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Capítulo 18

Louis y Harry tropezaron a través del estacionamiento vacío del instituto, mientras se dirigían hacia el coche, con la finalidad de ir a casa ya que llovía a cantaros. Se reían de banalidades sin sentido hasta que Harry decidió acortar la distancia entre ambos y besar los finos y dulces labios de Louis. Gruñó en el beso mientras le tocaba el trasero con posesión. Abrió los ojos y divisó el coche aparcado a unos metros de distancia, por lo que sacó la llave y presionó la alarma.

La lluvia los empapó, pero no podía importarles menos ya que los labios de ambos les proporcionaban el calor que necesitaban. Harry condujo a Louis hacia el coche, mientras este seguía chupándole los labios ya bastante hinchados y rojos. Los dos se sintieron emocionados, con ganas de tomar esa situación al siguiente nivel, pero Harry sabía que no ocurriría; sabía que su pequeño no estaba listo aunque demostrase lo contrario.

Cuando llegaron al coche Louis se trepó y se sentó sobre el capó, sin siquiera importarle si estaba mojado. Volvió a besarlo con más vehemencia y hambre que antes siendo plenamente coincidente de eso. Las grandes manos de Harry le recorrían el trasero y los muslos con cariño, mientras que Louis le agarraba los duros brazos con fuerza.

"¿Cómo te ha ido en el examen?" Preguntó Louis, deteniéndose en cada palabra para darle besos más cortos. Harry, en cambio, sentía la ausencia de los labios de su omega y se desesperaba por lo que gruñó; Louis, ante tal acto se separó y lo miró con una ceja levantada. "¿Disculpa?" Harry asintió varias veces, sin molestarse en usar palabras. Lo besó con fuerza, sintiendo como las piernas le rodeaban la cintura.

Louis estaba seguro de que le había ido bien en el examen, es decir, era un buen estudiante y nunca había reprobado. A Harry poco le importaba a decir verdad. Ni siquiera recordó que había examen ese día, así que no podía deducir su nota. Lo cierto es que nunca hizo una recuperación de algún periodo, así que podía decir que tal vez no la hiciera.

"¿Tuviste un buen día?" Preguntó, sólo para molestar al alfa. Harry, en plan de venganza, le chupó los labios con fuerza, gimiendo mientras lo hacía. Eran tan rehenes de la pasión, amor y deseo que no podían separarse. El rizado asintió de nuevo, sin importancia.

"Sí." Murmuró, lamiendo la pequeña y perversa boquita de Louis, deleitándose con el dulce sabor de su saliva. Sintió a su omega estremecerse y temblar bajo sus manos posesivas, sonriendo entre cada beso.

Louis agarró el cuello de la camiseta de Harry, mordiéndole el labio inferior al alfa mientras apretaba sus muslos contra su pelvis. Se separaron milimétricamente para recuperar un poco el aliento. Cuando Harry abrió los ojos, Louis los tenía ya abiertos por lo que le sonrió con descaro mientras se lamía los labios.

"Que pena." Louis murmuró inocentemente con los ojos dilatados y brillantes, mientras que el alfa seguía temblando por la intensidad de aquellos besos. Harry estaba despeinado y con los labios y mejillas pintados de un rojo carmesí demasiado atractivo.

"¿Por qué lo dices?" Preguntó, arqueando una de sus cejas hacia Louis. El omega sólo sonrió, mientras se encogía de hombros y se acercaba al calor que despedía el cuerpo de su alfa.

"Porque si no tuviste un buen día podemos hacer el amor." Le respondió casualmente, observando como Harry respiraba profundamente. El cuerpo le hirvió, queriendo con urgencia querer liberar su erección allí mismo y hacerle el amor en el capó del carro a Louis, en cambio sólo resopló con frustración, y le agarró el trasero para empujarlo hacia su cuerpo y hacerlo sentir su pene palpitante. El olor de Louis complicaba aún más las cosas.

"Fue un día duro." Murmuró, fingiendo una expresión triste, bajando la mirada. Louis rio, observando como Harry formaba un mohín con sus gruesos e hinchados labios. "Horrible, mejor dicho. Tal vez tú puedes mejorarlo... con esa pequeña boca, por supuesto." Harry terminó y sonrió divertido al escucharlo suspirar, con una expresión de enojo en su rostro. Louis era sumamente atractivo cuando se ponía fanfarrón, al menos Harry pensaba así.