasar de listo, ¿con quién hablabas? —

Oh. Tengo miedo.

Kihyun literalmente tembló, quería mimetizarse con la pared. Miraba hacía abajo, sabiendo que no podía hablar y que en cualquier momento se iba a poner a llorar y probablemente iba a recibir mas castigos por ello.
Lamentablemente no se pudo contener y gimoteó bajito, conteniendo la respiración, sus labios ya estaban rojos por la irritación del llanto, las manos del mayor se acercaron a su mentón para levantarlo y se quedó mirándole por un rato, luego le soltó. El peli rosa se sintió vacío y le abrazó tan rápido como pudo, sin dejarle ir, aunque ni siquiera sabía si se estaba yendo.

Por las dudas.

— Vamos, camina. — le forcejeó con cuidado, Hyunwoo nunca le lastimaba, pero sus palabras y su sequedad le dolían peor. Le llevó de la mano hasta el salón en el que estaban antes. Se acercó a la ventana de la barra y la cerró con traba.

— ¿Por qué sigues con ropa? —

Y hasta acá llega esta parte 🤧