Lectores, les traigo lo que es mi nueva historia "Portiñon", algo diferente, ya que en este caso no serán "Anahí" o " Dulce", si no... "Roberta y Mía"... Lo único igual a la novela serán los nombres de los personajes, las actitudes de las chicas y...
No sabía, exactamente lo que había hecho, o lo que había dicho, Mía se había vuelto loca, gritando, y enojándose conmigo por absolutamente nada. La miraba alejarse, me sentía incrédula a su reacción, quería correr detrás de ella, pero viendo las cosas cómo están prefiero que se tranquilice.
En mi defensa, no se porque Mía, comenzó a salir con esas preguntas extrañas. Completamente confundida caminé a dónde estaban mis amigas platicando con unas chicas de tercero.
-¿Problemas en el paraíso?- soltó José, burlándose de mi- Acabó de ver a la idiota, pasar por aquí con cara de pocos amigos.
-¿Que hiciste?- pregunta Lupita.
-¿Por qué asumes inmediatamente que fui yo la que hizo algo?- pregunté indignada.
-Porque Mía, estaba verde de los celos con el chico nuevo, y tú le sonreíste en clases, le hiciste caso.
-¡Lupe, sólo estaba siendo cortes!- bajé la cabeza- Pero creo que hice algo mal.
-¿Que hiciste?.
-Ya sabes, me distraje...
- ¡Oh por Dios!, por favor dime que respondiste bien- ¿ok?, ¿es bruja?.
-Ese es el problema, me preguntó si creía que él era mas lindo que ella- volteo los ojos y rascó mi nuca.
-Obviamente dijiste que no, que no había nadie más hermosa que ella en todo el mundo... ¿verdad?.
-No- arrugue la frente y la mire como si hubiera descubierto algo muy grave- Me preguntó, que si creía que él era lindo... y yo solo le respondí con, "¿Qué?".
-Roberta, ¿te dejaron caer de pequeña?.
-Pues... estoy segura de que Alma Rey, me dejó caer en algún momento de su vida- comencé a reír pero Lupe, permaneció seria.
-Es sarcasmo- me mira mal- Es evidente que no sabes cómo tratar con una chica- niega con la cabeza.
-Obvio no- digo completamente obvia- Nunca había estado con una en éste sentido.
-A ver- toma una profunda inhalación y comienza a hablar- ¡Jamás!, hagas lo que a ti no te gusta que un chico te haga a ti. No respondas con un "¿Qué?", sabes muy bien que es lo peor. Nunca respondas con otra pregunta, ese simple "¿Qué?"...- no la dejé acabar y termine sus palabras.
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-Puede significar que la estaba ignorando o que quería evadir la pregunta y ninguna de las dos es buena- asentí- ¡Soy una idiota!.
-¿En que estabas pensando, Roberta?, ¿a caso estabas distraída viéndole los músculos al nuevo?.
-¡¿Qué?!- fruncí el ceño.
-¡Ahí, está!- comienza a aplaudir - ¡Dijiste, "Qué"!.
-Lupe- no sabía ya cómo responder, todo lo estaba haciendo mal- Creó que lo mejor que puedo hacer, es hablar con ella, tu me confundes.
