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Capítulo 34

"H-Harry..." Louis se quedó quieto, sintiendo el nudo hincharse en su interior. Inspiró profundo, parecía que iba a reventar de lo lleno que estaba, le costaba hasta respirar con normalidad. Harry le olfateaba el cuello, dejando leves marcas rosáceas en su piel impoluta. Al parecer, aquella pose no era la más indicada para la inmensidad de su alfa, quién murmuraba incoherencias al mismo tiempo que acariciaba sus caderas. Cuando finalmente el nudo de Harry bajó lo suficiente, salió de su interior con cuidado y un gimoteo escapó de sus labios sin su permiso. "Alfa."

"Aquí. Mío." Murmuró contra su oído, ciñéndolo cerca de su cuerpo otra vez. La habitación estaba a oscuras, la única iluminación que se percibía era la que les brindaba la luz de la luna.

Luego de unos minutos de su alfa posesivo debajo de él, observando orgulloso las pequeñas marcas que dejó sobre su dermis, lo dejó ir. Su cuerpo estaba blando, flácido, sumamente sensible en sus lugares más íntimos. Pero se sentía tan bien estando lleno. Tanto que le costaba pensar con claridad.

Harry enmarcó una ceja al verlo mordisquearse los labios. Rodó para quedar encima suyo, apoyándose sobre su cuerpo, sonriéndole y corriéndole con delicadeza un mechón de cabello que tapaba sus ojos. Se movió, buscando el contacto de sus labios, los cuales, seguramente, se encontraban hinchados y rojos. Se sonrojó cuando los dedos juguetones de Harry tantearon la piel expuesta de sus glúteos, apretándolos. Sonrió, con mejillas arreboladas y calientes, mientras le cogía el rostro a su alfa y lo besaba con ternura, dejando una leve mordida en la esquina de su boca.

Harry recibió gustoso sus labios, permitiéndose analizar con detenimiento los rasgos del omega, su omega. Amaba todo lo que veía y no encontraba defecto alguno en el pequeñito y delicioso cuerpo debajo de él.

"Te amo." Susurró Harry, bajito, ronco y sensual. Tembló, cerrando los ojos y estirando los labios para propinarle otro beso, perdiéndose en el suave vaivén de su boca. Acarició su cuero cabelludo, enredando las manos en su cabello rizado, tironeándolo más cerca. Se separó milimétricamente de su rostro, abriendo los ojos y encontrándose de lleno con la mirada jade de su alfa sobre él, escrutándolo. Louis parpadeó, abaniqueando sus largas pestañas, observándolo con amor. Eran aquellos momentos después del sexo, donde dejaban salir sus animales internos, cuando sentían con mayor intensidad cuánto se amaban, cuánto se pertenecían, cuánto se equilibraban.

Harry era un candado que se abría sólo con Louis, quién era su llave.

"También te amo." Le respondió, sonriendo y humedeciéndose los labios. Las manos de su alfa vagaron hacia sus muslos, acariciando y apretando con ternura, cariño y lentitud su suave dermis. Se movió, tirando de una manta para cubrirse el cuerpo. Harry frunció el ceño, mirándolo con confusión mientras se levantaba y comenzaba a buscar su ropa interior.

"¿Dónde vas?" Preguntó Harry con un puchero en los labios y un gruñido comenzando a formarse en su pecho.

"A la cocina. Tengo hambre, alfa."

"¿Y por qué te tapas? ¿Eres consciente de que acabas de montarte encima mío desnudo?"

Rodó los ojos, oprimiendo una sonrisa. "¿Quieres que te traiga algo?" Le preguntó, pasando por sus piernas su ropa interior que encontró cerca de la puerta de la habitación. Arrojó el edredón blanco sobre la cama, en la cara de Harry, observando como lo cogía con una mano y lo tiraba al suelo. Tomó la camiseta de su alfa que se encontraba en una esquina, arrugada, y la pasó por su cabeza, sintiendo aquel aroma masculino de lleno.

"No. Bajaré contigo, gatito." Habló con voz rasposa y sensual, levantándose rápidamente para acercarse a él. Seguía completamente desnudo y con los rizos revueltos y despeinados. Lo abrazó por la cintura, apoyándose entero contra él apropósito. Sintió la erección juguetona de Harry sobre su glúteo, refregándose contra su cuerpo. Rio, tratando de empujarlo y consiguiendo a cambio un beso sonoro en la mejilla. Lo observó cambiarse con rapidez, solo con un bóxer blanco, para luego tomarle la mano y salir de la habitación.