Capítulo 29

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"Somos bonitos, eh." Soltó sin más Harry, quien sostenía su cintura con delicadeza, rodeándolo con su esencia picante, acariciando con suavidad su dermis expuesta. Ambos se observaban en el espejo de cuerpo entero de la habitación, haciéndolo en silencio, apreciándolo todo. Sonrió cuando el alfa apoyó la barbilla en su hombro, apretándose aún más contra él, entrelazando sus manos. Un escalofrío le recorrió el cuerpo cuando le propinó un casto beso en su piel, acariciando con su nariz la curvatura del cuello, inspirando su aroma. Estaban en su propio mundo, ajenos de todos y todo.

"Sí, somos bonitos y estamos retrasados, sabes." Le respondió, sintiendo como los dientes de Harry mordían su piel con picardía. Quiere dejarme marcas, pensó sintiéndose enrojecer.

"Estoy cansado de que siempre te separen de mí. Algún día de estos te secuestraré." Susurró con tono ronco, haciéndolo temblar. La nariz de Harry le acariciaba la mandíbula y la mejilla con precisión, por lo se que recostó sobre su hombro, sonriendo delicadamente mientras se dirigían hacia el pasillo, teniendo cuidado de no caer, sin separarse ni un milímetro.

Mordió sus labios, comenzando a bajar las escaleras hasta la sala de estar. "¿Me vas a secuestrar?" Preguntó con curiosidad, sintiendo la sonrisa de Harry sobre su piel. Él solo asintió, besándole la mejilla con suavidad, apretando su cintura con fuerza.

"Sí, y te aseguro que no vas a querer que te rescaten, gatito." Le susurró con voz ronca, profunda y hasta un poco misteriosa, sonando muy sensual. Se separó de Harry, moviendo las caderas con elegancia hasta dirigirse al perchero donde se encontraba su chaqueta.

"¿Y a dónde va a llevarme, señor secuestrador?" Volvió a cuestionar, acercándose nuevamente al alfa, quien se mordía los labios con exasperación.

"Lo sabrás cuando lleguemos allí, gatito curioso." Le respondió de manera divertida. No pudo contenerse más y tiró de la cinturilla de los pantalones de Harry, acercando sus cuerpos. Colocó sus manos en el cabello rizado mientras su alfa las colocaba en su trasero. Sus labios no tardaron en encontrarse en un beso delicado y lento, sin prisas.

"Tenemos que irnos, Niall ya me está enviando demasiados mensajes." Murmuró mientras Harry se acercaba lo tomaba de los muslos, alzándolo imprevistamente y dirigiéndose hacia el sofá de la sala, sentándose allí.

"No." Él sólo se alejó para repetirle que debían irse, pero Harry gruñó en protesta, agarrando su cintura con posesión. Sintió sus grandes manos en su trasero nuevamente y temió humedecerse ante aquel acto. Luego le olió el cuello con urgencia.

"Vamos..." Murmuró mientras se alejaba escasos centímetros.

Pero el alfa no le dejó alejarse, por lo que tiró de su muñeca para sentarlo bien sobre su regazo. Se inclinó hacia delante, buscando su boca pero Louis solo volteó el rostro, tratando se alejarse de él.

"Lou." Gimoteó lastimero, comenzando a aspirar su esencia. "Quiero morderte..." Sus labios se trasladaron hasta su mandíbula, besándolo allí con una lentitud agonizante. "No... No te imaginas lo que me gustaría hacerte, gatito." Sus manos vagaban por su cuerpo, acariciando todo a su paso, dejándolo con la boca seca y el corazón acelerado.

Lo besó despacio, caliente y húmedo. Su lengua le hacía cosquillas con cada toque, haciéndolo sonreír mientras se inclinaba aún más hacia él.

"Tenemos que irnos..." Habló entre besos, escuchando como Harry gruñía y lo acercaba más hacia el calor su cuerpo. Sintió su mano enroscándose en el cabello lacio de su nuca, buscando profundidad a toda costa. Inconscientemente se restregó contra él, haciéndolo jadear contra su boca.

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