Changkyun estaba yendo a entregar unos capítulos de la tesis al decano de su carrera. El joven chico iría en tercer año de no ser porque había adelantado materias y ya solo le quedarían algunas pocas para rendir a finales de año. Él realmente se quería recibir y no tener que ir más a la universidad. Tres años habían sido muchísimo mas que suficiente, estar por tres más no era una opción. Al principio había estado a punto de elegir administración por ser una licenciatura y durar poco tiempo, pero era mejor ser ingeniero y él dudaba de muchas cosas, menos de su cerebro.
En la universidad había gente por todos lados y la mayoría de los que cursaban con él siempre se habían querido aprovechar, sacándole apuntes, copiándole o burlándose de sus pocas habilidades sociales. Como fuese, odiaba a todos y por sobre todas las cosas no los necesitaba. Era inteligente. El único problema era cuando a los demás no les agradaba su actitud y se volvían fanáticos de la burla. O cuando tenía que hacer trabajos en grupo y se volvían individuales porque hacía todo él.
En ese momento, días antes de que el verano empiece estaba a unas cuadras de la universidad cuando sintió unos cuantos pasos detrás suyo. No les dio importancia, solo se acercó a la pared para que no le pudiesen chocar ni rozar. Era raro que no lo pasaran, siempre caminaban todos más rápido.
— ¡Changkyun-ah! ¿Eres tú? — el castaño claro no miró hacía atrás y solo empezó a caminar rápido, empezaban a temblarle las partes. Esa voz le sonaba asquerosamente familiar. Y no le caía bien, nadie lo hacía.
Como se lo esperaba, sintió una mano en su hombro. Sus piernas se aflojaron y forcejeó para sacarle. Escuchó la palabra 'imbécil engreído' aunque estaba demasiado concentrado en no morir del asco para darle importancia.
— No me toques. — su voz grave y rasposa salió algo nerviosa y dos chicos y una chica estaban mirándole, el que le agarró no tardó ni dos segundos en darle una patada en las canillas.
— Soy tu mayor, basura. Sabes, quería preguntarte nuevamente si podías ponerme en la tesis. Pero eres una mierdita irrespetuosa. — el chico estaba golpeando la cabeza de castaño, comenzó a darle un poco más con el pie.
— ¿No te gusta que te toquen? ¿Te crees mucho? Solo eres un puto nerd. — Changkyun no contestaba absolutamente nada, estaba inmóvil mientras recibía los golpes y temblaba del horror. Sus lágrimas amenazaron con escapar cuando el otro tipo se acercó y le rompió la camisa que traía, deslizando los dedos por su pecho. Grito y pataleó al instante, logrando hacer caer a uno de los dos. Comenzó a correr en dirección contraria al campus, yendo hacia su casa con una desesperación que finalmente le había hecho llorar a cántaros.
Hyung, hyung.
Se iba escondiendo el torso con la mano, sujetándose los lados de la camisa, odiándose por haberse puesto algo tan suelto solo porque la tarde estaba calurosa. Siempre iba con capas de ropa. Maldijo varias veces hasta que ya por las lágrimas no veía absolutamente nada y empezó a chocar contra todo. Eso le frustró más y cuando una masa corporal le agarró los cabellos sintió el mundo arder, rodó al suelo de forma tosca. Le habían alcanzado enseguida y estaban a punto de golpearle en el rostro pero algo los detuvo. El más chico tenía las manos sobre la cara, aplacando su llanto vacilante.
— Está llorando. No se le pega a alguien que llora. — una voz suave y bastante melodiosa le sacó de transe. Escuchó un 'No te metas en los asuntos de los demás' luego una respuesta que le dejó apabullado. 'Pero si es Changkyun-ah, claro que es mi problema.' ¿Quién era? No se quería dar vuelta, de verdad no quería moverse del suelo. Si pudiese mimetizarse con éste seguro lo haría.
Pasaron algunas cosas más, el castaño no se percató de ninguna, solamente se encontró ligeralmente a salvo. Observó unos pies y luego un pantalón asquerosamente ajustado. ¿Una chica? No, claro que no.
— Ey, amiguito. ¿Te duele? — se había acuclillado y ahora lo miraba fijo. Changkyun debería haber levantado la vista para verlo, pero solamente se quedó quieto, mordiéndose los labios a la vez que lloriqueaba. Hacía años no lo hacían llorar tanto, siempre se guardaba las lágrimas y aguantaba todo, era más fácil.
— ¿Te quedas en el suelo? ¿Debería sentarme también? — se reía, su risa era bonita y contagiosa. Finalmente y luego de arduos debates mentales levantó la vista y se encontró con el tipo del restaurante.
Ah, aunque por eso sabía mi nombre. Sigue viéndose demasiado gay. ¿Qué hace aquí?
Tragó saliva y empezó a pararse algo torpe. Tuvo que alzar la vista para verlo cuando el rubio también se levantó porque le llevaba bastante altura.
— Gracias. Chau. — un murmullo y se dispuso a darse la vuelta. Sintió unas manos tibias rodeándole la muñeca y aunque escocía como la última vez, podía controlarse. Tironeó para salirse.
— Ah, ¿así me pagas, ni un café, solo lágrimas? Igualmente sería mejor que no sigas caminando así. — ese tipo se valía de bromas para hablar. Al chico no le hacía gracia en absoluto y suspiró finalmente mirándose, intentando encontrarle una razón a sus palabras.
Sus ropas estaban rasgadas y tenia raspones y futuros moretones. Sintió las mejillas enrojecer y trató de cubrirse con las manos. Hoseok pensó que se veía más pequeño de esa forma. Le sonrió divertido.
— Hagamos una cosa, te daré mi camisa, tengo una básica debajo. Pero claramente vas a tener que devolverla. ¿Te llevo al hospital a que te vean eso? — la cabeza del estudiante estaba intentando procesar lo mejor que podía la situación. Casi creyó que le estaban coqueteando. Se acordó que era él y lo descartó.
— No, no quiero ir al hospital. No hay nada grave tampoco. Entonces dame tu camisa por favor. Puedes irla a buscar al restaurante. — una mano estaba aproximándose en cámara lenta a su cara. Saltó en el lugar y se aguantó el chillido cuando le acomodaron unos cabellos revueltos.
— ¿Y me darás comida gratis para siempre? Podrían haberte matado, quien sabe lo que detuve. — el rubio estaba sacándose la camisa, desprendió los primeros botones y la quitó como si fuese una remera. Debajo tenía una musculosa pegada al cuerpo, sus brazos se notaban mucho al igual que su abdomen trabajado, parecía salido de alguna película de gladiadores por todos los músculos. Apenas la sacó Changkyun se metió dentro de ella, le llegaba hasta por debajo de las nalgas y le cubría las manos por completo pero al menos ya no moría de vergüenza. Enfocó los ojos en los ajenos.
— Estás tomando ventaja... como quieras. Ya tengo que irme. — otra vez no le soltaron la mano, el castaño se había olvidado que estaba agarrado. No le dio importancia.
—Shin Hoseok. Sería agradable que lo hubieses preguntado, pero te lo ahorro. Pasaré mañana entonces. ¿A qué hora? Cuida de esas lastimaduras, creo que la de la cintura puede dejarte marca durante varias semanas si no la tratas. — Changkyun tenía la mirada bastante fría y pestañeó algunas veces, confundido por sus palabras. Al final asintió susurró 'tarde' muy vagamente, sus mejillas se estaban acalorando. Tironeó despacito y Hoseok cedió el agarre, tenía la sonrisa pegada a la cara. Ver al pequeño chico con su ropa era una propuesta demasiado sensual que no tranquilizaba a su entrepierna. Pero el chico era raro, más de lo que imaginaba. Enseguida estaba caminando cuando le soltó, le pareció adorable pero tenía el orgullo herido, no estaba seguro de haber causado una impresión correcta. Mañana lo sabría, esperaba que estuviese él atendiendo o realmente el pequeño se iba a ganar una reprimenda.
Si es la cosa mas hermosa!
NO DEJEN DE VOTAR MONBEBES!!!!!!!! Por favor
😭😭😭😭😭❤️❤️❤️❤️
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Café y Lágrima [Wonkyun|Showki]
FanfictionKihyun es un estudiante de música que trabaja en el restaurante de su mejor amigo, en la zona céntrica de Seúl. Hyunwoo es dueño de una discoteca gay que está a dos cuadras. Hoseok es dueño de otra que está a quince cuadras. Changkyun es estudiante...