Café y Lágrima [Wonkyun|Showki]

Ropa rota - Wonkyun +16

Changkyun miraba atentamente a Hoseok entrar en su departamento. Iban a salir al parque para disfrutar del aire libre y el mayor quería correr un rato, al castaño le pareció entretenido, aunque esperaba que no hubiese mucha gente. El calor había empezado y con ello todos en los parques, sudados y con olores que él quería evitar a toda costa. Su novio aparentemente también porque tenía una sudadera que dejaba ver casi todo su torso, con suerte tapaban sus pezones y unos pantalones sumamente cortos color naranja, ni calza llevaba abajo para que al menos no se le viera la ropa interior si estaba sentado y por último zapatillas deportivas, lo único normal en todo su vestir.

El más joven estaba con el celular en la mano recostado perezosamente en el sillón cuando le vio entrar por la puerta de la casa, Kihyun se había ido así que en el paso le había abierto la puerta. El peli negro -pues ahora Hoseok tenía un brillante azabache- entraba sacándose una gorra de la cabeza, con una sonrisa tan radiante como el mismo sol. Sin contar que cada día que pasaba estaba más ancho de hombros. Changkyun suspiraba cada que le veía, aunque seguía pareciendo demasiado gay, demasiado niño tonto. Bueno, era suyo al menos.

— ¡Changkyunnie! ¿Estás listo? Traje jugo. — la mirada del otro estaba clavada en su persona, tenía el entrecejo fruncido y negaba, finalmente suspiró y dejó el celular a un lado. Se levantó y fue al mayor con pocas pulgas y los brazos en su cintura.

— Sí, estoy listo, oye, ¿no tienes ropa normal? ¡Se te ve todo! — colapsó finalmente, alzando los dos brazos a la altura de su rostro. Hoseok bajó la cabeza para mirarse, subió los hombros un poco, luego negó. Su sonrisa fue de oreja a oreja y alzó una mano para acariciar con la punta de los dedos el mentón del castaño como si fuese un animalito.

— Creo que no. Toda mi ropa de verano es así amiguito. Deberías copiarme, vas a morirte con ese pantalón largo. Hace calor, ¿estas celoso? — sonreía como si nada y enseguida se acercó más para acariciar los suaves cabellos y comenzó una carrera de besos hasta su cuello. Changkyun solo consiguió removerse unos centímetros y frustrado soltó un par de maldiciones.

Así no se puede vivir.

Un jadeo bajito y ya sabía que iba a terminar explotando en las mejillas, por lo que se movió para todos lados dando manotazos, como espantando moscas.

— ¡Yah! Ya entendí. No estoy celoso... no tienes vergüenza. Eres un desvergonzado, alérgico a la ropa. — exclamó unas cuantas veces mientras iba a la cocina para agarrar el bolso que Kihyun les había hecho con algo de comida. Sentía los pasos ajenos por detrás y luego los brazos firmes que le rodearon, apretándole tan fuerte que parecía querer metérselo dentro de su pecho. Changkyun dejó escapar un quejido y luego se retorció a un costado, Hoseok estaba besando su hombro por arriba de la remera, un espacio que todavía no habían habilitado, bueno, acababa de hacerlo. Comenzó a morderlo y el más bajo lanzó un gritillo lo suficientemente agudo como para alertar.

— Tranquilo hongo de suelo, no te hago nada. Calma, solo quiero tocarte un poco. Me excita cuando te pones así tan demandante conmigo. ¿Qué nos preparó Kiki? — Changkyun rodó los ojos al menos tres veces en esa sola oración, pero no pudo responder correctamente porque el peli negro no paraba de frotarse por detrás, abrazándole y franeleandole como si fuese una toalla para secarse o algo parecido. Le obligaba a soltar pequeños quejidos ahogados hasta que sus manos cayeron firmes a la mesada, sosteniéndose del filo del mármol, dejando allí sus miedos estacionados.

— No sé... pero ramen seguro que no. — entre tartamudeos logró decir, lo que hizo que se escuchara la dulce risa del mayor, quien se separó dejando un beso en su nuca antes. Tomó el bolsito en su hombro y fue a la puerta, seguía manteniendo una sonrisa radiante, tanto que Changkyun creyó que podía derretirlo igual que el sol al helado.