Café y Lágrima [Wonkyun|Showki]

No se llora por amor

Kihyun estaba sentado en un sillón del restaurante, tenía las piernas arriba y la cabeza en las rodillas mientras miraba atentamente el celular. Changkyun estaba llegando a él con una bandeja de pollo frito y aperitivos, siempre era igual, su amigo y hermano mayor tenía una fascinación demencial por esa comida. Se sentó frente a él y acomodó el cuenco de ramen que se había traído, moviendo los fideos con los palillos varias veces antes de llevarlos a su boca.

— Todavía sale en las noticias. Estoy cansado que me miren en la universidad. Un profesor me dijo que me regalaba la materia para ayudarme. ¡No tienen decencia! ¿Parezco tan tonto? Dime. — la voz resongona del mayor explotaba en bufidos y movimientos en el aire con el pollo mientras engullía la carne indiscretamente. Había terminado por bajar las piernas y ahora golpeaba el suelo de a ratos, disfrutando las bocanadas que daba mientras mojaba los pedazos en salsa. Su cuerpo estaba ligeramente más suave y redondo, por suerte consiguió ganar mas de la mitad del peso perdido pero algunas cosas seguían siendo casi como una explosión a su debilitado estómago.

— Come despacio, hyung. El abogado dijo que el chico ese podría haber sido obligado, como si antes le hubiesen lavado el cerebro como te lo quería lavar a ti. Suena a una película de terror. Solo esperemos que no salga del psiquiátrico y que ese amigo no se acerque. No te quites el gps de llavero y usa el botón de pánico. ¿Hyunwoo hyung qué dice? — preguntó al final mientras arrastraba el cuenco a su boca y dejaba caer el liquido caliente con grata felicidad. Escuchó a su mayor atento, Kihyun seguía enojado porque el moreno había visitado a Jooheon y éste casi le había querido besar. Por suerte la vista le había aclarado que lo amaba cuando escuchó las palabras que había utilizado para frenarlo. De otra forma probablemente el moreno hubiese sido asesinado a sangre fría. Changkyun le entendía, aunque odiaba que hubiesen empezado a salir con dos tipos que tenían una vida de noche demasiado amplia. Cuando estaban en cualquier parte gente desconocida los saludaba. Suponía que era el karma, algo malo habrían hecho para ganarse eso.

Enseguida sus pensamientos tuvieron que hacerse a un lado porque un dedo se hundía en su brazo, enviando una corriente de asco a cada parte del cuerpo. Cuando volteó con todo su rostro de 'te mataré y despellejaré' un chico pequeñísimo de cabellos rojizos y mirada dulce se hizo presente. Llevaba labial puesto y por alguna razón le resultaba infinitamente conocido. Su sonrisa era dulce aunque tenía los dientes ligeramente torcidos como un japonés. Asombrosamente sacó la mano con susto, como si hubiese recordado que no podía tocarlo.

— Soy Sam, ex de Hoseok. Lo siento, seguro no me reconoces porque no vine de chica, es que acabo de salir del gimnasio. ¿Me puedo sentar? ¿Estás ocupado? — pareció desviar la vista a Kihyun, quien tenía una ceja alzada que casi sale disparada lejos de su rostro. Kihyun masticaba con fuerzas y enseguida movió la mano como si quisiera alejarlo de su amigo.

— ¿De qué año eres? ¿Qué quieres de mi Changkyunnie? — le apuntó con un pollo lo más amenazante que pudo, el pequeño chico se sentó sin cuidado y empezó a reír, desperdigando un aura de ternura que hizo incapaz a Kihyun de seguir con sus amenazas. Negó frustrado y miró al castaño claro por respuestas. Su amigo parecía demasiado sorprendido, sus ojos parecían dos esferas gigantes de fútbol, Hoseok no le había dicho que era un hombre. Aunque si lo pensaba bien, Hoseok conocía demasiadas personas de diferentes tipos de formas y sexualidades y siempre las trataba con ese respeto que le había fascinado tanto. Era un hombre bueno.

— Creo que mayor que ambos porque soy de la edad de Hoseokkie. Changkyunnie me dijo que podíamos ser amigos, ¿no es así? — el apodo provocó que el susodicho se revuelva en el asiento y asintiera bajamente, sintiendo las mejilla arder lentamente. Por suerte su inquietante mejor amigo comenzó a hablar como si no hubiese un mañana y en menos de media hora ya conocía la vida entera del ex de su novio. No estaba convencido de que fuese algo bueno.