Chocolate con leche - Showki +18

2.4K 265 67
                                    

La botella rodaba y rodaba hasta golpear con una copa sobre el suelo. El vino se observaba como una mancha de sangre en la alfombra blanca que empezaba desde unos gorditos dedos blancos hasta el suelo de madera. Un pequeño cuerpo era alzado contra la pared, cubierto en una montaña de piel oscura como el cacao. Hyunwoo tenía los dedos firmemente dispuestos en la curva de la cintura de Kihyun, le movía como una marioneta, lo alzaba hasta despegar sus pies del suelo. Estaba como lo deseara y lo manejaba como más le placía. Y es que no dudó un segundo cuando se vio presa de la desesperación de alimentarse de su piel. Mordió y lamió cada pezón, cada centímetro de piel con la intensidad de un sediento. Como si el desierto estuviese en su boca y su pareja fuese el oasis.

Los delgados brazos del castaño oscuro rodeaban el rostro del más alto. Lo apretaban contra su pecho por la nuca, para darle más cavidad a las lamidas, su cuello estirado, mirando al techo, moviendo los pies que solo se sacudían como alguien que estaba siendo colgado, su boca no largaba sonidos, solo estaba suavemente abierta tragando aire desesperadamente, sus mejillas rojas y su nariz retorciéndose como la de un diminuto ratoncito. Los besos lo atacaban por todos lados, Hyunwoo ahora había empezado a alzarlo desde las nalgas y las retorcía un poco, moviéndolo en forma de ondas hacía él. El sudor provocaba que sus cabellos se pegaran en las pieles creando un caos de sonidos pegajosos.

— Repite mi nombre. Dilo hasta que se te grabe en los pensamientos. Kihyun, por favor. — suplicaba desesperado, alzando la cabeza para mirarlo, encontrándose finalmente con esos ojos largos y ovalados. El menor trataba, trataba de formular las palabras pero solo morían en el camino, más desesperado por respirar que otra cosa.

—B-bájame. Bájame Hyunwoo. — en seco la mirada de pocos amigos del chico se encendió, aun con su rostro rojo y el cuerpo agitado. El moreno se quedó perplejo, le estaban ordenando. Sus labios gruesos e hinchados quedaron levemente abiertos y pestañeó, tragando saliva. Le soltó con cuidado, depositándolo en el suelo como si fuese una joya única. Kihyun le empujó con las yemas de los dedos, trató con todas sus fuerzas pero Hyunwoo solo lo miraba confundido, sin moverse ni medio centímetro. El pequeño chico tuvo que fruncir el entrecejo y empezar a caminar mientras le empujaba, logrando que el moreno diera pasos hacia atrás, mas por propio impulso que porque lo estuviesen moviendo. Sus dedos se mojaban con el vino, haciendo un delicado ruido de chapoteo.

— H-hyunwoo... hyunwoo. — entre palabra y palabra el moreno golpeó contra el sillón y se sentó torpemente, las delgadas piernas que ahora mismo eran hueso puro se alzaron. Kihyun acorralaba a su grandulón dueño, su rostro estaba sereno y sus labios formaban una delgada línea. Había apoyado las rodillas una a cada lado de las piernas ajenas, pero se había tenido que estirar tanto por la diferencia de tamaño que no tardo en caer sentado en los muslos, logrando avergonzarse y sorprenderse al mismo tiempo. La risa algo tonta del mayor logró desconcertarlo y le miró enojado.

— Pequeño... ¿quieres dominarme? — el labio inferior de Kihyun se fruncía enojado hacia arriba en forma de 'u' invertida y se mordió ambos con recelo, acercándose más, ahora que estaba ahí sentado debía aprovechar. Rozó su boxer contra el ajeno y logro que ambos dejaran escapar un gemido.

— Sí. — susurró lo mas ronco que pudo de una vez, apoyando la frente en la ajena, le miraba a los ojos y su cuerpo automáticamente temblaba, el miedo parecía subir por sus entrañas de a poco. Hyunwoo paseó una mano por la angosta espalda, delineando con cuidado cada hueco, su sonrisa se encontraba formada dulce y amablemente.

— Haz lo que quieras entonces. — su voz sonaba cual seda, Kihyun buscó alrededor y estiró el cuerpo para agarrar la remera que había quedado abandonada en el camino, le cubrió los ojos al moreno con un total desespero, su rostro ardía. Cuando terminó el trabajo apoyó sus palmas en las mejillas contrarias y le besó escasamente en los labios.

Café y Lágrima [Wonkyun|Showki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora