Capítulo 1

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Ese día me levanté de mejor humor, la noche anterior no había tenido pesadillas. Hoce toda mi rutina matutina y me dirigí al instituto. Cuando llegué, la poca alegría que tenía se esfumó, ese chico que no me insultaba, aunque tampoco fuera mi amigo, ese chico que me gustaba, se estaba liando con una puta barata de mi clase. Si hubiera estado sola me habría echado a llorar, pero no lo estaba.

-¿Te importa gilipollas?- Me soltó la puta. Yo solo asentí y salí de ahí.

Aunque por fuera no lo mostrara, estaba destrozada, me dolía mucho que Dani estuviera haciendo eso con... ella. Entré a clase y me senté en mi sitio mientras sacaba los libros de la primera clase que me tocaba, Inglés.

La clase fue bien hasta que a la profesora se le ocurrió la brillante idea de preguntarme oralmente.

-Sophie, Can you say me what did you do yesterday? (Sophie, ¿puedes decirme que hiciste ayer?)

Empecé a temblar, mis manos sudaban y yo solo podía estar estática en mi sitio sin sacar una palabra. Notaba como todos miraban y se reían de mí y eso me ponía peor. Mi corazón latía cada vez más rápido y sentía mis venas hincharse, era algo que me pasaba cuando me ponía nerviosa o me cabreaba. Todo se me venía encima y una sensación de terror me invadía.

-Sophie, answer please. (Sophie, responde por favor)

-Y-yesterd-day (ayer)- Se escuchó una carcajada y todos echaron a reír por mi enorme tartamudeo. La profesora los fulminó con la mirada y me hizo un gesto para que prosiguiera.- I-I w-was (Estuve)- Y me bloqueé, me quedé en shock, ya había hablado demasiado, y no daba para más.

-Sophie, entiendo que eres tímida, pero si no me respondes tendré que ponerte un cero en nota de clase.- Me dijo la profesora preocupada, pero yo había llegado a mi tope. Me quedé en silencio con unas ganas de llorar increíbles, pero por miedo a que se rieran más, me aguanté las lágrimas.

El resto del día fue "tranquilo". Como siempre millones de insultos, risas y en educación física, balonazos. El recreo me lo pasaba sentada leyendo y escuchando conversaciones de los que se sentaban al lado mía y con suerte no se daban cuenta de mi presencia.

-Oye tío, ¿te has enterado? Dentro de una semana viene elrubius a aquí, a Málaga.

-¿En serio? ¿Y por qué?

-Porque va a venir a la quedada del Gamepolis, a conocer fans, firmar y cosas de esas.

Rubius iba a venir a Málaga, dónde yo vivía. ¡Tenía la posibilidad de conocer a mi ídolo! Me sentí feliz por un momento en mi vida, si hubiera estado sola en casa, habría estado saltando como loca y gritando. Él era el único que me mantenía viva, lo que duraba el vídeo era feliz, me sentía bien y reía. Si no le hubiera conocido, estaría ya muerta, me había pasado toda mi vida como sirvienta de mi madre y soportando desde hacía ya 5 años, noche tras noche, y a veces en otros momentos, las palizas de mi madre. Era insoportable y él ayudaba bastante a llevar mi cruz.

Cuando salí del instituto, fui más animada que de costumbre a casa. Al llegar, me metí en internet, olvidándome por completo de mis tareas, y busqué la fecha y hora exactas de la quedada en el Gamepolis. Era el sábado siguiente a las 11 de la mañana. ¡Perfecto! Los sábados por la mañana, mi madre solía salir con su novio, así que no me costaría escaparme.

Jugando con fuego | Rubius #Book1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora